La Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay, expresó su profunda tristeza ante el fallecimiento de Amadou Mahtar M’Bow, antiguo Director General de la UNESCO (1974–1987), el primer africano que ha dirigido una organización internacional
«Humanista de convicción e intelectual polifacético, Amadou Mahtar M’Bow marcó profundamente nuestra institución al defender con firmeza la exigencia en materia de solidaridad e igualdad de dignidad entre los pueblos y entre las culturas», aplaudióAudrey Azoulay. «En el momento de las independencias, también se esforzó por que cada Estado encontrara su lugar en la UNESCO, dando cuerpo y haciendo realidad la ambición del multilateralismo. Le debemos especialmente la obra científica monumental de la Historia general de África, que ha proporcionado al mundo y, en particular, a las africanas y africanos, un medio de apropiarse su historia y proyectarse en el futuro», añadió, dirigiendo su pésame «a sus familiares, amigos y a numerosas personas, dentro y fuera de la UNESCO, que lo consideraban como un modelo de pensamiento y acción».
Amadou Mahtar M’Bow, nacido en Dakar en 1921, fue ministro de Educación, Cultura y Juventud de Senegal, participando activamente en la vida política del país, y Director General de la UNESCO durante 13 años. «La trayectoria que condujo al joven campesino del Sahel africano a liderar una de las organizaciones más prestigiosas de las Naciones Unidas, es probablemente un ejemplo en cuanto a la emergencia de otro mundo largo tiempo esclavizado, despreciado cuando no ignorado, el de los pueblos desheredados», escribió el periodista y futuro diplomático, Pierre Kalfon, durante la elección de M’Bow como Director General.
El joven Amadou fue admitido en la escuela colonial tras haber asistido a la escuela coránica. Posteriormente, prosiguió con el «curso comercial» de la Cámara de comercio de Dakar antes de aprobar las oposiciones a empleado de la administración colonial. Fue voluntario en Francia en 1940, y volvió a Senegal tras la derrota francesa. Cuatro años más tarde, participó en el desembarco de Provenza y en la liberación de Francia.
Al finalizar sus estudios de historia en la Universidad de la Sorbona, el joven profesor volvió a su país en 1951, donde trabajó en la enseñanza durante dos años antes de ocupar un puesto en la creación y dirección de la educación básica en Senegal y Mauritania. Ejerció como ministro de Educación y Cultura durante la época de la autonomía interna (1957-1958), y dimitió para poder implicarse en la lucha por la independencia de Senegal. Una vez que el país logró su independencia, Amadou obtuvo el cargo de ministro de Educación Nacional (1966-1968), posteriormente de la cultura y la juventud (1968-1970) y diputado de la Asamblea Nacional.
Fue nombrado Subdirector General de Educación de la UNESCO en 1970 y elegido Director General de la Organización en 1974, cargo que ocupó hasta 1987 tras haber sido nuevamente elegido en 1980. Su acción como director de la UNESCO se enfocaba en dos grandes prioridades: la promoción del consenso como modo de decisión colectiva en la UNESCO, y la defensa de la independencia de la función pública internacional.
Amadou Mahtar M’Bow expresa su «profunda convicción de que el mundo es uno y que la lucha por el ser humano es la misma en todas partes». En su opinión, «la humanidad está condenada a vivir en la era de la solidaridad, si no quiere conocer la de la barbarie».
Amadou Mahtar M’Bow también defiende firmemente un «nuevo orden mundial de la información y de la comunicación» – siendo en aquel momento la información internacional exclusivamente difundida por cinco grandes agencias de prensa, todas ellas situadas en Europa y América del Norte, de modo que las noticias fluían esencialmente de Norte a Sur.
La era M’Bow queda marcada por iniciativas sostenibles, como la del Programa internacional para el desarrollo de la comunicación (PIDC), creado en 1981, el Comité del Patrimonio Mundial, instituido por la Convención del Patrimonio Mundial de 1972 (enlace en inglés) y establecido en 1976, que contribuyó considerablemente al renombre de la UNESCO y, dos años más tarde, el Comité Intergubernamental para Fomentar el Retorno de los Bienes Culturales a sus Países de Origen o su Restitución en Caso de Apropiación Ilícita (en inglés).
Bajo la dirección de Amadou Mahtar M’Bow, también se designaron las primeras reservas de biosfera, áreas protegidas y reconocidas por la UNESCO como regiones modelo que reconcilian la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sostenible.
Acerca de la UNESCO
La UNESCO, con sus 194 Estados Miembros, contribuye a la paz y la seguridad al liderar la cooperación multilateral en educación, ciencia, cultura, comunicación e información. Con sede en París, la UNESCO tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. Supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; redes de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. La Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.