«Algunas personas opinan que si la música se considerase “patrimonio” y por tanto algo apto de protección, entonces perdería su vitalidad espontánea y se vería como algo propio de un museo»
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Pregunta.- ¿Por qué Irlanda tiene tan pocos sitios declarados por la UNESCO, Patrimonio de la Humanidad?
Respuesta.- Irlanda posee tres zonas reconocidas como Patrimonio Cultural de la Humanidad: Sceilg Mhichíl , el Conjunto arqueológico Bend of the Boyne y La Calzada del Gigante.
Actualmente se está trabajando sobre una lista provisional para ver la posibilidad de que sean reconocidas. La gestión e inversión requeridas para acceder al estatus de Patrimonio de la Humanidad ha hecho muy difícil el acceso de Irlanda. Además, en muchos de los sitios no hay apoyo local a la solicitud puesto que la población está preocupada por el posible impacto que pudiera tener sobre sus tierras y las restricciones que pudieran establecerse y limitarles.
La calzada del gigante es un fenómeno natural que si está reconocida como Patrimonio Natural. Una de las posibilidades que se están considerando es la zona conocida como el Burren, que posee un paisaje único y espectacular como consecuencia del impacto de la glaciación sobre el paisaje, una llanura cárstica en la que crecen especies ártico-alpinas. No obstante, hay dificultades ya que gran parte del terreno se utiliza para la agricultura y también existe la preocupación por el impacto que pudiera tener sobre el paisaje por el aumento en el número de visitantes. El Patrimonio Natural también está protegido a través de la legislación de la UE, y hay cientos de sitios designados en Irlanda que reciben alguna protección. Es probable que por este motivo no se perciba con tanta fuerza la necesidad de solicitar el estatus de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO:
Skellig Michael / Sceilg Mhichíl
Este complejo monástico que cuenta con una iglesia está situado en el Condado de Kerry, en una pequeñísima isla rocosa piramidal. Las ruinas se conservan asombrosamente bien debido principalmente a su inaccesibilidad. Se desconoce la fecha en la que la iglesia y el monasterio fueron construidos, los historiadores datan su existencia a los siglos VI u VIII y se cree que estuvo ocupado hasta el siglo XII, cuando un cambio climático que hizo que aumentasen las tormentas en la zona obligó a los pobladores a partir de la isla.
La majestuosidad de esta isla no son solo los restos si no escarpada naturaleza rocosa.
Skellig Michael pasó a engrosar las listas de la UNESCO en 1996. Este paraje se puede visitar en los meses de calor (abril a octubre) siempre que el tiempo lo permita ya que con lluvia o viento no se aconseja caminar por la empinada isla y desgastadas rocas.
Para visitar la isla ha de hacerse por barco, el número de visitantes está restringido por lo que hay que reservar con antelación. El viaje en barco es de unos 45 minutos y cuesta entorno a los 40-60 euros dependiendo de la temporada, no hay cajeros automáticos así que se aconseja sacar dinero antes. Tampoco está permitido el uso de vehículos en la isla, y hay que llevar calzado cómodo.
La ruta al monasterio es bastante fácil y accesible, sin embargo la ruta a la ermita en la parte sur de la isla es muy escarpada y sólo se aconseja acceder a escaladores equipados.
Conjunto arqueológico del valle del Boyne
Los tres sitios prehistóricos principales del conjunto de Brú na Bóinne –Newgrange, Knowth y Dowth– se encuentran a unos 50 kilómetros al norte de Dublín, en la orilla septentrional del río Boyne, en total ocupan unas 780 hectáreas. Por sus dimensiones y calidad, constituyen el ejemplo más importante de conjunto prehistórico megalítico de Europa, dotado de un gran número de monumentos con funciones sociales, económicas, religiosas y funerarias.
Los orígenes de estos asentamientos son neolíticos. El yacimiento funerario es una muestra extraordinaria de las costumbres; las tumbas atestiguan las ideas y creencias de la época, el culto a los muertos.
En el neolítico predominaba la subsistencia agraria y la situación del yacimiento cerca del río es privilegiada para ello.
El complejo de Knowth contiene restos que datan desde el Neolítico hasta el periodo Anglo-Normando.
Newgrange es puramente pre-histórico, un yacimiento funerario y de culto en forma de anillo con una cámara cruciforme central a la que se llega a través de un pasadizo de 18 metros que se adentra hasta un tercio del diámetro del anillo. Lo curioso de esta edificación es que está orientada astronómicamente para que el sol penetre el pasadizo en la mañana del solsticio de invierno, se especula si el sol tendría alguna connotación religiosa para el pueblo que lo construyó.
Hoy en día se puede visitar. En el solsticio de invierno hay tal cantidad de turistas que se rifan las entradas para que 100 privilegiados puedan ver este mágico espectáculo.
El techo se conserva prácticamente intacto desde hace más de 5.000 años, y en la piedra se pueden ver grabados abstractos de arte neolítico (espirales, círculos y trísqueles sobre todo)
Dowth es parecido a Newgrange pero tiene influencias medievales en la estructura del castillo.
El conjunto hace entrever que la civilización que aquí vivió tenía ya por aquel entonces una estructura social y organización complejas.
La Calzada del Gigante
Otro paraje recomendable es La Calzada del Gigante en Irlanda del Norte.
Conformada por 40.000 columnas de piedra (basalto) que sobresalen del mar. Es un paisaje impresionante que inspiró la leyenda de dos gigantes, uno en Escocia (Bennandoner) y el otro en Irlanda (Finn) que se peleaban y se tiraban rocas que acabaron por formar un puente entre Escocia e Irlanda. El gigante Bennadoner decidió cruzarlo para enfrentarse a Finn. Finn era más débil que Bennadoner por lo que su mujer (Oonagh) le disfrazó de bebé, haciéndole pasar por su hijo. Al ver a un bebé de ese tamaño Bennadoner se asustó pensando que el padre sería el triple de grande y huyó, pisando muy fuerte para hundir las piedras del puente y evitar que Finn cruzara a buscarle.
Parece que esta formación rocosa es de procedencia volcánica, del enfriamiento rápido de una caldera volcánica hace unos 60 millones de años.
Fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 1986.
Lo más sorprendente de este paisaje es la forma geométrica de estas rocas que conforman escaleras naturales.
Se puede ver una zona en la que las columnas son más altas y se apoda “el órgano del gigante” por su parecido con este instrumento.
P.- ¿En cuanto a tradiciones, el Patrimonio Inmaterial es muy importante, en España está por ejemplo el Flamenco, el Silbo Gomero, etc, por qué Irlanda, siendo un país de profundas tradiciones, no tiene nada declarado?
R.- Aunque Irlanda es muy conocida por su patrimonio inmaterial, sobre todo su música y su literatura, actualmente no hay mecanismos en Irlanda para que se relacionen formalmente como patrimonio. Algunas personas opinan que si la música se considerase “patrimonio” y por tanto algo apto de protección, entonces perdería su vitalidad espontánea y se vería como algo propio de un museo. Irlanda sí dispone de una importante red de grupos de historia oral y hay un creciente enfoque sobre el patrimonio vernáculo que podría gozar de un mayor reconocimiento y protección. El Consejo Patrimonial tiene un programa de subvenciones que han contribuido a incrementar la conciencia social respecto al valor de ciertos aspectos del patrimonio sin reconocer hasta la fecha, tales como granjas, trabajos de hierro forjado incluyendo verjas y embarcaderos, y barcos tradicionales.
P.- ¿Qué ofrece Irlanda que no ofrezcan otros países para estudiar allí? ¿Y para trabajar, como está el tema para profesionales de la cultura, el turismo y los recursos naturales?
R.- Muchos españoles nos visitan para aprender inglés, disfrutar de los paisajes, de la cultura tradicional, la música y la amabilidad de la gente irlandesa. El año pasado 253.000 españoles visitaron la isla. España es el tercer país Europeo, y el quinto globalmente en importancia turística para Irlanda. Irlanda también es un destino clave para la educación: 25.000 estudiantes españoles viajan cada año a Irlanda a aprender inglés, y unos 1.000 estudiantes españoles se inscriben cada año en universidades o instituciones de educación superior.
Puede resultar paradójico que un país con un 13.7 % de desempleo sea un lugar atractivo para profesionales que buscan trabajo. Sin embargo, Irlanda sigue siendo un destino interesante para profesionales de sectores punteros. Afortunadamente, nuestras cifras de desempleo empiezan a virar en la buena dirección – se ha producido un incremento del número de personas con empleo del 1.1% en Irlanda durante el año pasado. Esto incluye un aumento del 6% del empleo en aéreas profesionales técnicas y científicas. También ha aumentado el trabajo en el sector agrícola, forestal y pesquero debido a que la industria alimentaria y exportadora irlandesa está experimentando un fuerte auge.
Muchos de los españoles que trabajan en Irlanda lo hacen en multinacionales en empresas como Twitter, Google, Facebook, Lilly, Allianz y Paypal. Hablar idiomas es un requisito frecuentemente exigido para trabajar en este tipo de multinacionales. El Alemán es el idioma más solicitado, seguido por francés, italiano y español. Vale la pena mencionar que Dublín se categoriza por ser la ciudad del mundo con profesionales mejor preparados.
Nuestra oficina comercial, Enterprise Ireland, organiza ferias de empleo llamadas “IT´s happening here” para informar y reclutar a profesionales con este perfil en España. Una tuvo lugar el 20 de Junio en Madrid en el Palacio Miraflores, con una oferta de 70 puestos de trabajo en Irlanda, y se está organizando otra en Barcelona próximamente. (http://www.itshappeninghere.iehttp://www.itshappeninghere.es)
P.- ¿Qué destacaría de Irlanda en cuanto a: turismo cultural y recursos naturales?
R.- En cuanto a recursos naturales, la belleza de nuestra costa es legendaria, con playas de arena dorada y salientes rocosos. Tierra adentro los lagos y pueblecitos idílicos son tan variados como sosegados. En nuestra isla no todo es verde, es mucho más que eso… Enigmáticos paisajes lunares, el poderoso Océano Atlántico, cuevas laberínticas y aguas cristalinas, los diversos paisajes de Irlanda son espectaculares.
Además de ser modernos, animados y cosmopolitas, los 11 centros urbanos más importantes de Irlanda tienen el tamaño ideal, ni demasiado grandes como para ser inabarcables, ni demasiado pequeños como para sentir que ya lo has visto todo en un día.
P.- ¿Irlanda es un país con gran tradición cultural, que destacaría?
R.- Irlanda tiene un rico pasado y presente cultural. Las tradiciones populares conservadas por los primitivos poetas irlandeses han dejado un colorido patrimonio de relatos míticos e históricos. A su vez, los modernos escritores han recurrido a estos relatos para enriquecer sus propias obras.
Desde hace siglos los escritores irlandeses contribuyen de manera significativa al mundo de la literatura. El escritor satírico Jonathan Swift (1667-1745) escribió Los Viajes de Gulliver (1726). Las obras teatrales, la prosa y la poesía de Oscar Wilde (1854-1900) aún se representan en todo el mundo. Entre los ganadores irlandeses del Premio Nóbel de Literatura se encuentran el dramaturgo y novelista George Bernard Shaw (1856-1950) y el poeta y dramaturgo William Butler Yeats (1865-1939), cuya obra inspiró el moderno renacimiento de la literatura irlandesa. James Joyce (1882-1941) escribió la novela modernista pionera Ulysses (1922), reconocida mayoritariamente como una de las más grandes novelas jamás escritas. Joyce inspiró la obra del escritor satírico Brian O’Nolan (Flann O’Brien) (1911-1966), que escribía también en irlandés. El Premio Nóbel Samuel Beckett (1906-1989) escribió en línea minimalista, a menudo en francés. Su obra Esperando a Godot (1953) se convirtió en un clásico del teatro del absurdo del siglo veinte.
Las muestras más antiguas de arte irlandés se hallan en inscripciones sobre monumentos megalíticos que datan de 3.500 años antes de Cristo. El arte céltico alcanzó su máximo apogeo en los manuscritos iluminados de los evangelios tales como los Libros de Durrow y de Kells. Después del siglo IX, el arte irlandés recibió influencias vikingas, románicas y góticas creando, por ejemplo, cruces altas o cruceros ricamente tallados.
Desde mediados del siglo XVII florecieron las artes decorativas tales como la orfebrería y los trabajos en yeso y en cristal, en conjunción con la construcción de los enormes edificios públicos de la época. A finales del siglo XIX y principios del XX, el nuevo estilo de los impresionistas franceses atrajo a los pintores irlandeses, tales como William Leech (1881-1968), Walter Osborne (1859-1903), John Lavery (1856-1941) y Roderic O’Conor (1860-1940). Pasando del impresionismo al expresionismo, Jack B. Yeats (1871-1957) destaca claramente entre sus coetáneos del mismo modo que su hermano, el poeta W.B. Yeats, lo hizo entre sus pares.
Entre los artistas que trabajan en el mundo del expresionismo abstracto, destacan Louis le Brocquy, Norah McGuinness (1901-80) y Patrick Scott. A finales del siglo XX emergió un nuevo y potente movimiento expresionista con exponentes tales como Brian Maguire, Eithne Jordan, Michael Mulcahy, Michael Cullen, Dorothy Cross y Alice Maher.
La escultura del siglo XIX fue heroica y monumental como demuestran las estatuas de Oliver Goldsmith y Edmund Burke de artista John Henry Foley (1819-1974) en el exterior de Trinity College, Dublín. Esta tradición continuó hasta el siglo XX con las obras de Oisin Kelly (1915-1981), Seamus Murphy (1907-1974) y Hilary Heron (1923-1977) pioneros en la utilización de nuevas técnicas de fundición y promotores del concepto de una escultura irlandesa vernácula. La escultura contemporánea es más abstracta e ingeniosa como puede verse en las obras de John Behan, Michael Warren, Edward Delaney, Eilis O’Connell y Kathy Prendergast.
La música ha sido siempre una parte importante de la cultura irlandesa, desde el tradicional acompañamiento en festivales y funerales tocando instrumentos y cantando baladas, hasta el baile irlandés que permanece muy vivo en las comunidades irlandesas alrededor del mundo. El arpa fue el instrumento dominante en la historia remota.
El Dublín el siglo XVIII atrajo a muchos compositores europeos y presenció la primera representación del Mesías de Haendel en 1742.
Hoy en día, la música tradicional irlandesa es popular en muchos países por la influencia de grupos tan diversos como Clannad, los Chieftains, Altan, Dervish, Lúnasa y Anúna; todos ellos tocan en un contexto moderno sin comprometer la pureza del sonido original. Esta versatilidad se ve reflejada en el fenómeno de Riverdance, con música de Bill Whelan, combinando lo mejor de la canción, la música y el baile irlandeses. El organismo Comhalta CeoltóiríÉireann juega un importante papel en el desarrollo y la conservación de la música y el baile tradicionales de Irlanda.
En la escena del jazz, el guitarrista Louis Stewart ha tocado con importantes músicos internacionales. Los grupos populares tales como U2 y Westlife encabezan las listas de éxitos tanto en Irlanda como en el extranjero, así como los solistas Van Morrison, Sinéad O’Connor y Enya.
Respecto al cine, se han hecho películas en y sobre Irlanda desde que los Hermanos Lumiére filmaron en Sackville Street (ahora O’Connell) en 1897. En 1910 el americano Sidney Olcott filmó “The Lad from Old Ireland” en Nueva York y en Kerry, la primera película en rodarse en dos continentes. Desde entonces Irlanda ha sido anfitriona de muchos directores internacionales: Alfred Hitchcock, John Ford, Francis Ford Coppola, John Huston y Stephen Spielberg.
A lo largo del último siglo, los cineastas irlandeses fueron fecundos en la producción de películas amateur, noticiarios, documentales y películas divulgativas. No fue hasta los años 70 cuando una nueva ola de películas de ficción de producción propia comenzó ofrecer una imagen de Irlanda alternativa a la representada por las producciones extranjeras.
El Irish Film Board (Consejo Irlandés de Cine) facilita el trabajo de los productores, directores y guionistas irlandeses, subvencionando la producción y la distribución de largometrajes, cortos, dibujos animados y producciones en lengua irlandesa.
Muchas películas irlandesas han sido aclamadas internacionalmente, como por ejemplo Michael Collins (Neil Jordan, 1996), I Went Down (Paddy Breathnach, 1997), The General (John Boorman, 1998), The Wind That Shakes the Barley (Ken Loach, 2006), ganadora de la Palma de Oro en Cannes, y Once (John Carney, 2006), ganadora del Oscar a la mejor canción original.
Cada año hay festivales de cine en Dublín, Cork, Galway y Belfast que sirven de escaparate para películas tanto irlandesas como internacionales. Para los interesados en el cine de autor, el Irish Film Centre en Dublin, el Kino en Cork y el Ayuntamiento de Galway exhiben películas durante todo el año.
P.- ¿Por qué viajar a Irlanda, cuándo y qué visitar?
R.- Es indudable que nuestros antepasados, que cooperaron tan estrechamente durante extensos periodos de dificultades nacionales, estarían orgullosos de ver como se han ido desarrollando estas relaciones en el contexto de intereses compartidos en el sector empresarial, la educación, el ocio – incluyendo un considerable intercambio turístico -, la literatura, la música y tantas cosas más. No existe mejor ejemplo del carácter espontáneo de la amistad hispano-irlandesa que el de la interacción entre nuestros jóvenes. La facilidad con la que brota esta amistad tanto en Irlanda como en España y el abanico de intereses y diversiones comunes tales como la música y la conversación vibrante, cada vez más accesible a través del creciente número de bares tradicionales irlandeses en España, demuestran la potencia de la simpatía que señala las relaciones entre españoles e irlandeses. Más de un tercio de los turistas irlandeses que viajan en avión lo hacen con destino a España, y muchos de ellos son jóvenes que se sienten atraídos tanto por el alegre carácter español como por sus rayos solares. Cada verano las discotecas irlandesas extienden sus horas de apertura en respuesta a los gustos de los jóvenes visitantes españoles, y nuestros jóvenes irlandeses se unen a sus amigos españoles en los ensordecedores amaneceres de las pistas de baile desde Dublín hasta Dingle. Ya sea en las pistas de baile, en las playas, en los locales de música tradicional, en los eventos culturales compartidos o en las aulas de estudio, todas son muestras de que este proceso de alegre interacción que está teniendo lugar tanto en Irlanda como en España entre nuestros jóvenes, es uno de los más importantes cimientos de nuestras relaciones globales durante la próxima generación y mas allá.
CURRICULUM DE JUSTIN HARMAN
Fecha de nacimiento: 1 de diciembre 1952 Estudios: Licenciado en Filosofía y Letras - University College Dublin Estado civil: Casado con Carmen Casey, 2 hijas Ingresó en el Ministerio de Asuntos Exteriores como Tercer Secretario el 28 de octubre 1974. (División Política) Noviembre1975 Tercer Secretario Embajada de Irlanda, Buenos Aires Octubre 1978 Primer Secretario Ministerio (División Política) Agosto 1982 Primer Secretario Embajada de Irlanda (Prensa e Información) Londres Agosto 1986 Primer Secretario Ministerio (División de Recursos Humanos y Finanzas) Septiembre 1991 Consejero Ministerio (Director de la División de Recursos Humanos y Finanzas) Agosto 1993 Embajador y Jefe de Delegación OSCE Viena Octubre 1998 Embajador y Representante Permanente ante el Consejo de Europa, Estrasburgo Septiembre 2003 Embajador ante la Federación de Rusia (acreditado también en Bielorrusia, Kazajstán, Kirguizistán , Tayikistán, Uzbekistán y Turkmenistán ) Agosto 2009 Embajador ante el Reino de España (acreditado también en Andorra y en Túnez)