El nuevo informe de la UNESCO y CEPE alerta sobre la falta de cooperación internacional en materia de gestión de los ríos, lagos y acuíferos compartidos, e insta a los países a colaborar de manera urgente
El ritmo lento de los avances amenaza con retrasar las estrategias conjuntas necesarias para abordar el incremento de los efectos generados por las sequías y las inundaciones en el contexto del cambio climático.
En la actualidad, 153 países dependen de las aguas transfronterizas que fluyen dentro de los países o entre ellos. Sin embargo, según un nuevo informe de la UNESCO y UNECE, tan solo el 28 % de los países cuenta con acuerdos eficaces que permiten cogestionar la mayoría de estos recursos vitales[1]. El informe también alerta que, si persiste la tendencia actual, apenas un tercio de dichos países conseguirá instaurar una gestión conjunta eficaz para 2030.
Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO, dijo: “Los Países solo lograrán realizar una gestión eficaz de las aguas compartidas y mitigar los efectos de las inundaciones y sequías, que se están agravando debido a la perturbación del clima y de la biodiversidad, si colaboran con los países vecinos. Aunque se han conseguido realizar avances, con un número de acuerdos que ha ido aumentando desde 2017, siempre con el apoyo de la UNESCO, insto a los Estados Miembros a que incrementen sus esfuerzos para aplicar una gestión sostenible de estos recursos esenciales. Su escasez, cada vez más acentuada, genera unos efectos negativos considerables en nuestras sociedades”.
Tatiana MolceanSecretaria Ejecutiva de CEPE, afirmó: “El impulso creciente de la cooperación transfronteriza en materia de agua demuestra que estamos avanzando en la buena dirección, pero todavía debemos aumentar nuestros esfuerzos para lograr una gestión del agua conjunta ante el agravamiento de la crisis climática a la que se enfrentan los países en todo el mundo. Se han establecido más de 100 acuerdos de cooperación transfronteriza desde la entrada en fuerza del Convenio del Agua de las Naciones Unidas en 1996, gestionada por CEPE. Animo a todos los Gobiernos a que se unan a la comunidad mundial de partes implicadas en este tratado, una comunidad que se está expandiendo con gran rapidez”.
El informe destaca que el nivel de cooperación es mayor en lo que respecta a ríos y cuencas lacustres que son áreas cerradas donde el drenaje termina en lagos o salares, en comparación con los acuíferos. Hasta el 41 %[2] de los países que comparten ríos y lagos transfronterizos tienen acuerdos operativos de gestión para la mayor parte de estas aguas, en comparación con apenas un 25 %[3] en el caso de los acuíferos transfronterizos compartidos.
Los niveles más altos de cooperación se encuentran en África Subsahariana, Europa y América del Norte
El informe señala que ha se realizado una mejora en la cooperación sobre aguas transfronterizas, ya que en 2017 solo 23 países (un 15 %) gestionaban la mayor parte de la superficie de cuencas transfronterizas, frene a 43 países (el 28 %) en 2023.
Europa, América del Norte y África Subsahariana presentan el mayor nivel de cooperación: 39 de 84 países (el 46 %) de estas regiones tienen la mayor parte de la superficie de cuencas transfronterizas cubierta por acuerdos operativos.
En África Subsahariana, el número de países con un nivel muy alto de cooperación aumentó cinco veces, pasando de 3 en 2017 a 16 en 2023. África Subsahariana cuenta con una larga tradición de cooperación transfronteriza por medio de organizaciones de cuencas. Varios proyectos recientes en esta región han permitido establecer sistemas de cooperación sostenibles que implican a las autoridades locales, científicos y comunidades indígenas.
Uno de estos proyectos tiene lugar en el lago Chad, donde el apoyo de la UNESCO ha permitido restaurar ecosistemas degradados y establecer sistemas de alerta temprana para detectar y vigilar el deterioro de la calidad del agua y la aparición de sequías. Este sistema, gestionado de forma colectiva por 8 países, beneficia en la actualidad a millones de personas, en parte gracias a la producción sostenible de espirulina, una planta acuática rica en proteínas. Chad, Camerún y Nigeria, que rodean el lago Chad, se han adherido al Convenio del Agua de las Naciones Unidas para apoyar una gestión conjunta de la cuenca.
Una cooperación para mitigar los efectos del cambio climático
El cambio climático supone una gran amenaza para estas zonas, debido a las repercusiones que genera, como la disminución de la disponibilidad y el acceso al agua potable, así como el mayor riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
El informe de la UNESCO y CEPE demuestra que, aunque los países han trabajado considerablemente para afrontar el cambio climático y reducir el riesgo de desastres a nivel de las aguas superficiales, es necesario seguir incrementando estos esfuerzos y el nivel de cooperación.
Casi dos tercios de los ríos y cuencas lacustres transfronterizos incluyen la adaptación climática dentro de sus taras como órganos de gestión conjunta.
Sin embargo, en la actualidad, tan solo el 14 % ha adoptado una estrategia concreta para afrontar este desafío, y solo el 20 % ha adoptado una estrategia conjunta para reducir el riesgo de desastres.
El informe también señala que la cooperación en materia de reducción de inundaciones se encuentra en un estado más avanzado que la de la reducción de los efectos por sequía. Eso se debe, en parte, a la larga tradición de cooperación transfronteriza en materia de inundaciones. En la actualidad, el 50 % de los ríos y cuencas lacustres que presentan arreglos operativos, cuenta con sistemas coordinados de alarma ante inundaciones, frente a un 30 % en el caso de sequías.
[1] Se considera que los países gestionan conjuntamente “la mayor parte” de sus cuencas transfronterizas cuando cuentan con acuerdos operatives que cubren al menos el 90 % de estas zonas.
[2] 60 de 148 países con ríos y lagos transfronterizos compartidos.
[3] 37 de 147 países con acuíferos transfronterizos compartidos.
Acerca de la UNESCO
La UNESCO, con sus 194 Estados Miembros, contribuye a la paz y la seguridad al liderar la cooperación multilateral en educación, ciencia, cultura, comunicación e información. Con sede en París, la UNESCO tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. Supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; redes de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. La Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.
Acerca de CEPE
La Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (CEPE), creada en 1947, es una de las cinco Comisiones Regionales de las Naciones Unidas.
Entre los cinco Acuerdos Multilaterales sobre medio ambiente negociados bajo los auspicios de la CEPE se encuentra el Convenio sobre la Protección y Utilización de los Cursos de Agua Transfronterizos y de los Lagos Internacionales de 1992, conocido como el Convenio del Agua de Naciones Unidas.
El Convenio, cuya secretaría ejerce la CEPE, constituye un marco jurídico e intergubernamental único para la gestión sostenible de los recursos hídricos compartidos. Desde 2016 todos los Estados miembros de las Naciones Unidas pueden adherirse al Convenio del Agua. Hoy cuenta con 55 Partes en todo el mundo, y más de 20 países en proceso de adhesión.