Irina Bokova, directora general de la UNESCO y el presidente francés Hollande han enviado un fuerte mensaje de solidaridad a las poblaciones de Iraq y Siria, y reiteraron la urgencia de salvaguardar el patrimonio cultural de ambos países
El presidente François Hollande y la Directora General de la UNESCO, Irina Bokova se reunieron en el museo del Louvre, en París, que alberga obras importantísimas que reflejan espléndidos logros culturales de Mesopotamia. Su reunión coincidió con el anuncio del ataque sanguinario contra el museo del Bardo, en Túnez, que ambos denunciaron con firmeza.
El presidente y la Directora General condenaron también de manera inequívoca y calificaron de crímenes de guerra las destrucciones deliberadas de varios sitios culturales en Iraq en las recientes semanas y meses, incluidos el museo de Mosul, el sitio del patrimonio mundial de Hatra, así como Nimrud y Jorsabad. Ambos insistieron en su determinación de trabajar juntos contra el tráfico ilícito de bienes culturales de esta “cuna de la civilización”.
“Daesh está destruyendo la cultura porque quiere destruir a la población”, dijo la Directora General. “Es parte de una estrategia de ‘limpieza cultural’ en la que las minorías se persigue a las minorías y se destruye su patrimonio, al tiempo que se destruye todo lo que simboliza la diversidad y la libertad de pensamiento”, añadió.
“Esto no es solo una tragedia cultural”, agregó Bokova. “Es también un asunto de seguridad, puesto que los terroristas usan la destrucción de patrimonio como arma de guerra, como instrumento de propaganda y desestabilización y como manera de financiar sus operaciones”.
Por su parte, el presidente Hollande valoró los esfuerzos de la UNESCO en defensa del patrimonio cultural y prometió el firme apoyo de Francia. “Estamos juntos”, dijo el presidente, “a todos nos preocupa que se destruyan obras que son el patrimonio de la humanidad entera”.
Desde el inicio de los conflictos en Siria y después en Iraq, la UNESCO ha reunido a la comunidad internacional para proteger el patrimonio cultural de Iraq y de Siria para detener el saqueo de sitios arqueológicos y el tráfico ilícito de bienes culturales de ambos países. Para ello, la Organización trabaja estrechamente con expertos de Iraq, de Siria y de otros muchos países, con socios intergubernamentales y no gubernamentales como Interpol, la Organización Mundial de Aduanas, con museos, casas de subastas y gobiernos nacionales de países vecinos para bloquear el mercado negro de obras de arte y formar a especialistas para reforzar la protección de los sitios culturales allí donde sea posible.
En Beirut, la Organización ha creado un observatorio del patrimonio que monitorea de cerca la situación y provee asesoramiento a personal de museos y de seguridad.
Todos estos esfuerzos llevaron a la adopción de la Resolución 2199 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, adoptada el 12 de febrero de 2015, que reconoce de manera explícita la relación entre el tráfico ilícito de bienes culturales y la seguridad, prohíbe el comercio de bienes culturales de Iraq y Siria y pide a la UNESCO que coordine todos los esfuerzos para evitarlo en colaboración con Interpol.
Además, la UNESCO reunirá el 1 de abril a varios organismos asociados y las principales organizaciones culturales gubernamentales y no gubernamentales para debatir la situación y sentar las bases de una coalición de protección del patrimonio. El 28 de mayo, los Estados Partes de la Convención contra el Tráfico Ilícito de bienes culturales se reunirán en la UNESCO y el 28 de mayo la Organización albergará una reunión con los dirigentes de los principales museos del mundo para tratar estas mismas cuestiones.