El Grupo de Trabajo sobre Enseñanza de la Comisión de la Banda Ancha propone en un informe estrategias integradoras y equitativas de creación de conocimientos digitales
En un nuevo informe titulado «Digital skills for life and work» (Conocimientos digitales para la vida privada y profesional), la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible muestra que los sistemas docentes del mundo entero apenas empiezan a ayudar a los alumnos a cultivar los conocimientos digitales que necesitan para destacar en nuestras sociedades cada vez más digitalizadas.
En el informe publicado, se señala la aparición de una nueva brecha mundial de los conocimientos en la cual el sexo, la clase social, la geografía y la edad pueden tener grandes consecuencias sobre las capacidades de una persona para asimilar nuevas tecnologías o no. También se presentan estrategias para velar por que todos los estratos de la sociedad puedan adquirir esos conocimientos.
Irina Bokova, Directora General de la UNESCO, subrayó la importancia del nuevo informe e instó a la Comisión de la Banda Ancha y a todos los países del mundo a prestar atención a las recomendaciones y «apoyar el desarrollo de una nueva generación de «ciudadanos digitales» provistos con conocimientos adecuados para su vida privada y profesional, y para participar en las comunidades conectadas actuales y futuras».
El informe es obra del Grupo de Trabajo sobre Enseñanza de la Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible, presidido por la Sra. Bokova y el Sr. John Galvin, Vicepresidente y Administrador General de Worldwide Government and Education en Intel. En él se indican conocimientos y competencias digitales esenciales, de los más elementales a los más avanzados a nivel profesional.
Del informe se desprende que la adquisición de esos conocimientos digitales depende de diversos factores tales como una intervención apropiada del sector público, la combinación de enseñanzas tradicionales «no digitales» y aplicaciones digitales, la impartición de conocimientos digitales tradicionales y no tradicionales, y la mejora de las competencias digitales de los maestros.
El informe también trata en particular de los conocimientos «complementarios», a menudo desestimados, necesarios para valerse en sociedades tecnológicas, como la comprensión de las consideraciones de privacidad, de lo que es ser un ciudadano digital responsable, y de cómo la tecnología digital, los macrodatos y los algoritmos están redefiniendo la sociedad.
En el informe también figuran recomendaciones de política destinadas a los gobiernos:
- Mantener la participación del sector público en el espacio cada vez más comercial del desarrollo de competencias digitales.
- Redoblar esfuerzos para afrontar las desigualdades en la impartición de conocimientos y competencias digitales.
- Generar más datos sobre los conocimientos digitales de las poblaciones a fin de identificar y colmar deficiencias mediante la enseñanza.
- Promover recursos digitales abiertos y atender las necesidades no satisfechas por los proveedores comerciales.
- Fomentar asociaciones con diversos interesados, incluidos socios del sector, para aumentar y mejorar la calidad y pertinencia de las iniciativas de desarrollo de conocimientos digitales.
El informe también contiene un rico compendio de estudios de caso que ilustran ejemplos de colaboración satisfactoria entre los sectores público y privado en África, Asia, Europa y Norteamérica para velar por que todos los ciudadanos adquieran los conocimientos y competencias necesarios para participar en la futura economía basada en el conocimiento.
«Todos esos estudios de caso demuestran que la salud de las economías locales mejora con el acceso a la tecnología y al conocimiento sobre cómo utilizar esa tecnología en pro del bien social», declaró el Sr. Galvin.
La Comisión de la Banda Ancha para el Desarrollo Sostenible fue creada en 2010 y está integrada por más de 50 líderes procedentes de todo tipo de sectores públicos y privados, que se han comprometido a prestar una asistencia activa a los países, a los expertos de las Naciones Unidas y a los equipos de las ONG para que puedan aprovechar plenamente el ingente potencial de las tecnologías de la información y la comunicación a fin de impulsar estrategias nacionales de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en ámbitos clave tales como la enseñanza, la atención de salud, la igualdad de género y la gestión medioambiental.