La crítica existe, y no a todo el mundo le gusta una actuación, pero eso ocurre en todos los escenarios y no se puede contentar a todos, pero lo que es inadmisible son las críticas manipuladas, que las hay por diversos intereses
Por Juan Ignacio Vecino
Pregunta. ¿Cómo empezó en el mundo de la música y por qué?
Respuesta. Nací en Tiflis, Georgia, que como todo el mundo sabe es un país muy musical, con grandes tradiciones musicales y varias declaraciones Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Es muy curioso que todo el mundo canta en mí país, unos cantan bien, otros regular, y otros mal, pero lo fundamental es que cantan. Los georgianos cantamos cuando estamos felices o deprimidos, aunque tengamos un conflicto armado como ocurrió hace pocos años en la guerra ruso-georgiana que comenzó el 7 de agosto del año 2008. Yo comencé a cantar desde muy pequeña con mis padres y mis abuelos.
Posteriormente entré en la escuela de música para estudiar piano y, a la vez, me eligieron en el coro para cantar música folclórica georgiana. Una persona que se encontraba en el concierto me escuchó y contacto con mis padres afirmando que era un portento y que tenia que dedicarme al mundo de la música, para lo cual, me pusieron una maestra muy importante de mi país para que me formara y trabajara mi voz. Ese es el resumen de mis comienzos, de los que me encuentro muy satisfecha.
Pero no solamente me dedicaba al mundo de la música, posteriormente me matriculé en la universidad y realice estudios de economía y un master. Por tanto, alternaba mis estudios universitarios musicales del que conseguí recientemente el Doctorado, y de economía.
P. Ya que hablamos de sus estudios, queremos preguntarle ¿para qué le han servido sus estudios de economía, los musicales están claramente demostrados?
R. En primer lugar, me sirve para entender los contratos que nos hacen a los artistas, ya que la mayoría debe contar con un asesor externo para que el contrato sea beneficioso para nosotros. Los artistas en general debemos contar con la mayor formación posible, pues nos da una visión mucho más amplia de la realidad en todos los ámbitos, y música y economía aunque no lo parezca tienen mucho en común.
P. ¿Cuáles son sus mejores habilidades musicales?
R. Tenga en cuenta, que yo no me considero solamente cantante, yo soy una artista en el más amplio sentido de la palabra. Debido a la gran competencia que existe en el mundo artístico, debemos competir con el mundo del cine, del teatro, etc., nosotros los cantantes debemos ser artistas ya que la ópera o la zarzuela necesita del manejo de varias áreas del mundo artístico. Habitualmente me integro muy bien cuando estoy actuando con un personaje concreto. Por tanto, yo me considero artista con mayúsculas, no solo cantante.
P. ¿Quiénes son sus referentes musicales?
R. Para empezar, le diré que mi referente musical es el que estoy cantando en cada momento. A mí, me gusta indagar más allá de la música. Me gusta investigar, estudiar, examinar que es lo que quería manifestarnos el autor. Por resumir, cuando yo canto el referente es el compositor y la obra. Pero, evidentemente, como cualquier persona tengo mis referentes particulares, y me gustaría resaltar a Teresa Berganza que ha tenido una gran influencia en mi trabajo. Ella también ha sido una gran artista y no era una simple cantante. No solo interpretaba ópera, también música de cámara ya que tenia una gran inteligencia y excelentes capacidades, y lo demostró en el género lírico de la zarzuela.
P. Usted ha trabajado en los mejores teatros del mundo, ¿Cómo lo consigue?
R. Soy una persona que siempre ha tenido suerte. Por supuesto, el talento ha sido fundamental. Llevo veinte años como profesional y he cantado en los mejores teatros y espacios del mundo. Lo que debemos hacer es reflexionar sobre qué, cuándo, dónde y, con quién cantar un repertorio. No todo vale, no se trata de actuar por actuar, se trata de dar el máximo en cada actuación y estar muy bien preparados para el mismo.
No todo son triunfos, también contamos con grandes decepciones y, lo más importante, es ser conscientes que debemos estar a la altura de lo que el público espera de nosotros. Nosotros debemos estar constantemente formándonos para poder llegar a triunfar.
P. Georgia de donde usted es originaria, tiene varias declaraciones patrimonio cultural inmaterial mundial por la UNESCO, entre las que se encuentran “El canto polifónico georgiano” (2001) y (2008), “El duduk y su música” (2005) y (2008), y “El mugham azerbaiyano” (2003) y (2008), ¿qué destacaría de cada uno de estas declaraciones?
R. La UNESCO realizó las siguientes consideraciones para la declaración de este Patrimonio Cultural Inmaterial de Georgia:
El canto polifónico georgiano
Fue inscrito en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Las canciones populares ocupan un lugar primordial en la cultura georgiana.
Los cantos polifónicos en lengua georgiana constituyen una tradición secular en un país cuya lengua y cultura han sido oprimidos por todo tipo de invasores.
Hay tres tipos de polifonía en Georgia: la polifonía compleja que se practica en Svanetia; el diálogo polifónico con un fondo de bajo continuo, que se practica en el Este de Georgia (Kajetia); y la polifonía contrastada con tres partes cantadas improvisadas, característica de Georgia occidental.
El Chacrulo, que se suele cantar en las ceremonias y las fiestas, se distingue porque recurre a las metáforas y porque contiene un yodel, el krimanchuli y un “canto del gallo” que interpreta un hombre con voz de falsete. Algunos de estos cantos están asociados al cultivo de la viña y se remontan al siglo VIII.
Los cantos están omnipresentes en todos los ámbitos de la vida social, desde el trabajo en el campo (el Naduri, que incorpora en la música los sonidos que imitan el esfuerzo físico) hasta los cantos de Navidad (Alilo), pasando por cantos de curación.
Los himnos litúrgicos bizantinos también han incorporado la tradición polifónica georgiana hasta convertirse en una importante expresión de ésta.
Tras haber sufrido las consecuencias de las políticas culturales socialistas, la música tradicional georgiana está amenazada por el éxodo rural y por la creciente popularidad de la música pop.
Los archivos de las primeras grabaciones de los cantos polifónicos en discos de vinilo datan de principios del siglo XX y no ofrecen suficientes garantías para preservarlos a largo plazo.
El duduk y su música (Armenia)
Se inscribió en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en 2005)
El duduk, oboe armenio, es un instrumento de viento de doble lengüeta caracterizado por un timbre caluroso, suave y ligeramente nasal.
Pertenece a la categoría de los aerófonos, que también incluye el balabán, que se toca en Azerbaiyán y en Irán, el duduki, común en Georgia, y el nay de Turquía.
La madera tierna del albaricoquero es el material ideal para fabricar el cuerpo del instrumento. La lengüeta, llamada ghamish o yegheg, se hace con una planta local que crece a orillas del río Arax.
Las raíces de la música duduk se remontan a los tiempos del rey armenio Tigran el Grande (95-55 a. de C.). Esta música acompaña las canciones y los bailes tradicionales populares armenios de las diferentes regiones y se interpreta con motivo de acontecimientos tales como bodas y funerales.
Aunque también existen famosos solistas duduk, como Gevorg Dabaghyan y Vache Sharafyan, el duduk suele ser interpretado por dos músicos. Uno crea el fondo musical con un bordón continuo gracias a una técnica de respiración circular, mientras que el otro desarrolla melodías e improvisaciones complejas.
Hay cuatro grandes tipos de duduk, con una longitud que varía entre los 24 y los 40 cm. Esta variedad permite crear distintas atmósferas, en función del contenido de la pieza y del ambiente en el que tocan los músicos.
El duduk largo de 40 cm, por ejemplo, se considera el más apropiado para las canciones de amor, mientras que el más pequeño suele acompañar los bailes.
Hoy día, los artesanos siguen creando y experimentando con diferentes formas de duduk. Muchos armenios consideran que el duduk es el instrumento más elocuente para expresar el calor, la alegría y la historia de su comunidad.
A lo largo de las últimas décadas, la música duduk armenia ha venido perdiendo popularidad, en particular en las zonas rurales, de donde procede. El duduk se toca cada vez menos en las festividades populares, pero más a menudo en representaciones públicas por profesionales, lo que puede representar una amenaza para la viabilidad y el carácter tradicional de esta música.
El mugham azerbaiyano
Inscrito en 2008 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad (proclamado originalmente en 2003)
El mugham azerbaiyano es un género musical tradicional caracterizado por un alto grado de improvisación.
Considerado como una música clásica y académica, el mugham utiliza melodías, ritmos y técnicas de interpretación de origen popular y bardo, y se practica en numerosas ocasiones en todo el país.
Las interpretaciones contemporáneas de este género musical reflejan distintos periodos de la compleja historia del Azerbaiyán, y particularmente sus contactos con los persas, los armenios, los georgianos y con ciertos pueblos turcos.
Este género musical comparte algunas características artísticas con el maqam iraquí, el radif persa y el makam turco. Antaño, se tocaba principalmente en dos ocasiones: el toy, es decir, el banquete tradicional del casamiento, y el majles, una tertulia privada de aficionados.
También practicaban este arte los miembros de las órdenes sufíes y los actores que interpretaban los dramas religiosos llamados ta’zie o sabih. Se organizaban certámenes oficiales y encuentros informales que servían para dar a conocer al público a estos músicos consumados.
Este género musical asocia a un cantante, hombre o mujer, con músicos que tocan instrumentos tradicionales, como el tar (un laúd de mástil largo), el kamancha (violín de cuatro cuerdas con un remate en punta, y el daf (una especie de pandero).
Como esta música no puede ser transcrita de forma definitiva, las múltiples versiones son transmitidas por maestros que forman a sus discípulos en el arte sutil de la improvisación, que constituye la riqueza de esta expresión artística.
El mugham ha perdido algunas de sus características estéticas a causa de las influencias europeas, particularmente influyentes en cuanto al modo en que los músicos interpretan y transmiten su arte a las nuevas generaciones.
P. Recientemente la hemos visto en el Teatro de la Zarzuela interpretando a Cecilia en la ópera “Las Golondrinas”, por cierto con una excelente ejecución, ¿le gustaría interpretar alguna zarzuela? ¿en caso afirmativo, tiene alguna o algunas preferidas?
R. Estoy absolutamente enamorada del género lírico de la Zarzuela, y me gustaría resaltar que no solo es un tipo de música española, es de todo el mundo. Mi primera experiencia con el mundo de la zarzuela fue en el concurso organizado por Plácido Domingo que se llama OPERALIA ganando el premio de Zarzuela y, desde entonces, tengo un gran amor por este género lírico muy rico en todos los órdenes artísticos, además, cada vez más artistas queremos introducir en nuestros repertorios zarzuela.
Lo mismo que me gusta hacer conciertos con la música típica de Georgia, me encanta realizar interpretaciones de zarzuela.
Asimismo, me gustaría volver muy pronto al Teatro de la Zarzuela e interpretar una obra típica, donde se pueda bailar, tocar las castañuelas, que me encantan, pero, he de decir, que la música son como los hijos, no se tiene que tener preferencias, hay que querer a todos los hijos por igual, y a todas las zarzuelas.
P. Recientemente el gobierno de España ha sacado el informe sobre la Zarzuela y su Teatro de los «cajones» e inicia el expediente para presentar la Zarzuela y su Teatro a Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO, ¿cree que la zarzuela se lo merece y tiene entidad para ello?
R. Sin ninguna duda, el género lírico la Zarzuela tiene entidad suficiente para que la UNESCO la declare Patrimonio Cultural Inmaterial. Tenga en cuenta, que en este género hay autenticas obras maestras de muchos compositores y libretistas. Yo conozco personas que recorren el mundo con tal de poder asistir a una zarzuela y, puedo garantizar que a lo largo y ancho del mundo son muchos los seguidores de esté género lírico. La zarzuela cuenta con todo lo necesario para el éxito total por su música, letra, dramatismo, comedia, emoción y, por supuesto, la implicación de los artistas y de los espectadores.
P. ¿Cree que la UNESCO realiza el trabajo por el que se creó la Organización, es decir, para responsabilizarse de la Educación, la Ciencia, la Cultura y la Comunicación en todo el mundo?
R. La UNESCO cuenta con un excelente prestigio en Georgia. Todo el Patrimonio de la Humanidad con la que contamos en mi país se merece el reconocimiento y, creo, que la UNESCO realiza una labor excelente en todas las áreas en las que interviene con el mandato de las Naciones Unidas, y si hablamos de cultura, y concretamente de música, yo estoy muy satisfecha con sus decisiones.
P. ¿Cuándo usted actúa en cualquier país del mundo se siente segura y respetada?
R. Cualquier artista cuando se sube a un escenario tiene que dar lo máximo de si mismo. El público se merece que nosotros estemos al cien por cien ya que ellos van a disfrutar de un gran espectáculo y pagan por ello. La crítica existe, y no a todo el mundo le gusta una actuación, pero eso ocurre en todos los escenarios y no se puede contentar a todos, pero lo que es inadmisible son las críticas manipuladas, que las hay por diversos intereses. Me gustaría afirmar, que yo siempre me he sentido muy respetada y querida por los espectadores en cualquier lugar del mundo.
P. ¿En su profesión existe algún tipo de acoso?
R. Debo garantizar que yo no he sufrido acoso, ni sexual ni de ningún otro tipo. En mi generación esas cosas prácticamente no ocurren, puede haber algún caso aislado, pero nada más. Por ejemplo, en “Las Golondrinas” se ve perfectamente como se trataba a las mujeres en la época. Mujeres que no podían elegir su libertad, no podían moverse libremente, no podían tener una carrera propia sin depender de un hombre. Estoy absolutamente en contra del acoso sexual y, aunque cada día salgan casos pasados, cada vez ocurre menos por lo que decía al principio, los tiempos son distintos, la integración y el respeto son fundamentales y, las personas también.
P. ¿Qué les pediría a las distintas Organizaciones internacionales para fomentar y potenciar el mundo de la música?
R. Mi deseo es que desde la escuela infantil hasta la universidad la música clásica fuera una asignatura obligatoria en todos los centros educativos. La música enseña respeto porque formamos un conjunto que debe estar perfectamente coordinado entre todos. La música enseña a escuchar a otros músicos con sus instrumentos, necesita paciencia puesto que debes esperar a que llegue tu intervención y, lo más importante y fundamental, la colaboración entre todos. Si nos escuchamos entre todos, seremos capaces de hablar con todos, y sería mucho más fácil que en el mundo no existieran guerras como ocurre actualmente en Ucrania y en la Franja de Gaza, que para mí es una tragedia que la humanidad debería poner todos los medios a su alcance para que no se vuelva a producir.
P. ¿Qué le dirías al público para que asistieran a los espectáculos en todos los ámbitos?
R. Nuestros espectadores son personas de edad media y alta, es decir, son padres y abuelos, por lo que sería muy bueno que cada persona que asista a una representación de cualquier espacio, acudiese con un niño para ir fomentando la afición de futuros espectadores. Los jóvenes no tienen medios económicos para pagarse una entrada, pero los mayores sí, y por tal motivo son necesarios. Cuando actúo y veo público joven, me animo mucho y pienso que vamos por buen camino para el futuro. A mí, como mezzosoprano, también me toca interpretar y cantar papeles de “pantalones”.
Historial de Ketevan Kemoklidze, mezzosoprano
Nacida en Tbilisi (Georgia), obtuvo su maestría en el Conservatorio Estatal V. Sarajishvili (Proff. G. Kariauli).
Tras recibir el Premio Especial del Teatro alla Scala en el concurso HG Belvedere, fue admitida en la Academia del Teatro alla Scala sin examen de acceso.
Es ganadora de prestigiosos concursos internacionales de voz, incluidos P. Domingo’s Operalia, el Concourse International de Chant de la Ville de Toulouse, el Concurso F. Viñas de Barcelona, el Concurso Internacional HG Belvedere en Viena, el Concurso Internacional Vocal E. Obraztsova. en San Petersburgo y en los Concursos Nacionales y Juveniles de Músicos de Georgia.
En 2002, todavía estudiante del Conservatorio, Ketevan Kemoklidze debutó como Maddalena en Rigoletto, el papel principal en Amadigi y Emilia en Otello, distinguiéndose por su excelente canto y su prometedora calidad.
Posteriormente aparece con éxito en muchos de los teatros de ópera más importantes del mundo, entre ellos: como la encantadora Rosina en el Gran Teatre del Liceu, Deutsche Oper Berlin, Theatre du Capitole en Toulouse, Teatro Regio di Parma, Teatro Massimo en Palermo, Opera de Nice, Opera National en Montpellier, Deutshe Oper am Rhein, Teatro Municipal de Santiago, Ópera Municipal de Marsella y en la Ópera Nacional de Washington donde fue invitado por el Maestro Domingo luego de ganar su concurso.
Es considerada una de las mejores intérpretes del repertorio de Belcanto de su generación: Adalgisa junto a la legendaria Mariela Devia en el Teatro Real de Madrid, más tarde en el Teatro Principal de Palma de Mallorca y en la Ópera Estatal de Tbilisi. Cantó Giovanna Seymour en Anna Bolena dirigida por grandes directores del Belcanto como Maurizion Benini, Roberto Rizzi Brignoli y otros en el Teatro de la Maestranza, la Ópera de Lausana y la Ópera Grand Avignon.
De sus exitosos papeles de pantalón destacan: Stephano en Romeo et Juliette en la Royal Opera House de Londres, Isolier en «Le comte Ory» en la Ópera de Malmö. Conquistó con su impresionante Cherubino al público del Teatro Municipal de Santiago, la Ópera de Montecarlo y el Teatro Real de Madrid, donde ya interpretó Amore en L’arbore di Diana.
Actuó como Fenena en Nabucco y como la princesa Clarisa en Love en Las tres naranjas en la Ópera de Graz. Al Premio Especial del Gran Teatre del Liceu obtenido en el Concurso Belvedere le siguió, en 2006, su debut español en Otello, más tarde y luego Laura en La Gioconda y Maddalena en Rigoletto en el mismo escenario y también en el Festival Sanxay de Francia. Ketevan Kemoklidze es el primer cantante georgiano que canta Zarzuela en el Teatro de la Zarzuela de Madrid.
De sus prestigiosas actividades concertística destacan: Iván el Terrible y Alexander Nevsky de gira con la Orquesta Filarmónica de San Petersburgo bajo la batuta de Yuri Temirkanov en el Festival de Música de Donostia San Sebastián, en el Festival Clásico de Annecy, en la Sagra Musicale Malatestiana, en el Festival Internacional de Música “MITO».
Apareció en Alexander Nevsky también en el Festival de Música de Bratislava, en la gala de apertura de temporada en el Teatro San Carlo de Nápoles con el Maestro Juraj Valcuha y en el Palau de la Música de Valencia. Cantó Mahler 2 en la inauguración del Festival Tsinandali dirigida por Gianandrea Noseda.
Debutó con éxito en Sevilla en La morte de Cleopatre de Berlioz con ROSS bajo la batuta de John Axelroad. Por invitación del Meastro Claudio Scimone Ketevan cantó en el Stabat Mater de Pergolesi en la Basílica de San Marcos de Venecia, el Mesías de Handel y el Magnífico de Vivaldi en la inauguración del Festival Internacional del Véneto con «I Solisti Veneti». También cantó Il Dolore di Maria Virgine con «I Virtuosi delle Muse» en el Teatro Campos de Bilbao, el Réquiem de Mozart en el Teatro Reggio de Turín, los Kindertotenlieder y Rückert Lieder de Mahler en el Menhir Music Festival y con la Orquesta Filarmónica de Georgia en Tbilisi. Pulcinella de Stravinsky en el Teatro alla Scala y en el 43º Festival Internacional de AB Michelangelo en Brescia. Ketevan dio recitales en el Theatre du Capitole de Toulouse, el Festival de Wexford, Hohenems Palest, el Auditori de Palma de Mallorca, el Neuburg Kongregationssaal, el Festival Victoria Los Ángeles de Barcelona y el Grand Hall de Tbilisi.
Participa a menudo en conciertos benéficos AIDS-Gala en la Deutsche Oper Berlin y la Deutsche Oper am. Rein, Teatro de Bonn y gala de apoyo a la concienciación sobre el autismo en la Ópera de Tbilisi, etc.
En Georgia, con su participación se representaron por primera vez El Mesías de Handel, el Oratorio de Navidad de Bach y La muerte de Cleopatre de Berlioz. Cantó con éxito la IX Sinfonía de Beethoven, el Réquiem y la Messa-Brevis de Verdi y Mozart en el Festival Internacional “Autumn Tbilisi”. Kemoklidze hizo su destacado debut cinematográfico como Adriana Ferrarese (Donna Elvira) en la película Io Don Giovanni del famoso director de cine español Carlos Saura, habiendo ganado un premio especial en varios festivales internacionales de cine.
Ketevan dio clases magistrales en la ESMUC de Barcelona, en el Conservatorio de Palma de Mallorca, en el Conservatorio Estatal de Tbilisi, etc.
Su discografía incluye Il barbiere di Siviglia, Romeo et Juliette, Faust, Aids-Gala Berlin, Thais, Otello, A Midsummer’s night dream y Salomé. Durante el período 2000-2005 recibió la beca del Presidente de Georgia.
En 2005 recibió su Maestría en Relaciones Económicas Internacionales.
Recientemente obtuvo el Doctorado en Música.
Enlaces
Ketevan Kemoklidze, Teatro de la Zarzuela, “Las Golondrinas”, UNESCO, Canto polifónico georgiano , El duduk y su música (Armenia) , El mugham azerbaiyano