La Declaración de Malta MedFish4Ever, un ejemplo práctico del éxito de la política europea de vecindad, establece un programa de trabajo detallado para los próximos diez años, sobre la base de objetivos ambiciosos pero realistas
Más de trescientas mil personas cuentan con un empleo directo en los buques pesqueros del Mediterráneo, pero hay muchos más puestos de trabajo indirectos que dependen del sector. La Declaración la suscribieron representantes ministeriales de las costas norte y sur del Mediterráneo. Su firma supone que un problema que, hasta ahora, se había gestionado a nivel técnico pase a ser una cuestión política. Es el resultado de un proceso dirigido por la Comisión Europea que comenzó en Catania, Sicilia, en febrero de 2016.
El Comisario Karmenu Vella, responsable de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha manifestado lo siguiente: «Hoy estamos haciendo historia. Con la firma de la Declaración de Malta MedFish4Ever, estamos afirmando nuestra voluntad política de adoptar medidas reales en estos campos: la pesca y otras actividades que tienen un impacto en los recursos pesqueros, la economía azul, la inclusión social y la solidaridad entre las costas norte y sur del Mediterráneo. Espero que, en el futuro, esta declaración se considere un punto de inflexión en la búsqueda de un futuro prometedor tanto para los pescadores como para las comunidades costeras y los recursos pesqueros».
Entre los compromisos contraídos por los firmantes se incluyen:
– La garantía de que, para 2020, se llevarán a cabo una recogida de datos adecuada y una evaluación científica regular de las principales poblaciones del Mediterráneo. En particular, los pequeños pescadores deben desempeñar un papel más importante en la recogida de los datos necesarios para reforzar los conocimientos científicos.
– El establecimiento de planes de gestión plurianuales para las principales pesquerías. Por su parte, la Comisión ya ha iniciado este proceso con su propuesta de un plan de pesca plurianual para las poblaciones de pequeños pelágicos del Adriático.
– La eliminación de la pesca ilegal para 2020; a tal fin, se garantizará que todos los Estados cuenten con el marco jurídico y los recursos humanos y técnicos necesarios para cumplir con sus responsabilidades en materia de control e inspección. La Comisión General de Pesca del Mediterráneo (CGPM) dirigirá el desarrollo de sistemas nacionales de control y sanción.
– El apoyo a la pesca y la acuicultura a pequeña escala sostenibles, mediante la racionalización de los regímenes de financiación para los proyectos locales, como la mejora de la flota con métodos y artes de pesca de bajo impacto, la inclusión social y la contribución de los pescadores a la protección del medio ambiente.
Se hará posible una aplicación efectiva de la declaración si se implica en el proceso a los pescadores, tanto hombres como mujeres, las comunidades costeras, la sociedad civil, las pesquerías a nivel industrial, artesanal, de recreo y a pequeña escala, así como a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y a la Comisión General de Pesca del Mediterráneo. La declaración constituye una nueva contribución a los compromisos internacionales contraídos por la UE en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (Objetivo 14: «conservar y utilizar en forma sostenible los océanos, los mares y los recursos marinos para el desarrollo sostenible»).
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El Mar Mediterráneo es una cuenca marítima única, que se caracteriza por su gran litoral y un sector pesquero que proporciona empleo a más de trescientas mil personas. El 80 % de su flota pertenece a los pescadores a pequeña escala (con buques de menos de diez metros de eslora), que pescan un cuarto del total. Estos empleos están en peligro, dado que las poblaciones de peces del Mediterráneo están disminuyendo: en torno al 90 % de las poblaciones evaluadas están sobreexplotadas. Tanto la seguridad alimentaria como los medios de subsistencia, la estabilidad y la seguridad regionales se encuentran amenazados.
La declaración es el resultado del denominado Proceso de Catania, introducido por el comisario Vella en febrero del año pasado. Este proceso implica una cooperación provechosa con las partes interesadas, la Secretaría de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, los Estados miembros de la UE y terceros países. Entre los hitos importantes se incluyen la primera conferencia ministerial de los ministros de pesca del Mediterráneo en abril de 2016, la sesión anual de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo en junio de 2016 y la reunión intersesiones de dicha Comisión General en septiembre de 2016.
Las siguientes partes contaron con representación en la Conferencia Ministerial de Malta MedFish4Ever: la Comisión Europea, ocho Estados miembros (España, Francia, Italia, Malta, Eslovenia, Croacia, Grecia y Chipre), siete terceros países (Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto, Turquía, Albania y Montenegro), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Comisión General de Pesca del Mediterráneo, el Parlamento Europeo y el Consejo Consultivo del Mar Mediterráneo, de la UE.