El Bailarín a solas, no necesita ser Bailaor. Pero el Bailaor, si tiene que tener cosas de Bailarín. La Zarzuela y su Teatro merecen en alto grado ser Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO
Por Juan Ignacio Vecino, director/editor de la revista digital www.patrimonioactual.com. Miembro del Consejo Internacional de la Danza de la UNESCO (CID-UNESCO).
Pregunta. ¿Cómo empezó en el mundo del baile?
Respuesta. Yo no recuerdo exactamente cuando empecé a bailar, ya que di mis primeros pasos de baile y comencé a andar a la misma vez… Creo que el Flamenco me eligió a mi… Yo solo acepté su invitación desde que tengo uso de razón.
P. ¿Con qué formación cuenta?
R. Los primeros años en Madrid, alternaba la escuela del BNE con el conservatorio de Danza. Pero he tomado clases con grandísimos profesores nacionales e internacionales, y de muy diferentes disciplinas.
P. ¿Qué es para usted el baile, la danza y la coreografía?
R. Un sentir, un decir, un expresar… Un respirar, una liberación, un cantar, una armonía celestial… Una divina locura. Una expresión sublime. Un Arte con mayúsculas. Mi vida…
P. ¿Nos puede explicar la diferencia entre bailarín y bailaor?
R. El Bailarín a solas, no necesita ser Bailaor. Pero el Bailaor, si tiene que tener cosas de Bailarín.
P. ¿Con cuál de los dos se siente más identificado?
R. Yo soy Bailaor.
P. Su mundo está lleno de obstáculos, ¿cuáles son los más importantes a los que se ha tenido que enfrentar?
R. A la disciplina. A la soledad, y a no perder nunca jamás la ilusión.
P. ¿De qué fuentes ha bebido para convertirse en una de los mejores bailarines, bailaores y coreógrafos del mundo?
R. Mi primer paso fue en casa con mis abuelas, con mi madre y con mis tías… Ya después, muy joven, comencé a fundamentar los cimientos de mi baile sobre la danza clásica, hasta entrar en la escuela de la Compañía Nacional de Danza (CND), y más tarde pasar a formar parte del Ballet Nacional de España (BNE). Fue muy importante en mi vida, trabajar dos años en París en la compañía de Maguy Marin, en la cual pude estudiar muy diferentes estilos de danza contemporánea, y moderna… Y así, poco a poco, fui tejiendo ese estilo que hoy llaman Canalista.
P. ¿Usted ha actuado muchas veces en el Teatro de la Zarzuela, piensa que la Zarzuela y su Teatro deben ser declarados por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?
R. Por supuesto que sí. La Zarzuela es la casa del Ballet Nacional de España desde siempre, y allí se han estrenado obras maravillosas, Zarzuelas únicas, Óperas de grandísima calidad. Y merece en alto grado ser Patrimonio Cultural Inmaterial por la Unesco.
P. Recientemente el Ballet Nacional de España, puso su creación “Grito” en el Teatro de la Zarzuela, que realiza un breve repaso a los diferentes palos del flamenco, es decir: seguiriyas, soleá, alegrías, tientos y tangos. ¿Qué supone para usted que se siga programando?
R. Es un honor, a la vez que un lujo, y también una gran responsabilidad. En el Ballet Nacional de España hay ocho coreografías mías con los diferentes directores y directoras que han ido pasando, pero esta obra “GRITO” marca la diferencia absolutamente, y se va convirtiendo, poco a poco, en el programa de oro y en repertorio obligado de nuestra danza. Sobran las palabras…
P. ¿El 16 de noviembre de 2010 la UNESCO declaró el flamenco Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, cree que ha sido positivo?
P. Por supuestísimo que sí. Pero árbol mal regado, mal cuidado y mal alimentado, no podrá nunca dar su frutos. Aún nos queda un largo trabajo por hacer.
P. ¿Qué destacaría del flamenco?
R. El Flamenco no es solo un arte, es una forma de vida. Es la expresión de un pueblo, una cultura viva. Es una forma de llorar, reír, amar y muchas cosas más empapadas de poesía. Es por lo que es Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
P. Pero, ¿de dónde viene el flamenco según usted?
R. Es un arte primitivo. Existe desde los albores del ser humano. Es mucho antes que la escritura y la propia palabra. Desde que el hombre se desgarró en un grito. Después son muchas vías y pueblos y caminos los que lo hacen llegar hasta nosotros, para convertirse en el Arte del Flamenco como tal.
P. ¿Por qué se baila de esa forma?
R. El Flamenco no se inventa, evoluciona; como antes he dicho, por medio de la transmisión oral de los pueblos. Tiene mucho de ritual, con el que se da gracias al sol, y se golpea a la tierra con fuerza. La Daza flamenca está llena dé símbolos. Es un trance.
P. ¿Quiénes son sus coreógrafos o coreógrafas, que las hay, y obras favoritas?
R. Esa pregunta es muy difícil, por la sencilla razón que estaría horas hablando solo de esto. Pero por decirte alguna cosa, te mencionaría a mi Madre Pastora, a mi Tío Miguel de los Reyes, al guardacoches El Civil, a Carmen Amaya, Isadora, Nijinskhi, Pilar Lopez…
P. ¿Qué obra considera usted que es una Obra Maestra y por qué?
R. Sin duda Medea, del maestro Granero, lo es. Y también casi toda la Obra de Antonio Gades y de Antonio Ruiz Soler. Ellos son los grandes pilares de nuestro repertorio. Y por eso llegan sus creaciones hasta nuestros días, porque son Obras Maestras.
P. ¿Si hablamos de otros compañeros, a quién destacaría?
R. Madre mía, tus preguntas son puñales de Nardos envenenados. Hay cosas que solo son para uno, y no se pueden esparcir alegremente. Porque son sentimientos muy personales y exclusivos. A Carmen Amaya.
P. ¿Y si hablamos de compañeras a quién destacaría?
R. A Carmen Amaya.
P. ¿Con quién le gustaría trabajar o haber trabajado en cualquiera de las áreas?
R. Mi gusto y placer están completos y colmados. He tenido la suerte de trabajar, durante mi larga carrera, con todos los más adorados y deseados por mí.
P. ¿En el mudo hay muchas danzas y bailes, cada país tiene la suya propia, cuando viaja para actuar por el mundo estudia las de cada país?
R. Siempre… He tomado clases en India, en África, en el desierto, en Paris, en Nueva Orleans y en Australia. Soy como una esponja que me gusta empaparme de todas las culturas y formas.
P. ¿Es usted empresario?, en caso afirmativo, ¿cuáles son las mayores dificultades con las que se encuentra?
R. Cuando decidí hacer coreografías, y ponerme al mando de mi propia Compañía, no me quedó otra que aprender a serlo. La cultura de nuestro país se ha movido y cambiado mucho. Hoy día ser empresario y artista en España es una quimera. En mis tiempos, también era un reto muy difícil, pero sin la ayuda de las autonomías y redes de teatros y subvenciones anuales del ministerio de cultura, tampoco se podría haber hecho todo lo que se hizo durante ese gran periodo.
P. ¿Cree que la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) cumple con la misión para la que fue creada?
R. No todo lo que debiera… No, pierden demasiado tiempo, dinero y esfuerzo en nimiedades.
P. ¿Cómo está el nivel del baile y la danza en general en España y en el mundo?
R. La Danza, en general, es algo vital del ser humano, y hoy en día goza de una salud fantástica… Hay grandes intérpretes en todas sus disciplinas y modalidades. Grandes maestros. Escuelas maravillosas y un alumnado entregado a la causa. Claro esta: eso en cuanto a disciplina artística se refiere. En el apartado de ayudas y facilidades por parte de los organismos ofíciales, nunca estuvimos más huérfanos y desprotegidos que ahora.
P. ¿Cómo es el público que acude a sus actuaciones?
R. Es muy variopinto en cuestión de edades y gustos. Varía mucho según el país y el lugar.
P. ¿Cree usted que la UNESCO hace lo suficiente para conservar el rico Patrimonio Cultural Inmaterial en el mundo?
R. Creo que la UNESCO es un sello de confianza en cuestión de valores y sobriedad. Una marca que te corona, de por vida, ante la humanidad y las generaciones venideras. Creo que si realiza su parte con solvencia y honestidad. Después lo siguiente, ya no depende tanto de ellos.
P. ¿Hay suficientes creaciones para personas como usted?
R. Nunca es nada suficiente …
P. El lema de nuestra publicación es: “solo la cultura da libertad”, ¿está usted de acuerdo con ello?
R. Es que la Cultura debe ser la llave de la libertad. Sin ella estaríamos ante un mundo enfermo y terminal.
P. Darwin dijo: “solo sobreviven quienes sean capaces de adaptarse a los cambios”, ¿usted como lo hace?
R. Enchufándome cada noche al motor de la ilusión. Sin ella es imposible sobrevivir a los cambios.
P. ¿Usted recibió la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, considera positivo el galardón?
R. Después de ese Galardón ya no hay más…
P. ¿Qué les aconsejaría a los jóvenes que quieren seguir sus pasos?
R. Que se preparen para hacer un voto de clausura a la belleza y al dolor…
P. Por último, ¿cree que las distintas Administraciones hacen lo suficiente por la promoción de su sector? Aproveche y reivindique lo que considere oportuno, que ahora mismo nos estarán leyendo
R. Siempre fuimos la Cenicienta de las Artes. Pongámonos manos a la Obra, entre todos, para convertirla en la hermosa princesa que merece ser. Y no dejemos jamás de los jamases que el Reloj marque las 12 campanadas…
Breve historial de Antonio Canales
Nació en Sevilla, 1961. Hijo y nieto de artistas, desde muy pequeño se interesó por el baile Antonio Canales.
Su primera oportunidad profesional se la dio el Ballet Nacional de España (BNE), del que fue bailarín solista y primer bailarín, y para el que coreografió dos obras: Grito (1998), estrenada en el City Center de Nueva York, y recientemente lo volvieron a reponer en el Teatro de la Zarzuela, y A ciegas (1999), montaje con el que Canales debutó en el Teatro de la Zarzuela como invitado del BNE.
Antes de ponerse al frente de su propia compañía, que se presentó en Bilbao en 1992 con los montajes A ti, Carmen Amaya y Siempre Flamenco, Antonio Canales desarrolló una carrera en solitario como intérprete de flamenco, requerido en importantes Galas Internacionales en las que compartió escenarios con grandes como Carmen Amaya, Maya Plisétskaya o Carla Fracci, entre otros.
Al frente de su compañía, Antonio Canales ha firmado obras y éxitos
como Torero (1993), Gitano (1997), La Cenicienta (2000), Ojos Verdes (2003) y Carmen Carmela.
El coreógrafo y bailaor sevillano también ha protagonizado el largometraje Vengo y es autor de la novela Sangre de albero.
Es Premio Nacional de Danza, 1995; Miembro Destacado del CID-UNESCO desde 2013; en 2017 recibe la Zapatilla de Plata de la Asociación Indanza y en 2020 es reconocido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.