Si respaldamos las funciones del Estado, la gente tendrá motivo para quedarse en Afganistán, dice el líder de la ONU, que llama a los talibanes a reconocer y proteger los derechos de las mujeres y las niñas
Los afganos están al borde de la muerte, el mundo debe actuar ya para evitar el colapso económico y social del país.
El Secretario General de las Naciones Unidas urgió a la comunidad internacional a responder generosa y rápidamente al llamamiento humanitario por 5000 millones de dólares para “evitar un colapso que llevaría a millones de personas a la pobreza, el hambre y la indigencia” en Afganistán, donde la población afronta ya un enorme sufrimiento.
En declaraciones a la prensa en Nueva York, António Guterres afirmó que la escala de dicho llamamiento -el mayor que la ONU haya hecho para un solo país-, refleja la magnitud de la desesperación de los afganos, que están recurriendo a medios terriblemente dolorosos para sobrevivir, como vender a sus bebés para alimentar a otros hijos o quemar sus pertenencias para no morir congelados en el invierno.
Guterres reiteró la necesidad imperiosa de inyectar liquidez a la economía afgana a través de sistemas transparentes de rendición de cuentas que permitan que los fondos lleguen a la población más necesitada, garantizando que el dinero no se desvíe.
“La supervivencia de más de la mitad de la población de Afganistán depende de la asistencia humanitaria. Sin un esfuerzo más concertado de la comunidad internacional, prácticamente todos los hombres, mujeres y niños en Afganistán enfrentarían pobreza extrema. Y todo esto, por supuesto, en medio de una pandemia”, subrayó.
Carrera contra el tiempo
Tras calificar la situación actual del país como una “pesadilla”, aseveró que la carrera de ayuda al pueblo afgano es contrarreloj.
El titular de la ONU explicó que los fondos requeridos se destinarían al apoyo de los ámbitos alimentario y agrícola, los servicios de salud, el tratamiento de la desnutrición, los refugios de emergencia, el agua y saneamiento, la protección y la educación.
“Todas éstas son inversiones críticas para que los afganos puedan ayudarse a sí mismos en la reconstrucción de sus vidas y la construcción de un futuro para sus hijos”, apuntó.
Guterres sostuvo que con los recursos que hacen falta, la operación de socorro en Afganistán puede lograr resultados “sorprendentes” y citó como ejemplo que el año pasado la ONU y sus socios asistieron a 18 millones de personas en el país, un 60% más que en 2020.
Destacó el papel del personal humanitario nacional e internacional para mantener el funcionamiento de los servicios básicos y la distribución de suministros vitales. Sin embargo, añadió, su trabajo requiere más dinero y flexibilidad.
Descongelar los activos
Al referirse al congelamiento de activos, reiteró su petición de que se suspendan esas sanciones dada la emergencia y pidió que se permita el pago de los salarios de los empleados públicos con los recursos internacionales “para ayudar a las instituciones afganas a brindar atención médica, educación y otros servicios vitales”.
“Este tipo de apoyo a las funciones esenciales del Estado dará a los afganos la esperanza de un futuro y una razón para quedarse en su país”, aseveró.
El Secretario General informó que la ONU está tomando medidas para inyectar efectivo en la economía mediante arreglos autorizados en virtud de la excepción humanitaria al régimen de sanciones adoptada por el Consejo de Seguridad.
“Pero es como una gota en el balde”, lamentó, resaltando la urgencia de reactivar el sistema bancario afgano para evitar el colapso económico y habilitar las operaciones humanitarias. También pugnó por la liberación de las reservas de divisas afganas.
El papel de Estados Unidos
En este contexto, preguntado sobre la reunión virtual que sostendrán el coordinador humanitario de la ONU y el director de la Cruz Roja con el secretario de Estado estadounidense, Guterres señaló que el propósito es impedir la debacle de Afganistán.
“Los afganos están al borde de la muerte. Hablo concretamente de la muerte por hambre, por enfermedad y por falta de asistencia. Es absolutamente esencial evitar el colapso de la economía y para eso necesitamos inyectar liquidez. (…) La razón de la reunión es precisamente para crear mecanismos que permitan, al margen de los regímenes de sanciones, una inyección efectiva de fondos a la economía afgana y, al mismo tiempo, tiempo, que se creen las condiciones para que el sistema financiero del país pueda operar en la moneda local. Esto es absolutamente esencial. (…) La ONU ya ha hecho su parte, y también los bancos multilaterales de desarrollo internacionales”, dijo.
El Secretario General abundó que Estados Unidos tiene un papel vital para destrabar esos recursos puesto que la mayor parte del sistema financiero mundial opera en dólares y hay un volumen significativo de fondos congelados en el país norteamericano y en otras naciones.
Desesperación y terrorismo
El titular de la ONU argumentó que, sin un compromiso creativo, flexible y constructivo de la comunidad internacional, la situación económica de Afganistán empeorará, con las consecuencias que esto acarrea.
“La desesperación y el extremismo crecerán. Necesitamos actuar ahora para prevenir el colapso económico y social y encontrar maneras de evitar mayores sufrimientos para millones de afganos”, enfatizó.
Guterres insistió en el carácter imperativo de inyectar liquidez en la economía rápidamente para impedir un colapso “que llevaría a millones de personas a la pobreza, el hambre y la indigencia”.
En este sentido, reiteró que el sistema de las Naciones Unidas está listo para trabajar con los Estados Miembros y otros socios y poner en marcha mecanismos de rendición de cuentas que permitan que los fondos lleguen a los afganos más necesitados, garantizando que no se desvíen.
Mujeres y niñas
El titular de la ONU abordó asimismo la situación de los derechos humanos, conminando a los líderes talibanes a reconocer y proteger esas garantías fundamentales, es especial, las de las mujeres y las niñas.
Refirió que ese colectivo hace falta en las oficinas y las aulas de todo el país.
“Una generación de niñas está viendo cómo sus esperanzas y sueños se despedazan. Mujeres científicas, abogadas y maestras están excluidas, desperdiciando sus capacidades y talentos que beneficiarán a todo el país y al mundo. Ningún país puede prosperar negando los derechos de la mitad de su población”, puntualizó.
Recalcó que las mujeres y niñas de Afganistán deben tener acceso a la educación, al igual que oportunidades de empleo, atención médica y otros servicios esenciales.
Una vez más, refrendó la presteza de la ONU para cooperar con las autoridades de facto para reintegrar con premura a las mujeres y niñas a la vida pública.