La ceremonia presidida por el financiero norteamericano Richard h. Driehaus, fundador de esta iniciativa, junto con representantes de los ministerios de Fomento y de Cultura, del Consejo Superior de Colegios de Arquitectos de España y de INTBAU (International Network for Traditional Building, Architecture and Urbanism)
Los primeros en recibir las distinciones fueron los artesanos galardonados en los Premios de las Artes de la Construcción, concebidos para recuperar oficios al borde de la extinción, sin los cuales no sería posible la conservación del Patrimonio Histórico y Cultural del país.
Los artesanos premiados en las cuatro categorías fueron: Enric Plá Montferrer, por sus trabajos de forja para la Sagrada Familia; Fátima Quesada, por sus mosaicos de azulejería nazarí; Valeriano Jaurrieta, por sus trabajos de cantería en los principales monumentos navarros, y, Luciano Ramírez, Fernando Alanis y Juan de Dios García, de Tres Juanes, por sus artesonados y otras obras de carpintería de armar.
A continuación, se entregaron los premios del Concurso Internacional de Arquitectura Driehaus que nacieron con la intención de recuperar zonas amenazadas de alto valor patrimonial en diferentes localidades españolas. En este caso Borox, Trujillo, Baza y Jaca fueron las elegidas en la primera fase del Concurso. Esta iniciativa se convierte en una gran oportunidad para muchos ayuntamientos que no han podido abordar la rehabilitación de sus espacios arquitectónicos. En una segunda fase, se eligieron a los estudios de arquitectura con las propuestas más adecuadas para rehabilitar las localidades citadas anteriormente.
Los arquitectos del equipo neoyorquino Matthew Blumenthal y Patrick Alles, recogieron el galardón por su proyecto que transforma el hogar del jubilado y la biblioteca municipal de Borox. Por su parte, los vascos Imanol Iparraguirre y Aritz Díez, recogieron el premio por su propuesta para reconfigurar los espacios en torno al Convento de La Coria de Trujillo. Los arquitectos Estefanía Fernández-Cid, Xavier y Lucía Espinós y Rodrigo Toro recibieron el galardón por su propuesta para recuperar el claustro del Convento de San Jerónimo y el Palacio de los Enríquez de la ciudad granadina de Baza. Y, por último, los sevillanos Abelardo Linares del Castillo y Elena Jiménez recogieron el premio por su proyecto para la creación de una nueva plaza mayor en Jaca.
En palabras de Richard H. Driehaus,“una sociedad sostenible sólo es posible si se reconoce el trabajo que los artesanos y arquitectos de la construcción tradicional llevan a cabo para conservar los lugares en los que vivimos. Cuidar el legado que dejamos atrás mejora nuestro sentido de pertenencia a un lugar y promueve la integración y la conciencia cívica”.
Tras la Ceremonia, se inauguró la exposición “Nueva Arquitectura Tradicional MMXVIII” que recoge los proyectos ganadores del Concurso Internacional de Arquitectura y algunas de las piezas de los maestros galardonados en los Premios de las Artes de la Construcción. Esta exposición permanecerá abierta al público desde el 14 de junio hasta el 26 de julio en la Arquería de Nuevos Ministerios.