“El famoso caso Odyssey, con el extraordinario tesoro de la fragata ´Nuestra Señora de las Mercedes` hundido frente a las costas del Algarbe en Portugal, se resolvió gracias a la documentación custodiada en el Archivo Histórico Nacional”
Por Juan Ignacio Vecino
Pregunta. – ¿Qué es el Archivo Histórico Nacional?
Respuesta. – Es la cabecera, la cúspide del sistema de Archivos de la Administración General del Estado. Aquí viene a parar la documentación histórica generada por la Administración General del Estado y, por las instituciones anteriores a nuestro actual marco jurídico institucional, por ejemplo, las instituciones eclesiásticas desamortizadas, los antiguos Consejos, las Secretarías de Estado y Despachos de los Austrias, de los Borbones, también, instituciones de carácter docente como las universidades de Alcalá, Sigüenza y, por supuesto, toda la documentación generada por toda la administración más reciente y actual, así como la del poder judicial, archivos privados y, muchos otros, que unas veces vienen por donaciones o por la adquisición si son de gran interés.
Aquí, contamos con archivos de tres Premios Nobel de Literatura, como son Jacinto Benavente, José de Echegaray y, Juan Ramón Jiménez, asimismo, contamos con archivos de políticos relevantes, o militares como Isaac Peral o Valeriano Weyler, que fue Capitán General de Cuba, en resumen, tenemos multitud de archivos muy diversos.
P. – ¿Cuándo y quién lo funda?
R. – El Archivo Histórico Nacionalse fundó en 1866 durante el reinado de Isabel II, para recoger, proteger y conservar la documentación de las instituciones anteriormente desaparecidas de gobierno y administración de las antiguas dinastías de los Austrias y los Borbones, así, como las mencionadas instituciones eclesiásticas desamortizadas, tanto del clero regular, secular como de cofradías, las antiguas órdenes militares, etc.
Todo ese enorme conjunto de documentos producidos por las instituciones mencionadas mediante un Real Decreto de 1866 se decide que toda esa documentación sea depositada en el Archivo Histórico Nacional, que a lo largo de la historia ha tenido tres sedes. En primer lugar, y hasta finales del siglo XIX estuvo en el edificio donde se encuentra la Real Academia de la Historia, en la calle del León de Madrid y, ante la imposibilidad de albergar el gran flujo de documentación y atender el servicio de los investigadores e historiadores se traslada al Palacio de Bibliotecas y Museos Nacionales, actual sede de la Biblioteca Nacional y del Museo Arqueológico Nacional, en el Paseo de Recoletos de Madrid y, desde allí, después de la Guerra Civil española se traslada al actual edificio en la calle Serrano, que comenzó a construirse en la década de los años 40, finalizando las obras y acondicionamiento en 1953 inauguración incluida, pero careciendo de mobiliario, estanterías y de los elemento más básicos para poder desarrollar cualquier actividad para el que era destinado, no pudiendo albergar hasta tres años después cualquier archivo documental por falta de mobiliario y demás enseres imprescindibles para desarrollar el trabajo.
Pero, en 1956 bajo la dirección de Luis Sánchez Belda, que luego llegó a ser Director General de Archivos y Bibliotecas, se produce el traslado definitivo desde la BNE hasta este edificio y, desde entonces se pueden acoger infinidad de fondos documentales, ofreciendo unas instalaciones acordes con las necesidades de investigadores, historiadores y ciudadanos que necesiten información sobre los documentos que se encuentran actualmente en el Archivo Histórico Nacional. Pero, en la actualidad el edificio ha llegado a su punto de saturación, a pesar de contar en Alcalá de Henares con un archivo intermedio, donde se examina la documentación, y se decide cual será de conservación permanente y, cual será objeto de eliminación controlada, por carecer de valor histórico y jurídico administrativo, contando con un gran edificio para desatascar multitud de documentos que se encontraban en esta sede generados por los distintos ministerios y organismos públicos de la administración, hace que en estos momentos seamos incapaces de seguir albergando y custodiando aquí más documentación.
Por tanto, nos hemos planteado el reto de remodelar y ampliar el edificio actual para poder ampliar nuestros fondos documentales y, además, conseguir ser el repositorio de preservación permanente de la documentación que ya se produce de forma digital por la Administración General del Estado y todos los Organismos Públicos. En resumen, tenemos tres retos: la remodelación del edificio, la ampliación absolutamente necesaria y, como dije anteriormente el repositorio digital.
Actualmente, estamos digitalizando por fases los distintos archivos y documentos generados con anterioridad por la Administración General del Estado, pero, para que tengamos la digitalización debemos tener primero organización y descripción de los distintos documentos y archivos.
P. – ¿De quién depende el Archivo Histórico Nacional?
R. – Depende la Subdirección General de Archivos Estatales que a su vez depende de la Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Cultura y Deporte.
Me gustaría resaltar que existen otros grandes Archivos en España como son: el Archivo General de Indias en la ciudad de Sevilla, El Archivo General de Simancas, el Archivo de la Corona de Aragón, el Archivo Histórico de la Nobleza en Toledo o, el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, pero la diferencia entre estos y el Archivo Histórico Nacional es que nosotros seguimos generando documentación en la actualidad, tanto en papel como en digital.
P. – ¿Cuál es el valor de los archivos y cuáles destacaría?
R. – En el Archivo Histórico Nacional confluyen desde los pergaminos medievales del siglo IX ya que contamos con los pergaminos más antiguos de la historia de España, del año 897, y disponemos de miles de pergaminos medievales que llegan hasta la Edad Moderna. Pero también tenemos infinidad de documentos sin los cuales seria imposible el estudio de la historia moderna y contemporánea de España. Tenemos la documentación de los Consejos y la Secretaría de Estado y Despacho de los Austrias y los Borbones como mencioné anteriormente.
Asimismo, conservamos toda la documentación generada por los distintos ministerios desde el siglo XIX hasta la actualidad. También conservamos la documentación del poder judicial, del Tribunal Supremo, de instituciones docentes como la Universidad Central hoy Universidad Complutense, del Instituto Cardenal Cisneros de Madrid, de personalidades relevantes del mundo de las letras, la milicia, la política, la cultura, etc., conservamos un patrimonio documental muy importante.
Por tanto, puedo asegurar que el valor del Archivo Histórico Nacional es incalculable, indispensable e insustituible, para la historia, no solo de España, sino, del mundo en general.
Ha y que tener en cuenta que aquí conservamos documentación de gran interés para otros países europeos, africanos, americanos, asiáticos y, de Oceanía, es decir, de todos los continentes.
Parte de nuestros documentos forman parte de la Memoria del Mundo de la UNESCO, que ponemos a su disposición los más importantes de la memoria colectiva como, por ejemplo, El Tratado de Tordesillas, Las Capitulaciones de Santa Fe, y otros muchos más que están declarados patrimonio documental de la humanidad .
P. – ¿Quiénes pueden asistir para consultar los archivos?
R. – El Archivo Histórico Nacional nació en el último tercio del siglo XIX con el fin de poseer un marco historiográfico que respalde su ser y justifique su identidad. Como otros archivos europeos comenzamos a recoger la documentación que en nuestro caso se remonta a la Edad Media.
La primera gran masa de archivos que entran son los de las instituciones eclesiásticas y de las antiguas monarquías de los Austrias y los Borbones.
Además de los investigadores interesados en la historia de España, también acuden ciudadanos que necesitan documentación como garantía de sus derechos y obligaciones. Por ejemplo, aquí conservamos los expedientes policiales de la Dirección General de la Policía, conservando multitud de documentos para garantizar los derechos de la ciudadanía en general, siendo un importante consultor del Archivo la propia Administración General del Estado.
Me gustaría en este punto resaltar, ya que hablamos de patrimonio, por ejemplo, el famoso caso Odyssey, con el extraordinario tesoro de la fragata ´Nuestra Señora de las Mercedes` hundido frente a las costas del Algarbe en Portugal. Los abogados que estaban pleiteando contra dicha empresa que expolió el pecio, no hubiera llegado a resolverse favorablemente para el Estado español si en esa demanda judicial, no se hubiera consultado la documentación histórica, precisa y pertinente, en poder de los archivos históricos nacionales que dejaba claro que la fragata pertenecía a España por ir en misión encomendada por el Estado español y no ser una nave comercial.
Quisiera resaltar la importancia de toda la documentación que albergan los archivos, y la cantidad de documentación que aún se conserva en los diferentes Ministerios y Organismos Públicos, debido a la falta de espacio, que son imprescindibles para los ciudadanos en cuestiones como nacionalidad, pensiones, empresas, recepción de subvenciones, y multitud de ayudas para poder reclamar sus derechos ante los tribunales competentes.
P. – ¿Se pueden reproducir los archivos?
R. – Como he apuntado anteriormente, el acceso es libre y gratuito. Si la persona interesada viene presencialmente al Archivo Histórico Nacional, y consulta un documento en la sala de investigadores, si no existe ningún tipo de restricciones, y no ofrece ningún problema con la Ley de Protección de Datos de carácter personal o exista un peligro de deterioro del documento, se les facilita una reproducción digital de ese documento. El acceso y consulta lleva aparejado una reproducción.
En el Archivo Histórico Nacional somos muy celosos de la intimidad de las personas y, por tal motivo, contamos con documentos que no pueden ser consultados por investigadores y ciudadanos para preservar el derecho a la intimidad de las personas y sus herederos.
P. – ¿Qué actividades paralelas realizan?
R. – Las actividades paralelas es otro de nuestros grandes retos, ósea, el de la difusión para dar a conocer nuestros fondos. Para ello, contamos con visitas guiadas, la pieza del mes que puede ser sobre un documento o un conjunto de documentos sobre un tema determinado debido a una efeméride concreta, exposiciones virtuales, pero contamos con una gran desventaja que es no disponer de una sala permanente de exposiciones. Estamos muy condicionados por la falta de espacio para la realización de las mismas y, por tal motivo, cuando se realice la remodelación del Archivo esperamos poder contar con un espacio habilitado para tal fin en el patio que tiene 450 metros cuadrados y sería un lugar ideal. Del mismo modo, las exposiciones que realizamos suelen ser en su integridad con fondos propios del Archivo Histórico Nacional. Igualmente, realizamos prestamos de documentos de nuestros archivos para otras instituciones.
Próximamente, en la Biblioteca Nacional de España podremos ver una exposición sobre Manuel Azaña, que fue presidente de la República española titulada: Azaña: intelectual y estadista. A los 80 años de su fallecimiento en el exilio, y buena parte, por no decir los mas importantes, proceden del Archivo Histórico Nacional.
Del mismo modo, a lo largo y ancho de todo el mundo utilizan multitud de fondos de nuestro archivo para realizar exposiciones temporales.
Asimismo, en el Archivo Histórico Nacional organizamos muchas conferencias, presentaciones de libros, y cantidad de eventos culturales y científicos, congresos, etc. Quiero resaltar que aquí el director de cine Alejandro Amenábar rodó una parte de la serie de ficción sobre el asunto del Odyssey que mencionaba anteriormente.
Asimismo, se realizan grabaciones de conciertos de cámara que luego son difundidos a través de la televisión. En nuestra institución nos adaptamos a los tiempos y queremos que los ciudadanos consulten nuestras actividades y puedan acudir a visitarlas.
P. – ¿Cómo se presenta el futuro del Archivo Histórico Nacional?
R. – Como había comentado anteriormente, la digitalización de todos los archivos es un trabajo fundamental que nos hemos planteado con toda la documentación que conservamos en el Archivo. Debemos reconocer que en este aspecto somos pioneros en el mundo ya que en España fuimos los primeros en digitalizar un archivo como fue el Archivo de Indias. Ya no será necesario desplazarse hasta nuestra sede. A través de internet se podrá consultar cualquier información, pero, sabemos que es un trabajo arduo que llevara mucho tiempo debido a la multitud de documentos que alberga el Archivo Histórico Nacional.
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