Las consecuencias serán devastadoras poniendo a millones de personas en riesgo: más olas de calor y más extremas, sequías más intensas, y subida del nivel del mar, entre otras amenazas
La Organización Meteorológica Mundial ha informado que existe un 47% de probabilidades de que la temperatura media mundial durante todo el quinquenio 2024-2028 supere en 1,5 °C la de la era preindustrial, frente al 32% del informe del año pasado para el periodo 2023-2027.
Según el informe anual sobre el estado del clima mundial, esa probabilidad se eleva al 80% cuando hablamos de que la temperatura media anual del planeta supere “temporalmente” los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales durante al menos uno de los próximos cinco años.
El informe señala que, además, hay un 86% de probabilidades de que al menos uno de estos años establezca un nuevo récord de temperatura, superando a 2023, que es actualmente el año más cálido.
De hecho, esto es lo que ha ocurrido en los últimos 12 meses, ya que la temperatura media mundial de junio de 2023 a mayo de 2024 fue la más alta registrada, con 1,63 °C por encima de la media preindustrial de 1850-1900, según el conjunto de datos ERA5 de Copernicus Climate Change.
¿Cuál es el problema?
Los líderes mundiales se comprometieron en el Acuerdo de París a mantener la temperatura media mundial por debajo del umbral de los 2 grados centígrados porque por encima de esa cifra, el cambio climático empieza a ser cada vez más peligroso para el ser humano y para la supervivencia del planeta. En ese mismo acuerdo, se comprometieron a continuar los esfuerzos para limitar el aumento a los 1,5 grados.
Las primeras consecuencias, como las que hemos vivido en los últimos años y los últimos meses, se han dejado notar. Con los niveles actuales de calentamiento global, ya se están produciendo efectos devastadores sobre el clima. Entre ellos, olas de calor, precipitaciones y sequías más extremas; reducción de las capas de hielo, del hielo marino y de los glaciares; aceleración de la subida del nivel del mar y calentamiento de los océanos.
De hecho, la diferencia entre 1,5° y 2° podría determinar la extinción o la supervivencia de algunas comunidades costeras y de pequeños Estados insulares y destruir los medios de subsistencia de 300 millones de personas.
Los 1,5° no son una meta. Tampoco son un objetivo. Son un límite físico.
Todos esos efectos se agravarán si el calentamiento del planeta continúa.
“Detrás de estas estadísticas se esconde la sombría realidad de que estamos muy lejos de cumplir los objetivos fijados en el Acuerdo de París”, afirmó el Secretario General Adjunto de la OMM, Ko Barrett.
Barret comentó que «debemos hacer urgentemente más para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, o pagaremos un precio cada vez más alto en términos de billones de dólares en costes económicos, millones de vidas afectadas por un clima más extremo y grandes daños al medio ambiente y la biodiversidad.»
Ruleta rusa
Tras conocer los detalles del informe, el Secretario General de la ONU dijo que “estamos jugando a la ruletea rusa” con el planeta.
“Necesitamos una rampa de salida de la autopista hacia el infierno climático. Y la buena noticia es que tenemos el control de la ruleta. La batalla para limitar el aumento de la temperatura a 1,5 grados se ganará o se perderá en la década de 2020, bajo la vigilancia de los líderes de hoy”, dijo António Guterres en una llamada a la acción hecha desde el Museo de Historia Natural de la ciudad de Nueva York, que coincide con el Día Mundial del Medio Ambiente.
Por su parte, Carlo Buontempo, director del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, dijo que vivimos tiempos sin precedentes.
Hay esperanza
Sin embargo, destacó que también “disponemos de una habilidad sin precedentes para vigilar el clima y esto puede ayudar a informar nuestras acciones”.
Para Buontempo, “esta serie de meses más calurosos se recordarán como comparativamente fríos, pero si conseguimos estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera en un futuro muy próximo, podríamos volver a estas temperaturas ‘frías’ a finales de siglo».
Ko Barrett coincidió con esa observación cuando dijo que “hemos superado temporalmente este nivel en meses concretos y, de hecho, en el promedio de los últimos 12 meses. Sin embargo, es importante subrayar que los rebasamientos temporales no significan que el objetivo de 1,5 °C se haya perdido de forma permanente, ya que éste se refiere a un calentamiento a largo plazo durante décadas».