La Organización lanza un proyecto mundial de ADN ambiental para estudiar la vulnerabilidad de las especies al cambio climático en los sitios marinos del Patrimonio Mundial
Hoy se pone en marcha un ambicioso proyecto que utiliza ADN ambiental de última generación, conocido como eADN, para comprender la riqueza de la biodiversidad de los sitios marinos del Patrimonio Mundial de la UNESCO.
El proyecto consistirá en que científicos y residentes en estos sitios locales recojan material genético de los desechos, las mucosas o las células de los peces de determinados lugares marinos del Patrimonio Mundial, con el fin de hacer un seguimiento de las especies, incluidas las que figuran en la lista roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). El ADN ambiental es consiste en recoger y analizar muestras del medio ambiente (suelo, agua, aire) en lugar de extraerlo de un organismo individual.
El proyecto de ADN ambiental, de dos años de duración, ayudará a medir la vulnerabilidad de la biodiversidad marina al cambio climático y las repercusiones de ese cambio en los patrones de distribución y migración de la vida marina en los sitios del Patrimonio Mundial. Lanzado al comienzo del Decenio de las Naciones Unidas de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible (2021-2030), ayudará a comprender las tendencias mundiales y a informar sobre los esfuerzos en curso para proteger los ecosistemas marinos y garantizar que las generaciones futuras sigan disfrutando de los servicios que proporcionan.
«Los sitios marinos del Patrimonio Mundial desempeñan un papel fundamental en la protección de los ecosistemas marinos de valor universal excepcional y ofrecen al público la oportunidad de apreciar y preservar los entornos marinos. El cambio climático está afectando al comportamiento y la distribución de la vida submarina y debemos comprender lo que está ocurriendo para poder adaptar nuestros esfuerzos de conservación a la evolución de las condiciones», declaró Ernesto Ottone R., Subdirector General de Cultura de la UNESCO.
«El muestreo de ADN ambiental puede proporcionar una capacidad innovadora, asequible y largamente esperada para comprender mejor los ecosistemas oceánicos, su composición y comportamiento, y para empezar a gestionar los recursos oceánicos de forma más sostenible», dijo Vladimir Ryabinin, Subdirector General de la UNESCO y Secretario Ejecutivo de la Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO. Es un paso hacia la visión del Decenio de los Océanos de desbloquear el conocimiento que necesitamos para crear el océano que queremos para 2030″.
Los sitios marinos del Patrimonio Mundial de la UNESCO son reconocidos por su biodiversidad única, sus ecosistemas excepcionales o por representar etapas importantes de la historia de la Tierra. Desde la inscripción del primer sitio marino, la Gran Barrera de Coral (Australia), en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1981, la Lista ha crecido hasta albergar una red mundial de 50 sitios marinos, focos de esperanza para sanear el océano. Otro sitio es Ibiza, biodiversidad y cultura que se encuentra en España y fue declarado en 1999.
El uso del ADN ambiental en la vigilancia de los océanos y la recogida de datos está todavía en sus inicios y los protocolos estándar para el muestreo y la gestión de datos se racionalizarán en el innovador proyecto de ADN ambiental de la UNESCO. Por primera vez se aplicará una metodología coherente en múltiples áreas marinas protegidas de forma simultánea, lo que marcará el nacimiento de normas mundiales en materia de muestreo y prácticas de seguimiento y gestión de datos, al tiempo que pondrá esos datos a disposición del público.
El proyecto involucrará a los ciudadanos locales, guiados por el apoyo de expertos, en, por ejemplo, la toma de muestras de agua, su filtrado y la fijación de su ADN ambiental, que luego será secuenciado en laboratorios especializados.
Todos los datos serán procesados y publicados por el Sistema de Información sobre la Biodiversidad de los Océanos (OBIS), el mayor sistema de datos de libre acceso del mundo sobre la distribución y diversidad de las especies marinas, mantenido y apoyado colectivamente por una red mundial de miles de científicos, gestores de datos y usuarios. Su objetivo es avanzar en el conocimiento de la vida en el océano y ayudar a establecer indicadores que sirvan como base para las políticas de conservación y gestión.
Este proyecto será llevado a cabo por la Comisión Oceanográfica Intergubernamental y el Centro del Patrimonio Mundial de la UNESCO, con el apoyo del Gobierno de Flandes.