Ndapewoshali Ashipala trabaja para la Asociación de Museos de Namibia. Con su compañera Memory Biwa crearon un proyecto cuyo objetivo es promover la enseñanza del Holocausto y otros genocidios en Namibia, que incluye la primera exposición sobre el genocidio de 1904 contra los Hereros y los Namas, que se presentará en las 14 regiones del país
Por UNESCO.org
¿Por qué es importante enseñar las cuestiones vinculadas con el Holocausto en Namibia?
Es importante porque Namibia vivió una historia similar al Holocausto. Hubo un genocidio en Namibia en 1904 cuando el país era una colonia alemana. Existen numerosas similitudes entre el genocidio judío, fundamentalmente en los campos de concentración, la ciencia racial y la orden de exterminar a un grupo de personas, y mucho más en cuanto a las semejanzas en la manera en que el genocidio se perpetró.
El programa escolar namibio prevé la enseñanza del Holocausto, pero no incluye el genocidio en Namibia. Es por eso que queremos que los alumnos namibios comprendan la historia, en particular hoy, en el contexto de las negociaciones que se llevan a cabo entre el gobierno namibio y el gobierno alemán para obtener compensaciones. Deseamos que los alumnos conozcan esta historia, ya que el namibio medio no sabe casi nada sobre este genocidio – y algunos ni siquiera saben que tuvo lugar. Como los educandos tienen algunos conocimientos sobre los crímenes atroces perpetrados por la Alemania Nazi, queremos vincular los cursos sobre el genocidio en Namibia y el Holocausto, con miras a que los alumnos entiendan mejor lo que sucedió en el país en 1904 y lo que sucede actualmente.
Para nosotros esto significa también una forma de sensibilizar en lo tocante a otras formas de discriminación, de racismo y de tribalismo que han existido también en Namibia, debido a nuestro pasado colonial, en particular durante el gobierno del Apartheid, un régimen que agravó las barreras étnicas. Incluso entre los negros estábamos divididos en tribus y grupos étnicos según enfoques que consideraban que ciertos grupos “se acercaban más a los blancos”. Mientras “más cerca” de los blancos eras considerado, más privilegios tenías. Esto influía en el modo de vida, el trabajo al que se podía aspirar y el tipo de educación que se podía recibir. Todo esto se encuentra, incluso 28 años después de la independencia de Namibia, enraizado en nuestra sociedad. El sistema [colonial] logró convencer a personas que eran más o menos semejantes y que vivían juntos, que debían detestarse y que algunos de ellos eran superiores a los otros.
Esto ha sido siempre un problema subyacente en Namibia. Recientemente, dos miembros del Parlamento tuvieron que dimitir de sus funciones por comentarios de tipo tribal, y ocurrieron ciertos actos violentos, violencia de carácter tribal, en el sur del país. Esto se convierte en un problema grave para la comunidad namibia también, y el conflicto comienza a despuntar otra vez.
Mediante nuestra exposición titulada “El genocidio namibio – Sacar provecho de las lecciones del pasado” tratamos entonces de enseñar el Holocausto y el genocidio [en Namibia] para mostrar lo que puede ocurrir si continuamos respaldando los discursos de tipo “nosotros contra ellos”.
¿Qué papel puede desempeñar la educación al abordar los acontecimientos difíciles y violentos en la historia de Namibia? Y, en este sentido, ¿qué puede mejorarse en el sistema educativo namibio?
Los planes de estudio nacionales namibios no abordan mucho las cuestiones vinculadas con el genocidio en Namibia, pero abarcan los crímenes perpetrados por la Alemania nazi. La historia es una asignatura obligatoria hasta el décimo grado, pero es bastante general y más bien factual, algo así como “tal acontecimiento ocurrió tal día”. Sólo en onceno y duodécimo grados, en donde la historia es una asignatura facultativa, el programa comienza a ser más profundo, obliga a que los educandos participen y exige de ellos una reflexión más crítica.
El sistema educativo namibio se centra fundamentalmente en las materias STEM tales como ciencias, tecnología y matemáticas. Es el modelo que nuestro país ha seguido para propiciarnos la independencia económica. Por ello, la historia se considera como ese tipo de asignatura que sólo escogen los niños que no pudieron seguir los estudios en materia de STEM. La historia es a menudo la última opción de la mayor parte de los educandos. Sólo un pequeñísimo número escoge la historia en onceno o duodécimo grados y, por consiguiente, descubren nuestro pasado de violencia. No obstante, estos cursos se centran principalmente en nuestra lucha por la independencia y menos en el Holocausto o el genocidio en Namibia.
[Con nuestro equipo de la ICEH] tratamos de completar el programa de historia. Es por ello que colaboramos con diferentes entidades, tales como el Instituto Nacional de Educación y Desarrollo (NIED, por sus siglas en inglés), que se encargan de elaborar el programa escolar namibio. Colaboramos con ellos para que nuestra exposición deje de ser algo que se visita “y nada más” para convertirse en algo que se integre a las aulas.
¿Qué medidas toman en colaboración con su equipo de la ICEH 2017 para contribuir a la promoción de la enseñanza del Holocausto y otros genocidios en Namibia?
El equipo de antes había preparado ya una exposición [sobre el genocidio contra los hereros y los namas en Namibia]. Lo que hacemos ahora es actualizarla, ya que hemos recibido contribuciones de parte del gobierno. Dado que se trata de una época y de un tema muy sensible, debemos garantizar la utilización de la terminología adecuada y lograr que la exposición se ajuste a las exigencias legales del gobierno y los donantes. Acabamos de participar en un taller con las personas responsables de la elaboración del plan de estudios y los responsables de la educación en todo el país, y revisaron nuestro contenido. Asimismo, introdujeron algunas modificaciones, por lo que estamos trabajando en estos ajustes antes de que reimprimamos la documentación sobre la exposición.
Disponemos de la financiación del Ministerio de Relaciones Exteriores y de Cooperación para que nuestra exposición recorra todo el país, al mismo tiempo que la exposición “Deadly Medicine” (La Medicina Mortal) del Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos. Habrá una presentación oficial en cada una de las 14 regiones de Namibia. Invitaremos a los docentes y a los alumnos a visitar la exposición. Cada docente que visite la exposición recibirá un manual que contiene la versión impresa de la exposición y preguntas suplementarias para debatir en las clases. El manual también estará a disposición de los departamentos regionales de educación y será de mucha utilidad para completar el programa escolar actual hasta que nuestros materiales pedagógicos queden integrados al plan de estudios oficial. Por último, es posible que la exposición regrese a la Asociación de Museos de Namibia, donde la prestaremos para eventos puntuales. No obstante, nuestro objetivo es, ante todo, presentarla en todas las regiones, y como nuestro país es muy extenso nos llevará aproximadamente dos años recorrerlo.
¿En qué medida la iniciativa conjunta de la UNESCO y el USHMM les ayudaron a realizar su proyecto?
El genocidio de 1904 es un tema muy sensible para el público, en particular actualmente en el contexto de las negociaciones entre el gobierno namibio y Alemania. Debido a los debates actuales necesitamos tiempo para crear la exposición. El apoyo y patrocinio de la UNESCO y del USHMM nos ha ayudado a darle legitimidad internacional a la exposición y ahora debemos recibir el respaldo oficial del gobierno namibio para presentarla.
¿Qué resultados esperan obtener con este proyecto?
Nuestro proyecto y nuestra exposición se titulan “Learning from the past” (Sacar provecho de las lecciones del pasado) y es esto lo que esperamos lograr. Tratamos de utilizar la enseñanza de la historia como plataforma para enseñar la sensibilidad y la tolerancia en el seno de la comunidad namibia. Y no sólo la tolerancia con respecto a la raza, sino también sobre otras cuestiones sujetas a debate en nuestras comunidades, tales como la violencia basada en cuestiones de género, el sexismo, la homofobia y toda forma de “ismo” o de fobia. Tratamos de sanar una comunidad que se encuentra muy dividida sobre las cuestiones religiosas y tradicionales. Es por ello que tratamos de construir una comunidad que se perciba como un todo, antes que dividida en “nosotros contra ellos”; una comunidad que comprenda la belleza de la diversidad en lugar de exacerbar las diferencias. Tratamos de construir una comunidad multicultural, en la que cada cual desempeñe un papel. En este contexto, hablar de enseñar “la tolerancia” es incluso poco, ya que se trata de enseñar a apreciar al otro por su diferencia y a querer sus diferencias antes que convertirlas en objeto de miedo o de odio.
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