La ONU advierte que la inclusión por Estados Unidos del grupo Ansar Allah en la lista de organizaciones terroristas causará una catástrofe en Yemen ya que el 90% de los alimentos que se consumen en el país son importados. “Las agencias de ayuda no pueden remplazar al sistema de importación comercial”, dice el coordinador humanitario
Naciones Unidas advirtió a los miembros del Consejo de Seguridad que la prioridad más urgente en Yemen en estos momentos es prevenir una hambruna masiva.
El encargado de elevar la alerta al órgano de seguridad fue el secretario general adjunto para Asuntos Humanitarios, Mark Lowcock, quien informó que los datos que maneja muestran que este año pasarán hambre 16 millones de personas.
Lowcock se refirió al gobierno saliente de los Estados Unidos que designó como organización terrorista a Ansar Allah, más conocido como el grupo rebelde de los hutíes en Yemen, una decisión a la que se han opuesto durante meses las ayudas de agencia humanitaria ya que consideran que acelerará la hambruna a gran escala en el país árabe.
“Actualmente, unas 50.000 personas están muriendo de hambre en lo que es esencialmente una pequeña hambruna. Otros cinco millones están un paso detrás de ellos. Cada decisión que el mundo tome ahora mismo debe tener esto en cuenta”, avisó el Coordinador de Socorro de Emergencia.
Lowcock reiteró al consejo su mensaje de que el 90% de los alimentos que llegan a Yemen son importados.
“Casi todos esos alimentos llegan a través de circuitos comerciales. Los organismos de ayuda dan vales o dinero en efectivo a la gente para comprar en los mercados alimentos importados. Los organismos de ayuda no pueden – simplemente no pueden – reemplazar el sistema de importación comercial”, enfatizó.
Por ello, señaló que los yemeníes almacenan el máximo de existencias que puedan permitirse ya que están “aterrorizados” ante la posibilidad de que no lleguen al país más alimentos u otro tipo de suministros.
“Algunos proveedores, bancos, aseguradoras y navieras están llamando a sus socios yemeníes y les dicen que planean marcharse definitivamente de Yemen. Dicen que los riesgos son demasiado altos. Temen quedar atrapados accidentalmente o de otra manera en una medida legal de los EE. UU. que los dejaría en quiebra o en la cárcel”, afirmó.
Los proveedores de los comerciantes yemeníes que esperan poder continuar con sus actividades ya advirtieron que los costos podrían aumentar un 400%, una cifra inasumible para muchos de los importadores de mercancías y que, en caso de asumirse, es impagable para la mayoría de los ciudadanos.
Con relación a la medida de Estados Unidos de que prevé conceder permisos especiales que contribuyan a continuar la ayuda humanitaria y las importaciones, Lowcock se mostró dubitativo.
“¿Eso ayudaría? Bueno, primero, las licencias todavía están por definir. Los organismos de ayuda no tienen detalles confirmados sobre cómo trabajarán o qué actividades serán elegibles. Los detalles aparentemente no estarán listos hasta el día en que la decisión entre en vigor, el 19 de enero.
Pero, segundo, las licencias y exenciones para las agencias humanitarias no resolverán el problema. Como he dicho, no son los organismos humanitarios los que importan la mayoría de los alimentos”, razonó.
Estados Unidos: La designación es el paso correcto para avanzar en el proceso político
El representante adjunto de los Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Richard M. Mills, Jr, indicó que su país es el mayor donante humanitario del mundo e indicó que “comprende, reconoce y escucha” las preocupaciones del impacto de esta medida en la situación humanitaria en Yemen.
Mills explicó que planean activar medidas para reducir el impacto de la orden en ciertas actividades humanitarias e importaciones comerciales y expresó la voluntad de su país de trabajar con la ONU, organizaciones internacionales y oenegés para abordar esas repercusiones.
Con relación a las preocupaciones expresadas previamente por el secretario general adjunto y el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos, también presente en la reunión de hoy del Consejo, Mills indicó que “quiero garantizar a todos los miembros de este Consejo y a nuestros ponentes, que sus opiniones, sus preocupaciones, contribuyan a la forma en que abordamos la implementación de la medida y que estamos escuchando. Pero creemos que este paso es el correcto para enviar la señal correcta si queremos que el proceso político avance”.
El ataque del 30 de diciembre dificulta el camino hacia la paz
Se sumó a la preocupación por la medida estadounidense, el enviado especial del Secretario General, Martin Griffiths, quien teme que la medida servirá para enfriar sus esfuerzos para acercar a las partes en conflicto.
Griffiths también se refirió al ataque al nuevo gobierno yemení a su llegada al aeropuerto de Adén el pasado 30 de diciembre donde resultaron heridos o fallecieron decenas de civiles, entre ellos funcionarios gubernamentales, trabajadores humanitarios y un periodista.
“El Gobierno ha abierto una investigación sobre el atentado de Adén y ha publicado sus conclusiones de que Ansar Allah estuvo detrás del ataque”, explicó.
El diplomático británico dijo que el ataque «proyectó una oscura sombra sobre lo que debería haber sido un momento de esperanza en los esfuerzos por lograr la paz en Yemen» ya que “la formación del Gabinete y su regreso a Adén fue un hito importante para el Acuerdo de Riad y para la estabilidad de las instituciones estatales, la economía y el proceso de paz”.
«El camino hacia la paz en Yemen nunca ha sido fácil. Y creo que es mucho más difícil ahora que hace un mes», añadió.