S.M. la Reina, ha inaugurado esta mañana la exposición Encuentros en los 30, acompañada del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. Han asistido también a la inauguración el secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle; el presidente del Real Patronato del Museo, Guillermo de la Dehesa; y el director del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.
Encuentros con los años 30 es una de las exposiciones más importantes de la temporada, con la que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía se suma a la conmemoración del 75º aniversario de la realización de la emblemática obra Guernica (1937) por parte de Pablo Picasso
La muestra, en cuya organización han participado de manera conjunta los departamentos de Colecciones y Exposiciones del Museo, ocupará una superficie de más de 2.000 metros cuadrados, distribuidos en dos espacios: uno, en la primera planta, en el que fundamentalmente se analizarán los caminos que trazaron los artistas en las relaciones interpersonales e internacionales como motor de su creación, y otro, en la segunda planta, que alberga parte de la colección permanente, con la obra Guernica como punto central del recorrido.
Esta exposición, que ha contado con la colaboración de Acción Cultural Española (AC/E), se compone de más de cuatrocientas obras, procedentes de prestigiosas instituciones de todo el mundo: españolas (IVAM, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Filmoteca Nacional y de Cataluña, Fundació Gala Salvador Dalí, Residencia de Estudiantes, fondos del Museo Reina Sofía…) y extranjeras (Centro Georges Pompidou, Museo Pushkin de Moscú, MoMA, Salomon R. Guggenheim de Nueva York, National Gallery de Washington, Museo de Filadelfia, Metropolitan Museum de Nueva York, The Wolfsonian-IFA, International Center of Photography de Nueva York, Nationalgalerie de Berlín…).
Estarán representados algunos de los más importantes artistas del siglo XX: Pablo Picasso, Joan Miró, Yves Tanguy, Moholy-Nagy, Man Ray, Max Beckmann, Robert Delaunay, André Masson, Piet Mondrian, Wassily Kandinsky, Luis Buñuel, Joaquín Torres-García, Mario Sironi, Alberto o Goya entre otros muchos.
Por otra parte, es una ocasión única para ver varias piezas que por primera vez visitan
España, como la obra de Antonio Berni: New Chicago Athletic Club (1937), o Combat des princes saturniens II, de Wolfgang Paalen.
La exposición, resultado de una investigación colectiva, pretende redefinir los parámetros conceptuales e históricos de un período fundamental del siglo XX, clave para entender los años en que vivimos; un período de conflicto, no suficientemente estudiado, un momento en el que el arte y el poder se enfrentan y se apoyan. Aunque esta etapa se presenta bajo una apariencia de eclecticismo, sin embargo sirvió para que el arte cuestionara sus propios postulados. A todo esto se une que, para el Museo Reina Sofía, los años treinta constituyen un momento esencial, dado que son un eje fundamental de la Colección permanente, con Guernica como centro de gravedad.
Aunque esta no es la primera exposición que tiene como objeto la década de los treinta, sí es la primera vez que se propone una mirada “en episodios”, dando prioridad a las conexiones entre artistas y los momentos de eclecticismo estilístico.
Encuentros con los años 30 se ha estructurado en seis secciones: Realismos; Arte abstracto; Exposiciones internacionales; Surrealismo; Fotografía, cine y carteles; España: Segunda República, Guerra Civil y exilio. En cada una de ellas se plasman las principales preocupaciones y problemáticas que marcaron la década desde el punto de vista político, estético y cultural y suponen un espacio de encuentro, un lugar, explica Mendelson, que hay que “interpretar abiertamente para descubrir las pautas que permiten comprender que las relaciones y las tensiones personales de los artistas constituían el entramado subyacente y primordial de la experimentación”. Se pretende presentar este convulso y apasionante período, no sólo desde las narrativas propagandísticas, sino también desde la manera en la que los artistas tuvieron que trazar su propio camino en un ambiente de creciente tensión.