La UNESCO no vive de dinero, se mantiene por la capacidad creadora del ser humano, siendo su razón de ser las ideas porque, cuando hay buenas ideas, se consiguen los fondos necesarios para su desarrollo
Por Juan Ignacio Vecino
Pregunta.- Usted fue director general de la UNESCO de 1987 a 1999 ¿Cuál cree que fue su mayor logro?
Respuesta.- Uno de los logros más importantes fue el programa educativo de la UNESCO para aplicarlo en todo el mundo y en todos los niveles educativos. El programa básico de la Organización era alfabetización y educación básica. Yo recuerdo que, Julius Kambarage Nyerere, presidente de Tanzania, que era político y maestro de swahili, me visito no solo en nombre propio, sino, en el de muchos presidentes de países que pensaban que no podía ser que la UNESCO tuviera un programa educativo más propio de un sistema de colonización que de un sistema de liberación, que es lo que realmente le corresponde a la UNESCO.
Por tanto, yo lo que hice y, que iba contracorriente, fue que el programa de la UNESCO fuera educación para todos a lo largo de toda la vida y en todos los niveles y, no solo en la educación básica. La educación no es solo competencia de las escuelas. No se puede caer en ese error porque en muchos países dictatoriales los presidentes dicen que la educación es muy importante para los niños, pero hay que empezar por la educación de sus gobernantes, parlamentarios, políticos y los que tienen responsabilidades sobre los asuntos educativos. La educación no es un asunto de niños y escuela, es educación para todos en todos los niveles y a lo largo de toda la vida.
También, puedo contar entre mis logros la “cultura de paz y no violencia” que se dirige directamente al corazón de la UNESCO que, como todo el mundo sabe, es una institución que la crea el presidente de los Estados Unidos, Franklin D. Roosvelt, para evitar el horror de la guerra que, como dice la Carta de las Naciones Unidas desde el principio: “nosotros los pueblos”, es decir, la gente, no de gobiernos o estados. De lo que se trata es de construir la paz, siendo ésta la gran misión de las Naciones Unidas del multilateralismo. El 16 de noviembre de 1945 se creó en Londres una organización que se llamó UNESCO y, que a través de la educación, la ciencia, la cultura y posteriormente la comunicación, debe elevar los baluartes de la paz allí donde se origine cualquier conflicto armado en la mente de los hombres. Para que sea muy clara mi respuesta, de lo que se trata es de pasar de una cultura de guerra a una cultura de paz. Debemos tener muy claro que se tiene que pasar de una cultura de fuerza a una cultura de razón y, de la razón de la fuerza a la fuerza de la razón. Así pues, “el programa cultura de paz y de no violencia” consiguió progresivamente que se pasase de la fuerza a la razón comprendiendo que los gobernantes, tienen que ser de ambos sexos siendo este el cambio más importante que se aproxima. Hace veinte años el 95% de las decisiones eran adoptadas por hombres no teniendo la mujer ningún papel relevante.
En una entrevista que tuve con el presidente de Sudáfrica, Nelson Mandela en el año 1996 me dijo: “mire, se acerca ya el momento en que la mujer tiene que tener un papel mucho más reconocido en la toma de decisiones y no de una forma mimética, es decir, de imitación al hombre”, un ejemplo muy claro fue Margaret Thatcher que no tuvo nada de valores inherentes a la mujer, al contrario, era casi más varonil porque quería imitar a los hombres”, y continuó diciendo Mandela algo que nunca olvidaré y que es la clave de todo eso: “la mujer solo excepcionalmente utiliza la violencia, el hombre solo excepcionalmente no la utiliza”, por tanto, yo creo que en diez años máximo se pasará de la fuerza a la palabra.
En resumen, puedo decir que mis dos grandes logros han sido por un lado, la educación para todos, en todos los niveles educativos y para toda la vida y, por otro, pasar de ser súbditos a ser ciudadanos, es decir, pasar de la cultura de la violencia a la cultura de la palabra.
P.- ¿Piensa que la UNESCO cumple en la actualidad las misiones para las que fue creada?
R.- No, no las cumple o las cumple parcialmente porque todo el sistema de las Naciones Unidas ha sido marginado por el neoliberalismo y se tiene que tener muy en cuenta. Soy totalmente partidario que se explique muy bien en las escuelas, en los centros de educación media y, sobre todo, en la educación superior. También, nos debemos preguntar qué mundo tenemos hoy y porqué no tenemos otro. La guerra fría entre los Estados Unidos y la antigua Unión Soviética se acabó de golpe sin derramar una gota de sangre porque, Mijaíl Gorbachov, convierte a la Unión Soviética en una Comunidad de Estados Independientes, asimismo, Nelson Mandela que después de veintisiete años en prisión se convierte en tan solo ocho meses en el presidente de Sudáfrica y que terminó con el apartheid y el racismo, siendo esto de las cosas más terribles que le puede pasar a un pueblo. De lo que se trata es de firmar la paz como ocurrió en Mozambique o en El Salvador o el proceso de paz de Guatemala siendo momentos en los que todo clamaba paz y cambio. Aquél sistema de silencio basado en la igualdad que se olvido de la libertad era la Unión Soviética que se desmoronó por el símbolo del muro de Berlín y, sin embargo, el otro sistema basado en la libertad se olvidó siempre de la igualdad, teniendo los ejemplos en Ronald Reagan, presidente de los Estados Unidos, o Margaret Thatcher primera ministra del Reino Unido que se marcharon de las Naciones Unidas y de la UNESCO intentando marginar al resto del sistema de las Naciones Unidas y, a partir de ese momento, gobernará a escala mundial el G6, es decir, sustituyen a un multilateralismo democrático por un sistema autárquico plutocrático basado en los países más ricos de la tierra, pasando posteriormente por el G7, G8, G9 y, hasta llegar hoy al G20.
P.- ¿Cómo es posible que estos países del G20 pretendan gobernar a 193?
R.- Lo que sí han conseguido es que unos pocos tengan una actividad preponderante con el resto del mundo manejando los mercados a su antojo e interés. Pero lo que no es posible y se debe de erradicar es que menos de cien personas en el mundo tengan una riqueza mayor a la mitad de la humanidad.
P.- ¿Qué pueden hacer hoy las Naciones Unidas?
R.- Lo primero y principal es resolver conflictos de gran calado como la guerra en Siria, Libia o en cualquier otro lugar del mundo que, por cierto, son muchos, por ejemplo, luchar contra el cambio climático y realizar multitud de acciones que requiere que actúe las Naciones Unidas con carácter de urgencia. No se puede ser cínico y debemos abordar entre todos las necesidades mundiales y que prevalezcan las necesidades colectivas, sobre las individuales.
P.- La Educación, la Ciencia, la Cultura y la Comunicación son fundamentales para el progreso de la humanidad ¿Por qué las distintas naciones no hacen todo lo posible para que sus ciudadanos tengan la mayor y mejor formación?
R.- Principalmente porque no participan de un multilateralismo democrático. Debemos pensar que al final de las dos grandes guerras hubo dos magníficos presidentes de los Estados Unidos, uno fue Woodrow Wilson en el año 1918 y, otro Roosevelt en 1945, personas con gran visión que se dieron cuenta que la solución a las guerras era la educación. Que todos los seres humanos son iguales en dignidad y, que todos los seres humanos hombres o mujeres de distintas ideologías, religión o color de piel son iguales en respeto y, esto, es lo que nos dice la constitución de la UNESCO, es decir: “todos los seres humanos son iguales en dignidad” y, añade diciendo “la humanidad será guiada por los principios democráticos de la libertad, la justicia, la igualdad y la solidaridad, agregando, solidaridad intelectual y moral”.
Acudiendo al maravilloso artículo primero de la UNESCO que dice: ”la Unesco garantizará la libre circulación de las ideas por la palabra y por la imagen”, o sea, por la libertad de expresión y, dice que “la educación es ser libre y responsable”. En resumen, a la mayor parte de los estados no les interesa el multilateralismo democrático. Yo creo que la única solución que tenemos es realizar inmediatamente, aunque fuera de forma provisional, una sesión extraordinaria de la Asamblea General de las Naciones Unidas con la participación de la sociedad civil, es decir, que hubiera representantes de “nosotros los pueblos” que es como empieza la Carta de las Naciones Unidas.
P.- ¿Cuál es su mayor preocupación aparte de la educación, la ciencia y la cultura en el mundo actual?
R.- A mí, como científico, aparte de la educación, la ciencia y la cultura, lo que más me preocupa ahora es lo que está ocurriendo respecto al medio ambiente y la extrema pobreza. Hay dos grandes líderes actualmente en el mundo muy comprometidos con todas las causas y, sobre todo, con el medio ambiente, por un lado, Barack Obama, presidente de los Estados Unidos, que dijo: “esta es la primera generación que se enfrenta a este desafío y la última que puede resolverlo”, y el papa Francisco en su encíclica ecológica Laudato si´ que dice entre otras cosas: “cuando digo hoy, es hoy, mañana puede ser tarde”. Con esto quiero decir que debemos evitar que las generaciones posteriores nos digan que no estuvimos a la altura de las circunstancias y que no supimos resolver adecuadamente este gran problema.
P.- ¿Qué destacaría de la UNESCO en la actualidad?
R.- La educación, la ciencia y la cultura son los pilares del futuro y resaltaría que sigue siendo una luz en la oscuridad, destacando que, la UNESCO, sigue proclamando que la educación hace que seamos libres y responsables y estemos guiados por los principios democráticos de la justicia y, fundamentalmente, con unos medios de comunicación libres e independientes porque no pueden estar sujetos a informar en función de intereses políticos y empresariales. Para simplificar, puedo decir que, en la UNESCO actualmente hay mucha oscuridad, pero también muchas luces en el firmamento que nos guían para que sepamos como lo tenemos que hacer.
P.- ¿Cree usted que la UNESCO se ha convertido en una Organización con un gran afán recaudador?
R.- La UNESCO jamás ha tenido un afán recaudador. Por ejemplo, cuando el presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton me dijo que querían regresar de nuevo a la UNESCO pero que las aportaciones económicas dependían del Senado, yo le dije: usted no se preocupe que la UNESCO no vive de dinero, su razón de existir son las ideas y, cuando hay buenas ideas se consiguen los fondos necesarios para su desarrollo como ocurrió, por ejemplo, con la Biblioteca de Alejandría, o en Quito (Ecuador) la Capilla del Hombre, por decirlo de otra forma, la UNESCO vive de la capacidad creadora del ser humano.
P.- Ahora usted es el presidente da la Fundación Cultura de Paz ¿Qué es y cuál son sus objetivos?
P.- Después de muchos años como científico enseñando biología molecular, ahora, me dedico a ver quién somos y no cómo somos y, para ello, fundé hace dieciséis años la Fundación Cultura de Paz, cuyo objetivo es el gran fundamento de la UNESCO como dije anteriormente, es decir, construir la paz en la mente de los hombres y pasar de una cultura de fuerza a una cultura de conciliación, de conversación, de no violencia; de una cultura de diferencia a una de igualdad y dignidad, todos los seres humanos iguales, teniendo fundamentalmente una declaración y un plan de acción muy importante con ochenta actividades en cuanto a: educación, igualdad de género, desarrollo, mediación, libertad de expresión, etc.
Hace cuarenta años creé con don Severo Ochoa (Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 1959), el Centro de Biología Molecular en la Universidad Autónoma de Madrid y, ahora, se ha creado el gran Instituto de Derechos Humanos Democracia y Cultura de Paz.
Breve curiculum
Federico Mayor Zaragoza nació en Barcelona, en 1934. Doctor en Farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1958), en 1963 fue Catedrático de Bioquímica de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Granada y en 1968 llegó a ser Rector de esta institución, cargo que desempeñó hasta 1972. Al año siguiente fue nombrado catedrático de su especialidad en la Universidad Autónoma de Madrid. En estos años puso en marcha el Plan Nacional de Prevención de la Subnormalidad, para evitar, mediante diagnóstico precoz, enfermedades que cursan con grave deterioro mental.
Cofundador en 1974 del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa, de la Universidad Autónoma de Madrid y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Entre otras responsabilidades políticas, el Profesor Mayor ha desempeñado los cargos de Subsecretario de Educación y Ciencia del Gobierno español (1974-75), Diputado al Parlamento Español (1977-78), Consejero del Presidente del Gobierno (1977-78), Ministro de Educación y Ciencia (1981-82) y Diputado al Parlamento Europeo (1987). En 1978 pasó a ocupar el cargo de Director General Adjunto de la UNESCO y, en 1987, fue elegido Director General de dicha Organización, siendo reelegido en 1993 para un segundo mandato. En 1999, decide no presentarse a un tercer mandato y, a su regreso a España, crea la Fundación para una Cultura de Paz, de la que es Presidente.
A lo largo de los doce años que estuvo al frente de la UNESCO (1987-1999) el Profesor Mayor Zaragoza dio un nuevo impulso a la misión de la Organización -«construir los baluartes de la paz en la mente de los hombres»-, al convertirla en una institución al servicio de la paz, la tolerancia, los derechos humanos y la convivencia pacífica, mediante actividades en sus ámbitos de competencia y siempre fiel a su cometido original. Siguiendo las orientaciones del Profesor Mayor, la UNESCO creó el Programa Cultura de Paz, cuyo trabajo se organizó en cuatro vertientes principales: la educación para la paz, los derechos humanos y la democracia; la lucha contra la exclusión y la pobreza; la defensa del pluralismo cultural y diálogo intercultural; y la prevención de conflictos y consolidación de la paz.
Con la Fundación para una Cultura de Paz, constituida en Madrid en marzo de 2000, el Profesor Mayor continúa la labor emprendida como Director General de la UNESCO de impulsar el tránsito de una cultura desde la violencia e imposición a una cultura de paz y tolerancia. Celebra cursos sobre Cultura de Paz -contenidos educativos, orígenes de los conflictos, democracia, derechos humanos- y reuniones y «talleres». En diciembre de 2000 organizó un Encuentro Internacional, al que asistieron grandes personalidades que han destacado en la lucha por la justicia, la libertad y la paz. Al término de dicho encuentro, se aprobó por unanimidad la Declaración de Madrid y se publicó, con las intervenciones habidas, el libro «El Contrato Global«.
En el mes de diciembre de 2002, la Presidencia Danesa de la Unión Europea le encomendó la Presidencia del ERCEG (European Research Council Expert Group) para la «economía basada en el conocimiento» cuyo liderazgo debería Europa alcanzar en el año 2010.
En 2005 fue designado Co-Presidente del Grupo de Alto Nivel para la Alianza de Civilizaciones, por el Secretario General de las Naciones Unidas. El Informe del Grupo de Alto Nivel se presentó en Estambul in noviembre de 2006.
Presidente de “Initiative for Science in Europe” (ISE) en enero de 2007.
En junio de 2008 ha sido nombrado Presidente del Consejo Directivo de la Agencia de Noticias Inter Press Service (IPS).
Entre otras actividades de cooperación nacional e internacional, destaca la creación, en la Universidad Politécnica de Cataluña, del Foro Mundial de la Sociedad Civil, «UBUNTU», una Red de Redes para aunar comunicados, posicionamientos y propuestas, que desde 2001 concentra buena parte de su dedicación a la Reforma de las Instituciones Internacionales.