El gran poeta, letrista y escritor fallecido el 9 de diciembre de 1982, fue una de las personas clave de la Generación del 27, creando unos textos que dieron la vuelta al mundo, y fueron interpretados por los mejores artistas
Por Juan Ignacio Vecino
Aún hoy, sus letras siguen escuchándose por todas partes y nunca se le dispensó un homenaje que tenía bien merecido.
Rafael de León y Arias de Saavedra, Conde de Gómara, Marqués del Moscoso, y Marqués del Valle de la Reina, sigue vivo en nuestra memoria a través de su profesionalidad como poeta, escritor, letrista y compositor, habiendo sido una de las personalidades más importantes de su tiempo que, junto a Quintero y Quiroga, lograron componer excelentes coplas, teniendo registradas más de cinco mil canciones.
El Maestro Rafael de León nació en Sevilla (España) el 6 de febrero de 1908 y falleció en Madrid (España) el 9 de diciembre de 1982. Estudió Derecho en la Universidad de Granada, pero nunca ejerció.
Fue amigo de Rafael Alberti, Federico García Lorca, León Felipe y Antonio Machado, entre otros muchos. A algunos de ellos los conoció en la cárcel cuando fue detenido al inicio de la Guerra Civil Española por los republicanos en Barcelona, solamente por su origen aristocrático.
Aunque no se menciona habitualmente, fue uno de los mayores exponentes de la Generación del 27 injustamente olvidado.
La obra poética de Rafael de León, queda dividida en esos dos grandes apartados: poesía y letras para canciones. En muchos casos unas y otras tienen un inconfundible vínculo por derivar, alimentarse o inspirarse las unas de las otras. Casi toda su obra está inspirada en ambientes muy típicos del sur de España.
Su primer libro de poesías Pena y alegría del amor aparece publicado en 1941. Un segundo libro titulado Jardín de papel aparece el año 1943.
Debido a su interés por el mundo del espectáculo fue donde conoció y colaboró con el letrista Antonio García Padilla, alias «Kola», -padre de la actriz y cantante Carmen Sevilla-, y de aquella relación surgieron algunas canciones conocidas. Como letrista, «Kola» no conseguía la refinada calidad de Rafael de León; pero éste, aceptó voluntariamente el ser colaboradores en la firma de canciones, ya
que de esa manera se le facilitaba la entrada en ese círculo adverso para un aristócrata. Situación muy parecida a la que años más tarde repetiría con el autor teatral Antonio Quintero; y con los letristas Xandro Valerio y Ochaíta; los
cuales co-firmaron muchas letras de canciones y algunas poesías
con Rafael de León.
En 1932, Rafael de León se traslada a Madrid de la mano del gran músico sevillano Manuel Quiroga, que junto con el autor teatral Antonio Quintero, llegaría a formar el fructuoso trío «Quintero, León y Quiroga».
Después de la contienda española el poeta empieza a colaborar con los guiones de la cinematografía del momento. En Madrid no deja de pasear por sus céntricas calles que le sirven de inspiración para luego plasmar las letras de sus coplas. Una pregunta que hoy día nos hacemos es, que fue primero, los poemas o las coplas. El poeta utilizaba las palabras de una forma mágica con una extraordinaria profundidad. Sus versos cortos y largos hacían que la métrica musical fuera muy fácil de comprender. Era un gran amante de la belleza y, por ello, si indagamos bien en sus letras nos damos cuenta de su sutileza para hablar de temas, en algunos casos, escabrosos. Podemos decir, que gracias a Rafael de León la mujer adquirió una gran relevancia.
Gracias a la radio, que tiene un desarrollo vital para la copla, hoy conocemos muchas de sus canciones, pero, también las actuaciones en los teatros.
El estilo de estrofa poética más abundantemente empleado por Rafael de León es el del romance octosílabo; pero en algunas otras se pueden encontrar
estrofas de seguidilla, soleá, copla, romancillo, redondilla, y
más raramente el soneto y la lira. Aunque tiene algunas poesías
con versos alejandrinos y rima blanca (sin rima), su obra es en
general una rima de alta sonoridad ya que incluso en muchos de
sus romances introducen la rima consonante.
Las coplas de Quintero, León y Quiroga han sido cantadas por las más importantes voces del género, tanto en su época como en la actualidad que les abrieron las puertas de los mejores escenarios del mundo, como por ejemplo: Concha Piquer, Manolo Corrales, Juana Reina, Miguel de Molina, Antonio Amaya, Lola Flores, Rosa Morena, Rocío Jurado, Marujita Díaz, Estrellita Castro, Manolo Caracol, Imperio Argentina, Raquel Meyer, Nati Mistral, Sara Montiel, Manolo Escobar, Marifé de Triana, Isabel Pantoja, Pasión Vega, Martirio, La Paquera de Jerez, Carmen Sevilla, Carlos Cano, Miguel Poveda, Juanito Valderrama, Nino Bravo, Raphael, Rocío Dúrcal, Pedro Guerra, Diana Navarro y Antonio Carmona, entre otros. Cuando comienza la decadencia de la copla, en los años 60 y 70 del siglo pasado, Rafael de León se convierte en un autor muy popular también, componiendo para algunos de los mencionados anteriormente, pero, no debemos olvidar que en los años 80 vuelve la copla otra vez con gran auge.
Podemos afirmar rotundamente que, con el fallecimiento de Rafael de León, la copla sucumbió con él, pero su legado, continua actualmente. La copla sin el poeta, no habría existido tal y como la conocemos.
Desde esta publicación le pedimos al ministerio de Cultura de turno, que realice un gran homenaje al más grande compositor de copla que ha existido y, además, se publique una gran antología de poesía y copla que Rafael de León se merece. El único ayuntamiento que ha realizado homenajes, y ha puesto el nombre de Rafael de León a su Auditorio Municipal es el de Tomares (Sevilla).
De la larga trayectoria profesional de Rafael de León podemos disfrutar de algunas canciones que todo el mundo conoce como, por ejemplo: