El Secretario General respaldó el aplazamiento en vista del avance del COVID-19. “La necesidad de suprimir el virus y salvaguardar vidas es nuestra prioridad”, subrayó
La reunión, de la que se esperan consensos definitivos para impulsar la acción contra el cambio climático, iba a tener lugar en Glasgow, Escocia, en noviembre próximo.
Los dirigentes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) anunció la posposición de la reunión internacional más importante sobre ese fenómeno, cuya sede para este año era la ciudad escocesa de Glasgow, en el mes de noviembre.
“En vista de los efectos actuales de la pandemia de COVID-19 en el mundo, ya no es posible asegurar una celebración ambiciosa e inclusiva de la COP26 en noviembre de 2020”, explicaron los organizadores de la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático (COP26), quienes tomaron la decisión en conjunto con las autoridades del Reino Unido e Italia, países auspiciantes del cónclave.
Por el momento no se fijó una fecha para la conferencia, que se reprogramaría para 2021. “Se establecerá a su debido tiempo, una vez que se haya estudiado con las Partes.”
Decisión correcta
El Secretario General de las Naciones Unidas apoyó la decisión. “Puesto que cientos de miles de personas caen gravemente enfermas y muchas mueren a causa de la enfermedad del COVID-19, la necesidad de suprimir el virus y salvaguardar vidas es nuestra prioridad”, afirmó en un comunicado emitido tan pronto se divulgó la noticia del aplazamiento.
António Guterres subrayó la importancia de continuar los esfuerzos por aumentar las medidas de mitigación y adaptación, sobre todo cuando los países implementen programas para la recuperación tras la crisis que está generando el coronavirus.
“La ciencia no ha cambiado con respecto al clima, las emisiones [que producen efecto invernadero] se ubican en niveles récord y sus impactos se multiplican y agravarán los desafíos socioeconómicos, que se intensificarán con esta crisis.”
Ciencia y decisiones gubernamentales
Agregó que la coyuntura impuesta por el coronavirus refuerza la importancia de la ciencia y de la evidencia que debería propiciar políticas y decisiones gubernamentales informadas.
“La ciencia deja claro que el comportamiento humano altera el orden planetario natural y tiene impacto en las vidas y los medios de vida, desde la salud hasta la economía mundial. Esta dramática crisis humana es un ejemplo de lo vulnerables que son los países, las sociedades y las economías ante las amenazas a la existencia”, aseveró Guterres.
Ahora más que nunca es necesaria la solidaridad y la ambición de transitar hacia una economía sostenible, resiliente y baja en emisiones de carbón para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius para fin de siglo, insistió.
“Los países deben trabajar para proteger la salud de la población, mientras el planeta se encuentra en mayor riesgo que nunca.”
Los organizadores de la conferencia indicaron que la reprogramación de la conferencia garantizará que todas las Partes puedan centrarse en las cuestiones que se debatirán y dará más tiempo a que se lleven a cabo los preparativos necesarios.
Informaron que seguirán trabajando con todos los actores involucrados para incrementar la ambición, crear capacidad de recuperación y reducir las emisiones.
Amenaza urgente y amenaza a largo plazo
La secretaria ejecutiva de la Convención Marco reconoció que el COVID-19 es la amenaza más urgente a la que se enfrenta la humanidad en este momento. “Pero no podemos olvidar que el cambio climático es la mayor amenaza a largo plazo”, recalcó.
Patricia Espinosa que el reinicio de las economías constituye “una oportunidad para que los países se recuperen mejor, para incluir a los más vulnerables en los planes y para optar por una economía limpia, verde, saludable, justa, segura y resistente en el siglo XXI”.
Añadió que la Convención mantiene su apoyo y exhortación a los países para que impulsen sustantivamente la ambición climática en línea con el Acuerdo de París.
Por su parte, el presidente designado de la COP26, Alok Sharma, destacó el desafío sin precedentes que enfrenta el mundo y consideró acertado que los países centren sus esfuerzos en salvar vidas y luchar contra el coronavirus. “Por eso hemos decidido reprogramar la COP26.”
Asimismo, aseguró que la Convención seguirá trabajando para conseguir el compromiso necesario para hacer frente a la crisis climática.