Las farolas creadas por Ferroni, una mezcla de costumbres y tradiciones de los pueblos con el diseño, permiten que la luz sea portátil e ilumine tan solo el espacio que utiliza
La muestra fue inaugurada por Jesús Prieto de Pedro, director general de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas de España; Fernando Sáez, director del Museo Nacional de Antropología; Matteo Ferroni, autor de la exposición; Mario Vecchione, Agregado para Asuntos Culturales del Instituto Italiano de Cultura; Maura Hegi, Agregada de la Embajada de Suiza en España y el Embajador de Mali en España.
En 2010, el arquitecto italiano Matteo Ferroni inicia un estudio antropológico de las comunidades rurales de Mali que revela la importancia de la noche en la vida cotidiana de las aldeas. A partir de esa observación, Matteo Ferroni decide explorar los aspectos culturales de la luz en el seno de estas comunidades, en las que se constituye en un bien de uso colectivo.
La invitación de la asociación juvenil ADM Faso Gnietàa para continuar su estudio en la Commune Rurale de Zinzana marca el comienzo de una aventura en la que conviven etnografía y diseño, y que conduce a Matteo Ferroni a crear con materiales locales el primer prototipo de farola móvil, acogida por los habitantes con el nombre ‘foroba yelen’ (luz colectiva). Esta inmediata apropiación por parte de los aldeanos marca su rápida difusión a otras comunidades en las que son las organizaciones de mujeres las que toman la iniciativa.
Las farolas realizadas dentro del proyecto foroba yelen, cuya acogida por los pueblos de la zona ha sido muy buena, están realizadas con material reciclado, usando como base una bicicleta, lo que permite que la luz sea portátil y que ilumine allí donde se desarrolle una actividad nocturna y no un sitio fijo.
Además de la bicicleta, para la realización de las farolas se utilizan tubos de agua, aluminio reciclado y un cable de teléfono conectado con un módulo LED.
Con la creación de estas luces se ha puesto en manos de cada comunidad un bien colectivo, gestionado por todo el grupo y en beneficio de todos, para la realización de actividades durante la noche como los trabajos en el molino, recolección de agua, alfabetización, comercio en carretera, partos, vacunación de animales, artesanía, además de rituales como bodas, funerales y entierros.
Un proyecto este, llamado por los pobladores de la zona foroba yelen (luz Colectiva) o Wotoroyelene (el carro de la Luz), cuya importancia radica en haberse convertido en una herramienta común al servicio del trabajo, la educación y los rituales y que ha supuesto un gran impacto cultural, económico y social para las poblaciones donde han sido implantadas las farolas.
El impacto en la esfera espiritual es sin duda muy notable ya que una herramienta que se fabricó para facilitar el trabajo y las reuniones, ha sido asumida para su uso en prácticas rituales de diversa índole y de manera habitual. En el ámbito económico, las farolas han supuesto el aumento de la capacidad productiva de las mujeres que realizan la mayor parte de las actividades generadoras de ingresos, tales como procesamiento de alimentos, jardinería, el pequeño comercio y la artesanía. Junto a esta idea hay que mencionar que el aumento de recursos financieros permite a las mujeres acceder a servicios como la sanidad o la educación para sus familiares. Y para terminar hay que hablar del impacto social causado por las farolas, que se aprecia en aspectos como que la capacidad financiera de la mujeres se refleja directamente en la igualdad de género o aspectos como el aumento en el acceso a la educación, ya que la luz de las farolas permite programar clases de alfabetización en horario nocturno para facilitar la asistencia a las mismas de los niños y mujeres trabajadoras.
Lo que hace extraordinario a este proyecto es la búsqueda de la armonía entre herramienta, cultura y naturaleza. Esa magia la podemos sentir a lo largo de esta exposición, en la que fotografías, notas antropológicas y piezas originales nos llevan desde el origen material y simbólico del artefacto a su integración en la vida laboral, social y religiosa de una comunidad acostumbrada al claro de luna y al brillo de las linternas.
Foroba yelen ha sido premiado con una mención especial al City to City Barcelona FAD Award en 2012 y el premio LAMP 2013.
SOBRE MATTEO FERRONI:
Matteo Ferroni (Perugia, 1973), arquitecto y vídeo-artista, ha sido profesor visitante en el Royal College of Art (Londres), en la Universidad Nacional Autónoma de México (Ciudad de México) y la École Supérieure d’Architecture (Bamako). Actuó en directo con una obra de video junto al pianista Ludovico Einaudi y Rober Lippok y su proyecto «Maternidad» ha sido presentado en el Museu Episcopal de Vic (Barcelona) y en el Museo de Arte de Valls (Tarragona). Después de diseñar el Centro de Luca Ronconi Teatrale (Umbria), se trasladó a Mali, donde diseñó un teatro al aire libre en Bamako y desarrolló el proyecto foroba yelen. Actualmente se encuentra trabajando en «Golondrinas – Luz Sagrada de la Ciudad de México», un concepto de iluminación de los barrios obreros de la ciudad. Su trabajo reafirma el vínculo que une culturas y territorios.
FUNDACIÓN ELAND:
ELand es una fundación internacional suiza que tiene como función principal promover estudios humanistas sobre culturas y territorios, persiguiendo sus objetivos a través la valoración de los recursos locales y el uso innovador de las nuevas tecnologías, así como fomentando la colaboración entre instituciones, industria y sociedad civil.
Información de interés:
Fechas: 14 de febrero de 2014 al 4 de mayo de 2014.
Lugar: Museo Nacional de Antropología. C/Alfonso XII, 68.- Madrid (España)
Organizan: Museo Nacional de Antropología y Fundación eLand.
Colaboran: FAD. Fomento de las artes y del diseño y ADM. Faso
Gnietaa Association pour le Développement du Mali
(Asociación para el desarrollo de Mali).