Patrimonio histórico e inteligencia artificial, en este caso utilizada el beneficio de la sociedad, van de la mano en esta cita, fruto de la colaboración entre la UAH y Telefónica con un gran espectáculo
El Patio de Santo Tomás de Villanueva del Colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá (UAH), un marco incomparable para celebrar una espectáculo de ópera, acogió, este viernes, 22 de septiembre, una pionera representación de Turandot, como parte de los actos de conmemoración del 25 aniversario de la declaración de la UAH como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Cerca de un centenar de artistas han subido al escenario para representar la última obra escrita por Giacomo Puccini, que narra la historia de la cruel princesa china Turandot, que somete a sus pretendientes a tres acertijos, siendo su final la muerte si no son consiguen resolverlos.
Esta puesta en escena ha surgido de la colaboración entre la institución académica y Telefónica, en la que la escenografía de la ópera cobra vida gracias al arte generativo y la inteligencia artificial, creando un espectáculo que entrelaza la tradición operística con la innovación tecnológica. A partir del análisis de la escenografía de la ópera a lo largo de la historia de Turandot, se han creado las piezas generativas que representan de manera artística lo intangible, creando una conversación entre lo orgánico y lo virtual, el pasado y lo que está por venir.
La producción ha estado dirigida por Elisa Gómez -directora musical- y Federico Figueroa -director de escena-, con L.G. Artist Management S.L. al frente de la gestión de escena y artistas.
El reparto incluye a Olga Perrier (Princesa Turandot), Giorgi Meladze (Calaf), Rocío Faus (Liu), Timur (David Cervera), Alejandro Chelet (Ping), Imanol Laura (Pang), Aitor Garitano (Pong), Ángel Castilla (Emperador Altoum) y Jorge Tello (Mandarín), acompañados de la Orquesta Ciudad de Guadalajara y el coro de la Universidad de Alcalá EVUAH ensemble vocal.
A la representación, han asistido representantes de la cultura, la política, la empresa, los medios de comunicación y la universidad, que han podido disfrutar de la conocida aria ‘Nessun Dorma’ y del resto de escenas de esta obra con una puesta en escena mezcla de tecnología de vanguardia y un escenario de incalculable valor histórico y arquitectónico.
Sobre Federico Figueroa
Director de escena, dramaturgo y crítico musical. Realizó estudios de Ingeniería Industrial, compaginándolos con Bellas Artes y Música, en su país natal (México).
Cursó diseño gráfico y arte dramático en Ciudad de México. Posteriormente realizó estudios de Arquitectura en Madrid (Universidad Politécnica) y diversos cursos de arte en otras ciudades europeas. Fue ayudante de directores de escena, en México y España, en teatro, zarzuela y ópera.
Su primera incursión como director en la lírica la realizó en Ciudad de México, con un espectáculo basado en las Siete canciones populares de Manuel de Falla. Después dirigió piezas teatrales y zarzuelas.
Su debut como director de ópera fue con Lucia di Lammermoor en el Teatro Jovellanos de Gijón, en 2004. Desde entonces ha dirigido Rigoletto, Carmen, Turandot, Amahl and the night visitors, Pepita Jiménez, Cavalleria rusticana; el estreno del musical A man’s a man en el Festival Fringe 2011 de Edimburgo y otros espectáculos de teatro musical (Händel, rey de la ópera barroca; Fernando VI y su corte musical; Un homenaje a Albéniz; Mahler: un artista en el cambio de siglo). Ha colaborado con publicaciones de México (ProÓpera), España (Ópera Actual, Opera World, Mundo Clásico), Argentina (Óperayre) y las del Festival Mozart de La Coruña, Teatro de la Zarzuela y Teatro Real de Madrid.
Creó y dirigió las antologías líricas Sumisión y sortilegios (Teatro Municipal de Bogotá, 2012), La travesía (Gran Teatro de La Habana, 2012) y la “performance” Rodin: los volúmenes del hombre (Museo Soumaya de Ciudad de México, 2013). En 2015 dirigió el estrenó en Madrid de dos obras de teatro para conmemorar el Día Internacional del Teatro y una nueva producción de La traviata en Bogotá.
En 2016 presentó una nueva producción de La bohème (Festival de Ópera de Oaxaca) y La corte de Faraón en la Temporada Internacional de Zarzuela de Bogotá. En 2017, para la Ópera Nacional de México realizó Gianni Schicchi; en Santa Marta (Colombia) la zarzuela María la O, en Bogotá la opereta Die lustige Witwe y en Madrid la ópera Don Giovanni. En 2018 estrenó el espectáculo Farinelli VS Carestini en el Corral de Comedias de Alcalá de Henares y Luisa Fernanda en la Temporada Internacional de Zarzuela de Bogotá, una Gala de Ópera en el Palacio de Bellas Artes de Ciudad de México, el espectáculo Monumental en Toledo (España), una nueva producción de La traviata en el Teatro Municipal de Cali (Colombia) y estrenó los espectáculos lírico-teatrales Bijoux lyriques y La muerte de Violeta en Madrid. En 2019 estrenó la obra de su autoría titulada Reina y mujer. Las tudor en ópera en Puebla (México) y en el Ateneo de Madrid y más tarde en el Centro Nacional de las Artes de Ciudad de México.
Recientemente ha dirigido el estreno en América de la zarzuela barroca El imposible mayor en amor, le vence Amor en Dallas (Texas) y la zarzuela Romance esclavo en el Festival de Ópera al Parque de Bogotá. En diciembre de 2020 fue nombrado director artístico del Festival Lírico Medinaceli. En 2021 llevará a la escena la zarzuela Cecilia Valdés en Andorra y Bogotá.
Universidad y recinto histórico de Alcalá de Henares declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1998
Fundada por el cardenal Jiménez de Cisneros a principios del siglo XVI, Alcalá de Henares fue la primera ciudad universitaria planificada del mundo. Fue el modelo original de la Civitas Dei (Ciudad de Dios), la comunidad urbana ideal que los misioneros españoles trajeron a las Américas. También sirvió como modelo para las universidades de Europa y otros lugares.
Valor Universal Excepcional
El Recinto Universitario e Histórico de Alcalá de Henares está situado en la Comunidad Autónoma de Madrid, a 30 km de la capital madrileña. La propiedad tiene una superficie de 79 ha e incluye un magnífico conjunto de edificios históricos, como el excepcional Colegio Mayor de San Idelfonso o el Monasterio de San Bernardo. El Recinto Universitario comienza en la Plaza Cervantes (antigua Plaza Mayor) y se extiende hacia el este de la ciudad medieval. Se cerró derribando parte de las anteriores murallas medievales y prolongándolas en torno a la nueva urbanización. El trazado se basa en principios de planificación humanista, con dos ejes principales y un lugar central (hoy Plaza de San Diego) donde se ubican los principales edificios de la Universidad. El recinto amurallado medieval tiene en su núcleo la Iglesia Magistral, de la que parte el entramado de calles, fusionándose con los antiguos barrios árabe y judío. Al noroeste se encuentra el recinto eclesiástico, rodeado por sus propios muros; en su corazón se encuentra el Palacio Arzobispal. Dentro del casco histórico existen varios edificios protegidos por la legislación española.
La ciudad tiene su origen en la ciudad romana de Complutum. Se expandió durante la Edad Media y floreció en el siglo XVI gracias a la fundación de la Universidad. El concepto de esta ciudad, su planeamiento y disposiciones, pertenecen al proyecto diseñado por el fundador de la Universidad, el cardenal Cisneros. Había comprado unos terrenos al este de la ciudad medieval con el objetivo de dotar de las infraestructuras necesarias para llevar a cabo su proyecto universitario, un proyecto que incluía colegios, colegios mayores, hospitales e imprentas, todo lo cual contribuyó al destacado desarrollo de la Universidad de Alcalá. logros intelectuales durante cientos de años. Yuxtapuesta a la villa medieval, esta nueva ciudad se convertía en un modelo excepcional que encarnaba el modelo agustiniano de Ciudad de Dios, así como a la forma en que se planeó y los edificios con los que se dotó. el sueño de la Civitas Dei se hizo realidad, alcanzando las más altas cotas de realización intelectual de la época en las ciencias, la lengua y las letras, personificada por su hijo más ilustre, Miguel de Cervantes a través de su obra universal ‘El Quijote‘.
Alcalá de Henares fue diseñada con el estricto propósito de ser la sede de una universidad. Fue la primera ciudad de este tipo en la historia y se convirtió en un modelo de Ciudad Universitaria para América y Europa. Alcalá exportó su prestigio y su forma de organización: un microcosmos donde convivían las órdenes religiosas, los ciudadanos, el mundo académico, la educación y el saber. Es también un ejemplo único de la arquitectura de la Casa de Austria, característica del centro de España durante el período barroco.
Criterio (ii): Alcalá de Henares fue la primera ciudad en ser diseñada y construida únicamente como sede de una universidad, y serviría de modelo para otros centros de aprendizaje en Europa y América.
Criterio (iv): El concepto de ciudad ideal, la Ciudad de Dios (Civitas Dei), se materializó por primera vez en Alcalá de Henares, desde donde se difundió ampliamente por todo el mundo.
Criterio (vi): La contribución de Alcalá de Henares al desarrollo intelectual de la humanidad encuentra expresión en su materialización de la Civitas Dei, en los avances lingüísticos que allí tuvieron lugar, sobre todo en la definición de la lengua española, y a través de la obra de su gran hijo, Miguel de Cervantes Saavedra y su obra maestra Don Quijote.
Integridad
La Universidad y el Recinto Histórico de Alcalá de Henares han mantenido los valores que hicieron de Alcalá una creación a imitar durante siglos.
El trazado urbano en cuadrícula y el diseño de la universidad, el entramado de calles de la ciudad medieval con su Calle Mayor como arteria principal, así como las arcadas barrocas, se encuentran en un estado de conservación ejemplar. Más importante aún, la mayoría de los edificios que se construyeron cuando se creó la universidad han mantenido o recuperado sus usos originales, ya sean académicos, religiosos, civiles o residenciales.
El inmueble refleja acertadamente la importancia de la creación de la primera Ciudad Universitaria planificada de la historia y la representación de la Civitas Dei en la época barroca. Además, el recinto cuenta con un total de 785 edificaciones de las cuales 465 están protegidas dentro del plan urbanístico, es decir, el 60% de las edificaciones están catalogadas y declaradas de interés histórico.
Por tanto, a pesar del cierre de la Universidad entre 1836 y 1976, los daños sufridos durante la Guerra Civil y la desprotección durante parte del siglo XX hasta que fue declarada Bien Histórico por el Estado español en 1968, Alcalá ha conservado la integridad del recinto en su conjunto.