El Evangelio de Miroslav es una obra litúrgica considerada como el más importante y más hermoso de los libros serbios manuscritos inscrito en el Registro Memoria del Mundo de la UNESCO
Fue creado alrededor de 1180 por dos monjes estudiantes para el duque Miroslav, hermano de Esteban Nemanja, gran príncipe del estado serbio medieval de Raška. Escrito sobre un pergamino, en cirílico uncial (la escritura cirílica que se desarrolló a partir del griego en el siglo IX), es un monumento a la temprana alfabetización serbia. La obra está decorada con, aproximadamente, 300 miniaturas estilizadas de una belleza impresionante, y es representativa de un grupo de manuscritos iluminados, con un estilo particular y una iconografía resultado de la fusión de elementos occidentales (italianos) y orientales (bizantinos). Durante siglos el Evangelio de Miroslav estuvo guardado en el Monasterio de Chelandariou de la iglesia serbia ortodoxa del Monte Athos, en Grecia. En la actualidad se encuentra en el Museo Nacional de Serbia, en Belgrado. La Biblioteca Nacional de Serbia se encarga de preservarlo. En 2005, el Evangelio de Miroslav fue inscrito en el registro «Memoria del Mundo» de la UNESCO, que recoge los documentos del patrimonio documental de interés universal, a fin de garantizar su protección y que actualmente cuenta con solo 120 documentos de importancia excepcional y universal.
La singularidad del Evangelio de Miroslav ejerció una gran influencia en todos los demás manuscritos de la Europa medieval. Es el documento más precioso e importante del patrimonio cultural de Serbia. La mezcla de influencias occidentales y orientales le convierte en un códice único en su género a escala regional y mundial; explica el origen de la escritura cirílica. Las letras son una obra de arte de la caligrafía y las ilustraciones son atrevidas, así como las miniaturas y las letras capitales.
Este precioso documento de pergamino y pan de oro se ha conservado casi íntegro, y refleja bien el poder alcanzado por los príncipes cristianos de los Balcanes a finales del siglo XII.
Existe una edición facsímil con una tirada de 299 ejemplares en las bibliotecas más importantes del mundo, y uno de de ellos se encuentra aquí entre nosotros y se podrá disfrutar junto con un documental sobre su origen en el Museo Nacional de Antropología de Madrid (España) a partir del 13 de febrero de 2017.
Qué son los Manuscritos iluminados de Europa
Los manuscritos iluminados son libros escritos a mano que han sido decorados (iluminados) con oro, plata o colores brillantes. Las iluminaciones pueden incluir ilustraciones pequeñas (miniaturas), iniciales, bordes ornamentales u otros elementos decorativos. Servían para indicar divisiones dentro de un texto, para contar historias y para embellecer y agregar elementos visualmente memorables a los textos. Si bien los ejemplos sobrevivientes más antiguos datan de la Antigüedad tardía (del siglo III al siglo V), no fue hasta la Europa medieval que la iluminación de manuscritos alcanzó su apogeo: los iluminadores, que trabajaban dentro de talleres llamados scriptoria, producían salterios iluminados, Biblias, textos litúrgicos, vidas de santos ilustradas, entre otras obras. Después de la invención de la imprenta, se siguieron produciendo manuscritos iluminados, y, con frecuencia, los libros impresos también contaban con esta clase de ilustraciones.
Serbia también cuenta con el Archivo de Nikola Tesla
Patrimonio documental propuesto por Serbia y recomendado para su inclusión en el Registro de la Memoria del Mundo en 2003.
Este archivo está integrado por una colección única de manuscritos, fotografías, documentos científicos y patentes, cuyo conocimiento es indispensable para estudiar la historia de la electrificación mundial. Nikola Tesla (1856-1943), inventor y científico norteamericano nacido en Serbia, fue un precursor de la electrificación, y sus descubrimientos sobre el sistema polifásico influyeron considerablemente en el desarrollo tecnológico. En efecto, ese sistema es la piedra angular de la producción moderna de energía eléctrica, de la transmisión y utilización de corriente a larga distancia y de las comunicaciones.
Desde el comienzo de su explotación a finales del siglo XIX hasta hoy, el sistema polifásico, juntamente con el motor asíncrono, ha sido mejorado hasta niveles de perfeccionamiento que nadie habría podido soñar.
Nikola Tesla está considerado como un científico de extraordinaria imaginación, cuyas ideas abrieron caminos hacia un gran número de descubrimientos importantes, sin los cuales nuestra civilización carecería de muchas de sus comodidades tecnológicas: la radio, el radar, la televisión, motores de todo tipo, campos de alta frecuencia, bobinas, computadoras. Algunas de las ideas de Tesla aún están por llevar a la práctica.
Muy por delante de su tiempo, Tesla fue en 1900 uno de los primeros en advertir el incipiente problema energético, como conclusión de sus famosos experimentos en Colorado Springs (1899-1900). En su honor se dio el nombre de «tesla» a la unidad de inducción magnética en el Sistema Internacional de Unidades (SI).
Dicho en términos sencillos, esta colección documenta la etapa más importante en el desarrollo del mundo moderno, que gracias al sistema de Tesla hizo posible y fácil la producción de energía y su distribución.
Antecedentes del Programa Memoria del Mundo
La UNESCO creó el Programa Memoria del Mundo en 1992. La conciencia creciente del lamentable estado de conservación del patrimonio documental y del deficiente acceso a éste en distintas partes del mundo fue lo que le dio el impulso original. La guerra y los disturbios sociales, más una grave falta de recursos, han empeorado problemas que existen desde hace siglos.
Importantes colecciones en todo el mundo han sufrido distintas suertes. El saqueo y la dispersión, el comercio ilícito, la destrucción, así como el almacenamiento y la financiación inadecuados han contribuido a esta situación. Gran parte del patrimonio documental ha desaparecido para siempre y otra parte importante está en peligro. Afortunadamente, algunas veces se descubren elementos de él que se daban por desaparecidos.
En 1993 se reunió por primera vez en Pultusk (Polonia) el Comité Consultivo Internacional (CCI), que preparó un Plan de Acción que definía la función de la UNESCO como coordinador y catalizador para sensibilizar a los gobiernos, las organizaciones internacionales y las fundaciones, y fomentar la creación de asociaciones con miras a la ejecución de los proyectos. Se crearon sendos Subcomités Técnico y Comercial. Se inició la preparación de directrices generales para el Programa a través de un contrato con la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas), así como la elaboración por la IFLA y el CIA (Consejo Internacional de Archivos) de listas de colecciones de bibliotecas y de fondos de archivos que hubiesen sufrido daños irreparables. Por medio de sus Comisiones Nacionales, la UNESCO preparó una lista de las bibliotecas y los fondos de archivo en peligro y una lista mundial del patrimonio cinematográfico de distintos países.
Entre tanto, se inició una serie de proyectos piloto que recurren a la tecnología moderna para reproducir en otros soportes el material original del patrimonio documental (por ejemplo, un CD-ROM de la Crónica de Radziwil del siglo XIII, que expone los orígenes de los pueblos de Europa, y una Memoria de Iberoamérica, un proyecto conjunto de microfilmación de periódicos en el que participan siete países latinoamericanos). Estos proyectos han mejorado el acceso a este patrimonio documental y han contribuido a su preservación.
Desde entonces, se han celebrado reuniones del CCI cada dos años. Hasta la fecha, se han creado varios comités nacionales de la Memoria del Mundo en todo el mundo.
El Registro “Memoria del Mundo”, que, en cierto modo es el aspecto del Programa más visible para el público, se basa en las Directrices de 1995 y se ha ampliado a través de las inscripciones aprobadas por las sucesivas reuniones del CCI.
Objetivos del programa
La concepción del Programa Memoria del Mundo es que el patrimonio documental mundial pertenece a todos, debe ser plenamente preservado y protegido para todos y, con el debido respeto de los hábitos y prácticas culturales, debe ser accesible para todos de manera permanente y sin obstáculos.
La misión del Programa Memoria del Mundo es la siguiente:
- Facilitar la preservación del patrimonio documental mundial mediante las técnicas más adecuadas.Se puede hacer prestando directamente asistencia práctica, difundiendo consejos e información y fomentando la formación, o bien asociando patrocinadores a proyectos oportunos y apropiados.
- Facilitar el acceso universal al patrimonio documental.Este aspecto comprenderá la promoción de la producción de copias digitales y catálogos consultables en Internet y la publicación y distribución de libros, CD, DVD y otros productos de manera tan amplia y equitativa como sea posible. Cuando el acceso tenga repercusiones para quienes custodian el patrimonio, se tendrá en cuenta esta circunstancia. Se reconocerán las restricciones legales y de otro tipo en materia de accesibilidad a los archivos. Se respetarán las sensibilidades culturales, como el hecho de que las comunidades indígenas conserven su patrimonio y controlen su acceso. Los derechos de propiedad privada están garantizados por ley.
- Crear una mayor conciencia en todo el mundo de la existencia y la importancia del patrimonio documental.Para ello se recurrirá, aunque no exclusivamente, a ampliar los registros de la Memoria del Mundo y a utilizar en mayor medida los medios de comunicación y las publicaciones de promoción e información. La preservación y el acceso no sólo son complementarios, sino que contribuyen a la sensibilización, ya que la demanda de acceso estimula la labor de preservación. Se fomentará la producción de copias de acceso para evitar una excesiva manipulación de los documentos a preservar.
Premio de la UNESCO/Jikji Memoria del Mundo
En abril de 2004, el Consejo Ejecutivo de la UNESCO aprobó la creación del Premio de la UNESCO/Jikji Memoria del Mundo, como medio para promover el Programa Memoria del Mundo y conmemorar la inscripción del Jikji, o “Buljo jikji simche yojeol”, el libro existente más antiguo impreso con tipos móviles metálicos. El Premio, que se otorga cada dos años, consiste en 30.000 dólares estadounidenses que se entregan a personas o instituciones que hayan realizado contribuciones importantes a la preservación y la facilitación del acceso al patrimonio documental. El monto del Premio, sus gastos de funcionamiento y todos los gastos relacionados con la ceremonia de entrega son sufragados por la República de Corea. El Premio está abierto a los gobiernos de los Estados Miembros y a las organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales que mantienen relaciones formales con la UNESCO. Las candidaturas se deben presentar a la Directora General. El Programa Memoria del Mundo constituye el proyecto emblemático de la UNESCO en materia de preservación del patrimonio documental de la humanidad. En su Registro figuran bienes del patrimonio documental que han recibido el visto bueno de la Directora General por cumplir los criterios de selección que determinan su importancia mundial. El Jikji contiene los principios fundamentales del budismo zen recopilados por el sacerdote Baegun a finales del reinado de la dinastía Goryeo. El libro fue impreso en dos volúmenes. El primer volumen sigue desaparecido y el segundo se encuentra en la Biblioteca Nacional de Francia.