Andris Piebalgs, comisario de Desarrollo de la UE, anunciará hoy la nueva ayuda financiera que se aportará a África Occidental para el periodo 2014-2020
Durante una ronda de discusiones con los ministros y otras autoridades de los países de la región acerca de las intervenciones prioritarias que se financiarán en los próximos siete años.
Se espera que esta ayuda, que ascenderá a unos 6 400 millones (pendiente de confirmación por el Parlamento Europeo y el Consejo), apuntalará inversiones generadoras de crecimiento y empleo para los 300 millones de ciudadanos de África Occidental.
Satisfecho ante este compromiso, el comisario Piebalgs ha afirmado: «Basta con contemplar los retos existentes en ámbitos como la energía, el desarrollo de infraestructuras y las crisis alimentarias provocadas por la sequía para comprender que África tiene un interés directo en nuestra capacidad de cooperación con miras a la erradicación de la pobreza y al desarrollo sostenible.»
El comisario ha añadido: «Nuestra nueva ayuda refleja nuestro continuo compromiso de inversión en África Occidental. Pero lo que en realidad deseamos es que la región y los países que la componen tomen las riendas de su futuro. Estoy convencido de que si trabajamos codo a codo en el marco de esta asociación podremos seguir haciendo grandes progresos hacia un mayor desarrollo y prosperidad de esta región.»
Por todos estos motivos, estos fondos permitirán que se atiendan otras prioridades que se están discutiendo con cada uno de los países participantes en el seminario que se celebra en Bruselas. Se tendrán en cuenta además las recientes modalidades de ejecución establecidas en el Programa por el Cambio, nuevo modelo de la UE para aumentar la eficiencia y la adecuación de la ayuda a los resultados perseguidos, especialmente mediante fondos combinados (mezcla de subvenciones y préstamos).
Aumento de la integración regional
La semana pasada, los jefes de Estado de África Occidental1 decidieron afianzar la unión aduanera de la región mediante la adopción de un arancel aduanero común. La consolidación del mercado común de África Occidental que supone esta iniciativa tendrá una repercusión económica y social que generará rápidos beneficios a los más pobres de la región, asegurando al mismo tiempo la paz y una estabilidad duradera. La Unión Europea sigue siendo el principal socio de África Occidental en cuestiones de integración regional, por lo que ha acogido muy favorablemente el acuerdo. De los 6400 millones EUR presupuestados, 1200 millones se destinarán a la financiación de programas regionales para el periodo 2014-2020.
En relación con el periodo de financiación en curso (2007-2013), la Unión Europea también ha anunciado su programa de 2013 (150 millones EUR) para el fomento de la integración regional en África Occidental, contribuyendo a rehabilitar y apoyar proyectos de infraestructura, a impulsar la actividad subregional y a aumentar la conectividad entre los países de la región. Entre los resultados esperados de este programa se encuentra la reducción de los costes de transporte y de la duración de los viajes, lo que potenciará las actividades comerciales. Además, se producirán menos accidentes y víctimas como consecuencia de la deficiente infraestructura vial.
Las actividades previstas incluyen, por ejemplo, la conclusión del pasillo Abidjan-Dakar para completar la autopista transafricana. El programa recoge también medidas de vigilancia de la mosca de la fruta para asegurar una mejor coordinación a nivel regional que limite los daños causados por esa plaga en la producción de la zona. Esa medida aumentará la seguridad alimentaria y la competitividad de las exportaciones agrarias.
Algunas actividades del programa se centrarán asimismo en la adopción de una política y una normativa comerciales comunes, como por ejemplo, mediante el establecimiento de una unión aduanera, la eliminación de los obstáculos al comercio intrarregional y la armonización de las estadísticas comerciales.
Entre tanto, las nuevas medidas de lucha contra el blanqueo de dinero se dirigirán esencialmente a reducir las actividades o los delitos que generan dinero negro, como el tráfico ilícito de drogas o la corrupción.
Contexto
La región de África Occidental1 comprende Benín, Burkina Faso, Cabo Verde, Costa de Marfil, Gambia, Ghana, Guinea, Guinea Bissau, Liberia, Mali, Níger, Nigeria, Senegal, Sierra Leona, Togo y Mauritania. En las dos últimas décadas, la mayor parte de los países de la región han emprendido, en mayor o menor medida, un proceso de democratización y estabilidad macroeconómica. No obstante, la gobernanza, la paz y la seguridad siguen suponiendo grandes retos para la subregión. La fragmentación de la zona económica, la falta de infraestructuras y el frágil tejido industrial, unidos a los bajos niveles de competitividad, demoran el proceso de integración regional y el posible despegue de África Occidental.
Algunos resultados de la financiación y los programas de la UE en África Occidental
En Níger se han desembolsado desde 2008 más de 100 millones EUR en concepto de apoyo presupuestario, lo que ha impulsado la capacidad del Gobierno para prestar servicios sociales. Entre 2008 y 2012, los índices de finalización de la enseñanza primaria aumentaron entre el 48 % y el 55,8 % y la mortalidad infantil se redujo a la mitad, situándose en el 63 por 1000 en 2010. Se han renovado o están renovando 600 km de carreteras, con la consiguiente apertura de las regiones beneficiarias a los servicios de asistencia sanitaria y educación y el correspondiente fomento del comercio.
En Burkina Faso, la UE contribuye a la construcción de la que será la central fotovoltaica más grande de África Occidental, que generará 32 gigavatios-hora al año, cantidad equivalente a un 6 % de la actual producción de electricidad del país y al consumo de energía de unos 400 000 habitantes.
En Nigeria, la ayuda destinada al suministro y depuración de agua asegurará que 5 millones más de personas tengan acceso, de aquí a 2017, a agua potable e instalaciones de saneamiento en zonas rurales y urbanas (entre los beneficiarios se incluyen escuelas).
El apoyo presupuestario de 225 millones EUR concedido mediante un «contrato de consolidación del Estado» ayuda al gobierno de Mali a prestar servicios básicos y a restablecer el Estado de Derecho para toda la población. En los últimos meses ha contribuido a la celebración con éxito de elecciones, a la labor de la Comisión para el Diálogo y la Reconciliación, al regreso de los estudiantes a las aulas y a la recuperación de la política fiscal del Estado que ha permitido realizar nuevas inversiones para la población y la reanudación de algunos servicios públicos.