La bailaora Úrsula López realiza un homenaje a Lorca en su última creación, ‘Comedia sin título’, que cuenta con la dirección escénica de Luz Arcas, Premio Nacional de Danza 2024, y guion y documentación de Pedro G. Romero, Premio Nacional de Artes Plásticas 2024
El espectáculo sitúa e introduce al espectador en un mundo de belleza, pasión y sensibilidad a través de la extraordinaria coreografía de Benvindo Fonseca y Mario Maya.
Esta poderosa propuesta, tan esperada en Madrid, llega al Teatro de la Zarzuela donde se presentará el próximo viernes 2 y sábado 3 de mayo (19h30).
La interpretación está conformada por cuatro bailaoras, Julia Acosta, Aitana Rousseau, Miranda Alfonso, María Gómez y la propia Úrsula, y cuatro bailaores: Manuel Jiménez, Federico Núñez, Iván Orellana y Jesús Hinojosa, acompañados por Sebastián Cruz, Tomás de Perrate al cante, Pau Valle a la guitarra, Juan Jiménez al saxo y Antonio Moreno a la percusión.
Úrsula López recuerda que Federico García Lorca estaba escribiendo ‘Comedia sin título’ cuando fue asesinado a los pocos días del golpe de estado militar que acabaría con la República Española.
‘El sueño de la vida’, título alternativo para esta ‘Comedia sin título’, supone una evidente traslación con ‘La vida es sueño’ de Pedro Calderón de la Barca, autor de referencia del poeta granadino.
«Se trata de una mezcla de teatro social, auto sacramental y experimento literario», afirma la bailaora, quien comenta que del tercer y último acto Lorca sólo nos dejó una frase: «Arcángeles, vestidos de faralaes ascienden a los cielos»; «y ahí precisamente empieza nuestro recorrido por la obra de Federico García Lorca evocada desde el flamenco, desde la danza y el baile que el flamenco convoca.»
En esta misma línea, Pedro G. Romero afirma que «si en obras anteriores dedicamos a la mujer y a lo femenino el volcado del mundo lorquiano, ahora, ya con el poeta muerto, es el mundo del hombre y lo masculino al que prestamos atención.
» El autor asegura que «parecería una contradicción pensar en cierta virilidad homosexual pero, eso mismo protagoniza muchas de nuestras estampas flamencas. Como dijo algún crítico, el flamenco de estos años se convirtió en un laboratorio contradictorio de la nueva masculinidad.»