El Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO, que celebra su reunión anual en Estambul, ha incluido al Sitio de los Dólmenes de (Antequera-Málaga [España]) en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO
España es el tercer país del mundo en número de bienes inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial: el Sitio de los Dólmenes de Antequera es el bien cultural número 45 de España en formar parte de esta prestigiosa lista. Además, España cuenta con 14 bienes incluidos en la lista de Patrimonio Inmaterial y 5 de Patrimonio Documental en el Registro Memoria del Mundo.
Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deporte de España, ha manifestado su orgullo por la declaración y ha agradecido a la Junta de Andalucía, al Ayuntamiento de Antequera, al Conjunto Arqueológico Dólmenes de Antequera y a la comunidad científica, así como a la UNESCO y a ICOMOS, Organismo Consultivo de la Convención de Patrimonio Mundial, el continuado y arduo trabajo desarrollado para formar parte de la Lista de Patrimonio Mundial. “Pero el trabajo no acaba aquí porque esta declaración conlleva compromisos. La inscripción de cualquier bien en esta lista no es el objetivo, sino que es sólo el principio para una mejor conservación. Es necesario que los gestores de los bienes culturales Patrimonio Mundial y las autoridades competentes sigan trabajando en la gestión, supervisión, preservación y difusión del bien”. Méndez de Vigo visitó el conjunto arqueológico del Sitio de los Dólmenes de Antequera el pasado 14 de diciembre. En esta visita, el ministro manifestó que “lo que he sentido hoy al entrar aquí es cómo la vida se vive desde atrás y se entiende desde atrás. Es realmente emocionante ver cómo aquí, en el mismo sitio que hoy estamos, hubo hace millones de años personas que ya poblaron estas tierras y trabajaron el culto funerario”. Además, aseguró que “los Dólmenes de Antequera deben ponerse en valor aquí, me parece que esta es una expresión del patrimonio cultural de Andalucía.”
En esta 40ª Sesión del Comité de Patrimonio Mundial, a la que ha acudido una delegación del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, encabezada por la subdirectora general de Protección de Patrimonio Histórico, Elisa de Cabo, también se ha recomendado la inscripción de bienes tanto naturales como culturales de otros países, tales como La obra arquitectónica de le Corbusier, candidatura en la que participan Argentina, Bélgica, Francia, Alemania, India, Japón y Suiza; el Archipiélago de Revillagigedo de México; Mistaken Point en Canadá o el Parque Nacional de Khangchendzonga en la India, entre otros.
Criterios de inclusión
El Comité de Patrimonio Mundial de la UNESCO ha seguido la recomendación de su organismo consultivo ICOMOS (Consejo Internacional de Sitios y Monumentos) que en su informe ha manifestado que el Sitio de los Dólmenes de Antequera posee un Valor Universal Excepcional.
El sitio de dólmenes de Antequera es un bien en serie que consta de tres monumentos megalíticos: el dolmen Menga, el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral, así como dos monumentos naturales: La Peña de los Enamorados y el Torcal de Antequera. Construido durante el Neolítico y la Edad del Bronce con grandes bloques de piedra que forman las habitaciones y espacios cubierto con dinteles (Menga y Viera) o falsa cúpula (El Romeral), y se utilizan con fines rituales y funerarios. Los megalitos de Antequera son un excepcional ejemplo del megalitismo europeo. Las estructuras megalíticas tienen la apariencia un paisaje natural (enterrado bajo montañas de tierra) y su orientación se basa en dos elementos naturales: la Peña de los Enamorados y El Torcal, que son dos señales visuales indiscutibles.
La interacción monumentos megalíticos con la naturaleza se evidencia en los pozos profundos ubicados dentro de Menga y en la orientación de Menga y El Romeral hacia las montañas sagradas (La Peña de los Enamorados y El Torcal), acentúa la singularidad de este paisaje prehistórico funerario y el ritual. Las tres tumbas, por la naturaleza única de sus diseños y sus diferencias técnicas y soluciones formales, aúnan las grandes tradiciones de la arquitectura megalítica funeraria de la península ibérica.
El Sitio de los Dólmenes de Antequera está integrado por tres monumentos megalíticos: el dolmen de Menga, el dolmen de Viera y el tholos de El Romeral, así como dos monumentos naturales, La Peña de los Enamorados y El Torcal. Se trata de una de las más antiguas y originales formas de monumentalización paisajística mediante integración de arquitectura megalítica y naturaleza que se conoce en la Prehistoria mundial, un gran centro ritual cuyo origen se remonta a la primera mitad del cuarto milenio antes de Cristo.
El Megalitismo conecta sociedades de tiempos y espacios muy distintos y se ha desarrollado en los últimos cien mil años en todo el mundo, en condiciones y circunstancias muy diferentes, por lo que constituye un fenómeno de alcance mundial.
Durante la Prehistoria, Antequera fue un cruce natural de itinerarios entre mares y continentes y un punto de encuentro de pueblos y culturas diferentes. Ello dio lugar al nacimiento de unos modelos arquitectónicos sobresalientes y a una cultura basada en la excepcional interacción con el paisaje, en la que las construcciones megalíticas (dólmenes de Menga y Viera y tholos de El Romeral) se presentan bajo la apariencia de paisaje natural (los monumentos megalíticos están enterrados bajo túmulos de tierra), subordinando su orientación hacia los dos hitos naturales: La Peña de los Enamorados y El Torcal, que constituyen los referentes visuales indiscutibles del Sitio.
La vinculación física y conceptual con el entorno natural es un hecho común en el fenómeno megalítico, sin embargo en el Sitio de Antequera lo realmente original es el estrecho e íntimo diálogo establecido entre la arquitectura megalítica y la naturaleza; un hecho que le dota de una relevancia única de escala universal y que no tiene paralelo en la Lista de Patrimonio Mundial ni en otros bienes reconocidos del mismo tipo.
Cuatro nuevos sitios inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial
Además, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO, que celebra su 40ª reunión desde el 10 de julio en Estambul (Turquía) inscribió cuatro nuevos sitios en la Lista del Patrimonio Mundial: un sitio transfronterizo (Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia) y otros tres en Grecia, Reino Unido y Turquía.
Los nuevos sitios son:
Cementerios de tumbas medievales «stećci» (Bosnia y Herzegovina, Croacia, Montenegro y Serbia) – Este sitio seriado está integrado por tumbas medievales («stećci») de 30 lugares diferentes situados en Bosnia y Herzegovina, en el centro y sur de Croacia, en la parte occidental de Montenegro y al oeste de Serbia. Estos monumentos funerarios, característicos de esas regiones, datan de los siglos XII a XVI y están dispuestos en filas en cementerios, tal y como se acostumbró a hacer en Europa desde la Edad Media. En su mayoría están esculpidos en piedra caliza con una gran variedad de motivos ornamentales e inscripciones, que muestran no sólo la continuidad que se da en los elementos medievales europeos de este tipo, sino también la persistencia de tradiciones locales específicas más antiguas.
Sitio arqueológico de Filipos (Grecia) – Fundada en 356 a.C. durante el reinado de Filipo II de Macedonia, los vestigios de esta ciudad fortificada se extienden al pie de una acrópolis situada en la actual región griega de Macedonia Oriental y Tracia, por la que pasaba la antigua vía romana Egnatia que unía Europa con Asia. En tiempos del Imperio Romano, en los decenios subsiguientes a la batalla de Filipos (42 a.C.), vinieron a añadirse a los anteriores monumentos de la época helenística –el gran teatro y el templo funerario– importantes construcciones como el foro que hicieron de la ciudad una «pequeña Roma». Después de la visita del apóstol San Pablo a Filipos en los años 49 a 50 de nuestra era común, la ciudad se convirtió en un centro de propagación del cristianismo. Los vestigios de sus iglesias constituyen un testimonio excepcional del asentamiento de los primeros cristianos.
Sitio arqueológico de Ani (Turquía) – Situados al nordeste de Turquía, en una solitaria meseta erguida sobre el valle que delimita la actual frontera natural entre este país y Armenia, los vestigios de la ciudad medieval de Ani comprenden un gran conjunto de viviendas y edificaciones religiosas y castrenses dotadas de una estructura urbanística típica de la Edad Media, que se fue configurando a lo largo de los siglos bajo la soberanía de diferentes dinastías cristianas y musulmanas. La ciudad alcanzó su máximo esplendor entre los siglos X y XI, cuando fue capital del reino armenio de los Bagrátidas y se benefició del control que ejercía sobre uno de los ramales de la Ruta de la Seda. Posteriormente, bajo el sucesivo dominio de los bizantinos, selyúcidas y georgianos, conservó su rango de encrucijada importante del tráfico mercantil de caravanas. La invasión mongola de 1239 y el devastador terremoto de 1319 asolaron la ciudad y precipitaron su decadencia. Ani ofrece un amplio panorama del desarrollo arquitectónico medieval gracias a la presencia de casi todas las innovaciones arquitectónicas que emergieron en la región entre los siglos VII y XIII de nuestra era.
Conjunto de cuevas de Gorham (Reino Unido) – Los abruptos acantilados calcáreos de la cara oriental del peñón de Gibraltar albergan cuatro cuevas, cuyos yacimientos arqueológicos atestiguan la presencia del hombre de Neandertal durante más de 125.000 años. Este testimonio excepcional de la cultura neandertaliense está constituido por grabados rupestres de motivos abstractos, así como por huellas de la caza de aves y animales marinos con fines alimentarios y por indicios del uso ornamental del plumaje de las presas capturadas. Las investigaciones científicas llevadas a cabo en este sitio han aportado una contribución importante al debate sobre el conocimiento del hombre de Neandertal y de la evolución de la especie humana.