Una vez más estamos llegando a fin de año no sin muchas dificultades y vicisitudes como consecuencia de la pandemia de la COVID-19 y, esperamos un 2022 que venga cargado de salud, ilusión y nuevas oportunidades y muchos patrimonios de la humanidad
Desde nuestra revista digital deseamos que el año 2022 sea en el que la pandemia termine y todo vuelva a ser como antes de que sacaran a pasear el virus y, digo sacaran a pasear, porque estoy convencido de que por motivos e intereses espurios de unos y otros, a la población nos mandaron un arma de destrucción masiva.
Hace tiempo las guerras se resolvían a base de bombazos, tanques, aviones y demás armas mortíferas que iban avanzando en eficacia y destrucción. Pero hace dos años la vida cambio en todo el mundo como consecuencia de la pandemia de la COVID-19. De repente nos levantamos un día con la existencia de un “bicho” que nadie se hacía culpable de su procedencia y, comenzaron las amenazas entre unos y otros para hacerse responsable mutuamente entre ellos y, los ciudadanos nos encontramos en medio viendo como empezaban a morir personas en todos los países del mundo a unos niveles que ni la peor guerra ni el mejor dictador era capaz de hacer.
Vergüenza les debería dar a todos los políticos las acciones tomadas por los distintos gobiernos que, dicho sea de paso, los ciudadanos les importamos un bledo, a ellos lo único que les interesa es su sillón e intentar que nadie les mueva del mismo. Una curiosidad, ciudadanos de a pie han muerto millones, pero alguien sabe cuantos políticos se han quedado en el camino. Quién no conoce a alguien que ha fallecido por culpa de la COVID-19, pero, quien conoce a algún dirigente político que falleciera como consecuencia del virus. Ellos toman decisiones en muchos casos erróneas, y que a su vez políticamente les beneficie.
Ya está bien que los dirigentes no paren de “tirarse los trastos a la cabeza” y los perjudicados siempre seamos los mismos. Se debería investigar todo el proceso de la pandemia, porque en el camino se han quedado muchos millones de dólares, euros, etc. Y como en cualquier guerra siempre hay alguien beneficiado. En los conflictos convencionales siempre eran los chatarreros y similares, hoy día vemos que los que se están llenando los bolsillos de dinero son los laboratorios farmacéuticos, los fabricantes de productos sanitarios en relación a la COVID-19, y todo lo que gira alrededor de los mismos. Que se pongan todos de acuerdo de una vez en favor de los ciudadanos y miren por resolver la pandemia lo antes posible, y lleguen las vacunas a todos los rincones del planeta, y que se pueda decir para los países más pobres: “los gobiernos y los laboratorios invitan”.
A pesar de todo, deseamos que el 2022 venga con muy buenas intenciones, y que los humanos estemos a la altura para dejar de fastidiarnos la vida unos a otros, y que los patrimonios de la humanidad sigan siendo declarados, conservados, y mantenidos para que las generaciones futuras puedan disfrutar de ellos como nosotros lo estamos haciendo ahora.