Con el apoyo del Ministerio de Cultura, en Riohacha, Guajira, 22 jóvenes de la comunidad wayuu de Colombia y Venezuela se graduaron como comunicadores indígenas comunitarios
Un grupo de 22 jóvenes de Colombia y Venezuela se graduaron como comunicadores indígenas comunitarios de la Escuela de Comunicaciones del Pueblo Wayuu, tras un proceso de formación en el que aprendieron las herramientas, géneros y técnicas del periodismo para narrar la riqueza y problemáticas de su territorio. Se trata de la segunda promoción que se gradúa a través de este programa, apoyado por MinCultura y la Red de Comunicadores Wayuu.
La ‘Yonna de Graduación’, organizada por la Red de Comunicaciones Wayuu Putchimajanaa, se cumplió este sábado 11 de noviembre, en la ranchería Yawaka de Riohacha, La Guajira, en donde los estudiantes compartieron las producciones que realizaron —en radio, audiovisuales, texto y fotografía— durante el año y medio de sesiones itinerantes de la escuela, que recorrieron las regiones de Albania, Manaure, Maicao, Uribia, Barrancas, Nazareth, Dibulla, Riohacha y Malichein, esta última en Venezuela.
Los comunicadores indígenas estuvieron acompañados durante la ceremonia por representantes del Ministerio de Cultura, el programa de participación de la UNESCO a través de APC, y la Cancillería de la República, entidades que apoyaron este proceso de formación que se desarrolló a lo largo de doce sesiones.
Argemiro Cortés, jefe de la Dirección de Comunicaciones del Ministerio de Cultura, explicó que MinCultura ha apoyado el programa, financiando los talleristas de radio, audiovisual y nuevas tecnologías. Así también, invirtiendo recursos para el fortalecimiento de la Escuela y gestionando el proyecto ante la Unesco, para obtener apoyo económico de esta entidad. «Este es un proyecto de impacto social, porque involucra comunidades wayuu de ambos lados de la frontera entre Colombia y Venezuela, que se están formando para que puedan hablar de la realidad de su territorio, pero sobre todo, para que narren la riqueza patrimonial de sus culturas», agregó.
Por su parte, Miladis Polanco, Directora Departamental de Cultura, Juventud y Género de La Guajira, explicó que para el gobierno departamental es fundamental apoyar a las comunidades indígenas. «Este programa binacional en el que se han formado hombres y mujeres demuestra que el pueblo wayuu es uno solo y que con estas herramientas pueden fortalecer el legado de su cultura. Ellos ahora terminan la etapa de formación, pero viene otra etapa, con la producción de contenidos culturales a través de la Red de Comunicaciones que se está proyectando y que busca convertirse en una especie de agencia de noticias, con un portal en donde quede alojada toda la producción que realicen y puedan compartirla no solo con su comunidad, sino con todo el mundo occidental, para mostrar la nueva cara de una juventud y de una comunidad que quiere que en su territorio pasen cada día cosas mejores. Como miembro de la comunidad wayuu es muy satisfactorio que esto ocurra».
Durante la ceremonia se inauguró una exposición fotográfica que da cuenta de las jornadas de aprendizaje de los jóvenes, se realizó una ‘yonna’ como tributo a la abuela Pachishi, un homenaje a Jayariyu Farías Montiel, periodista fallecida, quien se desempeñaba como directora del periódico Wayuunaiki.
También se realizó una muestra con los trabajos audiovisuales de los jóvenes de la escuela, quienes abordaron en sus producciones temas como la medicina tradicional, la inseguridad y la pesca en territorio wayuu, el círculo de la palabra, el pueblo de Nazareth y la problemática del mercado de la gasolina.
Rondald Fuenmayor, quien recibió formación en el Módulo de Radio en la Escuela de Comunicaciones Wayuu, dijo que durante el año y medio de formación que tuvo pudo recorrer todo el territorio de su comunidad y palpar todas sus necesidades, afectaciones, pero también, toda la riqueza y fortaleza de su cultura. «Nosotros nos estamos formando para ser las voces de nuestra comunidad. Para mí ha sido una experiencia de gran aprendizaje, pues si bien no sabía mucho sobre la radio, sí he tenido el espíritu de trabajar en favor de mi comunidad. Ahora, con lo aprendido, busco poder proyectar todo lo que pasa en mi comunidad, dar a conocer al país su realidad, su problemática, aquellas historias que están invisibilizadas, en busca de respuestas, pero también, revelar todo el potencial que existe en este territorio», concluyó el joven comunicador.
Con formación en el Módulo de Audiovisuales Ediana Montiel, otra de las graduadas de esta segunda promoción de comunicadores wayuu, dijo que la experiencia de formación fue muy especial. «No sólo porque fue una oportunidad para conectarme con mis raíces, sino porque la pedagogía de la Escuela es muy particular, pues en vez de tenerte en la comodidad del aula te saca al campo de acción y te permite saber si esto que estás haciendo realmente te gusta. Como indígena ha sido importante tener esta formación porque antes decían que nosotros no podíamos aportar para mejorar nuestra comunidad y la Escuela nos ha mostrado que nosotros podemos tener nuestra propia voz. Ahora estamos trabajando en un proyecto audiovisual con un colectivo de Montes de María, que esperamos se concrete en los próximos meses. En lo personal quiero seguir trabajando para mostrar los frutos de la Escuela y para que el mundo sepa lo que aquí hacemos con muchas ganas, con alma y corazón», agregó la comunicadora.
Vale recordar que la Escuela de Comunicaciones Wayuu logró el respaldo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, lo que permitió el recorrido itinerante de las sesiones de formación. Este respaldo se articula con la declaratoria de patrimonio inmaterial de la humanidad del Sistema Normativo del Pueblo Wayuu, creado por la Junta Mayor de Palabreros, y que facilitó a través del Ministerio de Cultura la creación de un plan de salvaguardia que trabaja sobre cinco ejes: lengua materna, territorio, economía tradicional, organización social y espiritualidad.