Género y creatividad: progresos al borde del precipicio, un informe presentado hoy por la UNESCO, destaca la necesidad de fomentar políticas para alcanzar la paridad de género en las industrias culturales y creativas, a pesar de los recientes progresos en la promoción de la igualdad de género
El informe explora las brechas de género existentes, y a veces crecientes, en este ámbito, especialmente en el contexto de la COVID-19, y reclama un nuevo compromiso y acciones transformadoras para promover la igualdad de género. También destaca las políticas, medidas y programas de género innovadores de todo el mundo que pueden servir de modelo para los responsables políticos.
La brecha digital sigue siendo una preocupación acuciante, ya que las mujeres se enfrentan de forma desproporcionada a obstáculos a la hora de acceder a las herramientas digitales de creación y distribución artística, incluidas las plataformas musicales digitales, los tutoriales en línea y los programas de mezcla de sonido. Por ejemplo, se calcula que en todo el mundo hay 250 millones menos de mujeres que de hombres que utilizan Internet, y las mujeres siguen representando sólo el 21% de los artistas en los festivales de música electrónica de Europa y Norteamérica.
«Desde el punto de vista tecnológico, la brecha digital de género está dejando atrás a las mujeres y las niñas en todos los ámbitos de la vida política, económica, cultural y social, lo que se traduce en un aislamiento y un acceso limitado a herramientas e información fiables», declaró la Directora General de la UNESCO, Audrey Azoulay. «Lograr la igualdad de género significará superar estas vulnerabilidades, y esto es especialmente cierto para las mujeres que trabajan en los sectores cultural y creativo».
La igualdad de género es fundamental para garantizar una auténtica diversidad de las expresiones culturales y la igualdad de oportunidades en el trabajo artístico y el empleo cultural. Sin embargo, los datos cualitativos y cuantitativos revelan que las mujeres y los artistas y creadores con diversidad de género siguen enfrentándose a numerosas barreras, como el acceso desigual al trabajo decente, la remuneración justa y los puestos de liderazgo.
En Uruguay, por ejemplo, se estima que las mujeres ocupan el 25% de los puestos directivos en organizaciones culturales públicas y privadas, el 24% en Montenegro y solo el 3% en Malí. En Indonesia, un estudio reciente muestra que, si bien las profesionales femeninas están avanzando en el conjunto de la industria cinematográfica, siguen estando muy poco representadas en los puestos de decisión creativa, ya que sólo representan el 20% de los guionistas, el 19% de los productores y el 7% de los directores. En Francia, donde las mujeres dirigen el 34% de las organizaciones de artes visuales y escénicas subvencionadas por el Ministerio de Cultura y el 43% de los museos, sólo el 9% de los directores de las 100 mayores empresas culturales son mujeres.
El informe también examina la seguridad y el bienestar de las personas de todos los géneros en el lugar de trabajo. Las mujeres y los artistas y profesionales de la creación con diversidad de género siguen siendo objeto de acoso, intimidación y abuso. En los últimos años, el entorno digital se ha convertido en la nueva frontera en la lucha por la igualdad de género y la libertad artística. Según Lisabona Rahman, fundadora de la campaña Sinematik Gak Harus Toxic (El cine no tiene por qué ser tóxico) en Indonesia, «la actitud degradante que prevalece hacia las mujeres es la fuente del acoso y los abusos, y mientras los hombres sigan dominando los puestos de poder en la industria y perpetuando la heteronormatividad, no se acabarán».
El impacto abrumadoramente negativo de la pandemia de la COVID-19 sobre la igualdad de género está bien documentado, desde el aumento de la violencia de género, la ausencia desproporcionada de niñas en las clases en línea, hasta la limitación de las mujeres profesionales para acceder a las ayudas sociales y económicas. Aunque las mujeres han desempeñado un papel fundamental en la respuesta a la crisis, las desigualdades de género se han ampliado de forma generalizada. Según la publicación, sin la aplicación sistemática de una perspectiva de género a las respuestas políticas, la COVID-19 podría tener un efecto regresivo duradero en la igualdad de género en las industrias culturales y creativas, ya que las mujeres están desproporcionadamente representadas en la cultura y en otros sectores más afectados por la pandemia.
La UNESCO está comprometida con la igualdad de género y trabaja con sus Estados Miembros, socios públicos, privados y de la sociedad civil para implementar una agenda global dinámica que empodere a las mujeres y niñas en todos sus ámbitos de competencia.
La publicación del Informe tiene lugar en el marco del Año Internacional de la Economía Creativa para el Desarrollo Sostenible.
La Convención de la UNESCO sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales y la Recomendación de 1980 relativa a la condición del artista proporcionan a todas las partes interesadas orientación para emprender el camino hacia una economía creativa más igualitaria y lograr la libertad artística para todos.
Género y creatividad: progresos al borde del precipicio se ha producido con ayuda del gobierno de Suecia.