El embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours y su esposa, abrieron las puertas de la residencia de Francia en Madrid con motivo de la Fiesta Nacional
La Fiesta Nacional, aunque particular este año por ser la víspera de la final del Mundial de fútbol, ha sido nuevamente motivo para el embajador de Francia en España, Yves Saint-Geours, de acoger a la comunicad francesa así como a numerosas personalidades españolas en la Residencia de Francia en Madrid, el pasado sábado 14 de julio de 2018.
Cerca de 3000 personas tomaron parte en esta celebración, representando todos los sectores de la vida española, del cuerpo diplomático y la amplia comunidad francesa establecida en este país.
Como en años anteriores, la Orquesta de la Guardia Civil tocó la Marsellesa y los himnos de España y de Europa.
La ceremonia se organizó con la ayuda de patrocinadores franceses y españoles y con el apoyo de la Cámara de Comercio Franco-Española.
Discurso del Embajador de Francia en España, M. Yves Saint-Geours
Señoras, Señores Ministros, Autoridades,
El 14 de julio del año pasado, Francia acababa una larga secuencia política, tras elegir al Presidente de la República, a la Asamblea nacional, pasando por un profundo debate sobre nuestra identidad, nuestros valores, nuestro estilo de vida, nuestro papel en Europa y en el mundo.
Un año después, muchos acontecimientos demostraron que los interrogantes de entonces eran legítimos, necesarios, y que más que nunca, la relación de amistad, de alianza, de hermandad entre España y Francia es fundamental para nuestra seguridad, nuestra prosperidad, y la promoción de un modelo social y democrático. Los atentados perpetrados en Barcelona y Cambrils, las dificultades de la Unión Europea para encontrar el camino hacia su reforma, la fragilidad de las Alianzas en el marco de la puesta en tela de juicio del multilateralismo, los inicios de una guerra comercial, los retos medioambientales y, hace poco, una crisis política interna en Europa, desencadenada por la cuestión migratoria, sin olvidar, si me permiten y sin injerencia, la crisis catalana particularmente en su dimensión europea. Todo esto necesita más diálogo, más solidaridad, más defensa del Estado de derecho, más cooperación entre nosotros.
A lo largo de estos eventos difíciles, España y Francia supieron demostrar lo que son: grandes naciones diversas pero unidas, pueblos solidarios y fraternos, que defienden juntos tanto nuestra seguridad común como nuestros valores. Cuánto agradecemos a España su 2 hermandad de armas en África, su visión compartida de la seguridad del continente, su cooperación permanente en la lucha contra el terrorismo yihadista.
Hace dos semanas, entró en el Panteón de París Simone Veil, una gran mujer, una gran francesa, una gran europea. Su figura nos recordó lo que siempre no debemos olvidar: los horrores del siglo XX y la locura humana, pero también ilustró la idea histórica simple de que siempre hay Bastillas que tomar como por ejemplo la paridad o los derechos de la mujer, como lo ha demostrado España de manera admirable este año.
Y también nos ha enseñado el camino hacia la construcción de Europa, basada en la reconciliación de los pueblos de Europa (no lo olvidemos nunca) y en la constitución de un conjunto de Estados naciones que comparten un bloque de valores democráticos, la economía social de mercado, un modelo social.
Desde su elección, (basada en una clara voluntad europeísta), el Presidente Macron ha retomado este camino.
Mientras introducía reformas en Francia, propuso, en su discurso de la Sorbona, profundos cambios en la arquitectura europea, para una Europa que protege (Defensa, seguridad, reglas del juego económico y social) una unión económica y monetaria consolidada (unión bancaria, unión de capitales, un presupuesto) y también un marco dinámico para I+D+I, lo digital, para el empleo, para la juventud y las universidades, para formación y cultura.
Sabemos que estas orientaciones están totalmente compartidas por España y que podemos avanzar juntos para convencer y actuar. ¡No es fácil, hay muchos obstáculos! Pero nuestro consenso de visión sobre los temas esenciales del futuro del continente, sobre migración, inclusive sobre el detalle de las políticas, nos da fuerza.
El 23 de junio, en París, los presidentes Sánchez y Macron confirmaron esta unidad de visión. El 26 de julio, invitado por su Majestad el Rey, el Presidente Macron visitará España para seguir trabajando tanto en los temas europeos, como en nuestros asuntos bilaterales, cuyo clima es más excelente que nunca: Francia innova, se reforma, acoge. Esperamos a mas Españoles. Aquí vemos la presencia de las empresas (hoy, agradezco especialmente su apoyo), las relaciones intelectuales, académicas, sociales y el flujo de turistas. Todo va en el sentido de más relación, más amistad. Y claro, más interconexiones: el día 27 se reunirán en 3 Lisboa los 3 países Portugal, España, Francia con la Comisión Europea para darse una nueva hoja de ruta de integración energética.
Tenemos una confianza forjada, año tras año, entre España y Francia, una visión compartida de la geopolítica mundial y de la necesidad de grandes regulaciones como el acuerdo de París de la Cop 21, queremos juntos pensar en los refugiados, en las víctimas del terrorismo, sabemos también que sin la participación de los pueblos, no se puede dar respuesta a los innumerables retos del presente. Nuestra Europa no es abstracta. Tiene el rostro de todos ustedes, Franceses y Españoles trabajando juntos.
Como lo dijo en varias ocasiones el Presidente de la República, debemos actuar ahora. No podemos esperar. Estoy convencido de que España y Francia tienen una misma conciencia de esta necesidad. Francia está y estará siempre al lado de España en este camino, como lo estará en la defensa del Estado de derecho y del orden constitucional.