Luego de las hostilidades de mayo en los Territorios Palestinos Ocupados e Israel, activistas y organizaciones de mujeres israelíes y palestinas instaron a las autoridades de ambas partes a esforzarse para lograr una salida negociada y duradera
“La comunidad internacional, debe prestar atención a estas importantes palabras”, dice la coordinadora adjunta para el proceso de paz.
Los llamamientos de las mujeres a la paz entre israelíes y palestinos fueron uno de los puntos destacados este miércoles en un debate abierto del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Medio Oriente, que también trató la gravedad de la situación humanitaria en la Franja de Gaza y la continuación de los asentamientos israelíes en el territorio ocupado, entre otros temas.
La coordinadora adjunta para el proceso de paz en Medio Oriente, Lynn Hastings, rindió al órgano resolutivo el informe trimestral sobre la cuestión, destacando la declaración conjunta de unas 200 organizaciones de mujeres y numerosas activistas palestinas e israelíes que pide “una acción inmediata, basada en los principios de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU, para lograr soluciones de largo plazo al conflicto”, e insta a las partes a redoblar los esfuerzos para alcanzar una salida negociada que conduzca a la paz y no sólo a una “calma provisional”.
La declaración, emitida el 30 de junio luego de la violencia registrada en mayo en los Territorios Palestinos Ocupados e Israel, subraya además la importancia de proteger a las mujeres de todas las formas de violencia y de garantizar su representación en los puestos de toma de decisiones.
“En la comunidad internacional, debemos prestar atención a estas importantes palabras”, dijo Hastings.
La crisis humanitaria se agudiza en Gaza
Al referirse a los once días de combates de mayo, la diplomática afirmó que el impacto de esta escalada exacerbó aún más la crisis humanitaria en Gaza, debilitando gravemente su economía al causar daños estimados entre 290 y 380 millones de dólares y pérdidas por 200 millones de dólares.
“El sector social fue el más afectado porque la violencia socavó la red de seguridad de los más vulnerables”, explicó.
Agregó que las necesidades de recuperación y reconstrucción inmediatas y a corto plazo se estiman entre 345 y 485 millones de dólares.
Hastings indicó que el Comité de Enlace Ad Hoc trabaja con los donantes para abordar las secuelas de la escalada, que produjeron una crisis fiscal a la Autoridad Palestina. Esa labor ha logrado recaudar 45 de los 95 millones de dólares solicitados en el llamamiento humanitario urgente consolidado hecho por la ONU en mayo.
Indicó que las agencias de las Naciones Unidas y sus socios están dispuestas a implementar iniciativas de recuperación y reconstrucción inaplazables en coordinación con las autoridades israelíes y palestinas, Egipto, Qatar y otros socios regionales e internacionales.
Acceso sin obstáculos de la ayuda de humanitaria
Asimismo, recalcó que es esencial que Israel implemente medidas adicionales para permitir la entrada sin obstáculos de toda la asistencia humanitaria, incluidos los materiales para implementar el Plan de respuesta humanitaria 2021.
Pero más allá de las necesidades humanitarias inmediatas, sin una entrada regular y predecible de bienes a Gaza, la capacidad de los organismos para realizar intervenciones críticas está en riesgo, al igual que la provisión de servicios básicos, los medios de vida de las personas y la economía de Gaza en general, abundó.
Hastings también expuso la situación financiera en la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), que enfrenta un déficit de 100 millones de dólares.
Advirtió que la crisis del flujo de efectivo podría afectar la reapertura de las escuelas para medio millón de niños en Gaza y socavar los programas humanitarios y de recuperación temprana en la Franja.
“Exhorto una vez más a todos los donantes, incluidos los de la región árabe, para que mantengan los niveles de financiamiento de los últimos años y anticipen los fondos tanto como sea posible para evitar una interrupción de los servicios esenciales y la ayuda humanitaria”, señaló.
Se requieren soluciones políticas
Recordó también que aunque las intervenciones humanitarias urgentes brinden un alivio crucial a corto plazo, cualquier futuro sostenible en Gaza requiere soluciones políticas.
“Los esfuerzos urgentes para mejorar la situación en Gaza deben avanzar rápidamente, pero no perdamos de vista el objetivo más amplio: resolver el conflicto israelí-palestino, poner fin a la ocupación y lograr una solución de dos Estados sobre la base de las resoluciones de la ONU, el derecho internacional y los acuerdos bilaterales”, puntualizó la coordinadora adjunta.
Los asentamientos deben cesar
Con respecto a los asentamientos de colonos israelíes en los territorios palestinos ocupados, Hastings reiteró que son ilegales según el derecho internacional.
“Las actividades relacionadas con los asentamientos deben cesar, ya que minan la perspectiva de lograr una solución viable de dos Estados de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas, el derecho internacional y los acuerdos anteriores”, apuntó.
Continúan la demoliciones
Añadió que las demoliciones de viviendas y otras estructuras palestinas por parte de Israel continuaron en el segundo trimestre de 2021.
Las autoridades israelíes demolieron o incautaron 113 estructuras palestinas en la Zona C de la Cisjordania ocupada y 16 en Jerusalén Oriental, desplazando a 177 palestinos y afectando a otros 1934. Además destruyeron 31 estructuras en la comunidad beduina de Humsa al B’qaia en la Zona C de la Cisjordania ocupada, obligando a 54 palestinos a desplazarse nuevamente.
“A pesar de los repetidos llamamientos de la comunidad internacional, las autoridades israelíes han seguido dando instrucciones a los residentes para que se vayan a otros lugares, argumentando que se trata de zonas de tiro declaradas por Israel”, dijo.
Durante el mismo periodo, las fuerzas israelíes confiscaron al menos 49 estructuras en otra comunidad de pastores de Cisjordania, Ras al-Tin, provocando el desplazamiento de 84 palestinos.
“Insto a Israel a que cese la demolición y confiscación de propiedades palestinas en toda la Cisjordania ocupada, incluida Jerusalén Oriental, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional humanitario. También lo exhorto a que permita a los palestinos desarrollar sus comunidades”, enfatizó Hastings.
Manifestaciones
La coordinadora adjunta habló, asimismo, de las manifestaciones de palestinos en Cisjordania tras la muerte el 24 de junio del activista político Nizar Banat, fallecido luego de ser arrestado por la Autoridad Palestina.
Señaló que en dos movilizaciones, las fuerzas de seguridad palestina golpearon a los manifestantes y dispararon indiscriminadamente gases lacrimógenos, además de no detener los actos de violencia de grupos de personas no uniformadas contra periodistas y defensores de derechos humanos, incluido un miembro del personal de la ONU.
“Las mujeres presentes en las manifestaciones denunciaron posteriormente acoso sexual y amenazas de género en las redes sociales”, agregó.
En este contexto, Hastings conminó a las autoridades palestinas a que la muerte de Nizar Banat y todas las denuncias de uso desproporcionado de la fuerza contra manifestantes por las fuerzas públicas palestinas se investiguen de manera exhaustiva, transparente e independiente y que los responsables rindan cuentas.
“El pueblo palestino debe poder ejercer su derecho a la libertad de expresión, opinión y reunión pacífica. Deben cesar las detenciones arbitrarias y por motivos políticos”, enfatizó.