La Red, creada en 2004 bajo los auspicios de la UNESCO, cuenta ahora con un total de 87 geoparques diseminados en 27 países
Los nuevos geoparques son:
Geoparque de Hong Kong (China)
Este geoparque pone de relieve los elementos naturales de esta región industrial y, más concretamente, sus 150 km de litoral marino y su topografía formada por colinas intercaladas por llanuras. A pesar de su superficie reducida (49,85 km2), el geoparque de Hong Kong puede enorgullecerse de contar con rocas volcánicas ácidas de importancia mundial y elementos de historia geológica que muestran sedimentos depositados en la era paleozoica, entre 520 y 250 millones de años atrás. Los procesos geológicos costeros han dado por resultado formaciones de erosión y depósitos fosilíferos que permiten comprender el paleoentorno y la evolución biológica, climática y geográfica del sitio.
Geoparque de Tianzhushan (China)
Situado en la provincia de Anhui, el geoparque de Tianzhushan comprende un vasto paisaje montañoso con picos de granito, cuevas, cascadas y fuentes. Cuenta con un rico patrimonio geológico de fósiles de mamíferos y una zona de eclogitas, rocas metamórficas formadas en condiciones extremas de presión e inusualmente densas, que juegan un papel importante en la facilitación de la convección y en el suministro de información sobre los procesos tectónicos que tienen lugar en el manto y la corteza de la Tierra. La riqueza de los elementos ecológicos y culturales de este geoparque es interesante para la investigación científica, la educación y el turismo. El sitio cuenta con itinerarios señalizados para la práctica del senderismo, centros de información turística y museos. En el geoparque se organizan actividades pedagógicas y de investigación destinadas a alumnos de todos los niveles, desde la escuela primaria hasta la universidad. Los conocimientos geológicos se divulgan mediante información fácil de comprender y las comunidades locales participan en las actividades de divulgación (estancias en hogares de la población autóctona y visitas de explotaciones agrarias).
Sierra Norte de Sevilla, Andalucía (España)
El Geoparque de la Sierra Norte de Sevilla comprende una zona provista de un rico patrimonio geológico que permite promover actividades turísticas destinadas a valorizarlo y protegerlo, fomentando al mismo tiempo un desarrollo económico sostenible. Este sitio es uno de los mayores parques naturales de Andalucía. Abarca una superficie de 177.484 hectáreas y está situado en los alineamientos montañosos de la Sierra Morena, entre las zonas geológicas de Ossa-Morena y del sur de Portugal. La mayoría de las rocas datan de los tiempos más antiguos de la historia de la Tierra, iniciada hace 4.500 millones años: desde los tiempos precámbricos, pasando por la era paleozoica (540 millones de años) y el periodo pérmico (290 millones de años) hasta el triásico inferior (258 millones de años). Constituye una excepción la zona sudoriental del sitio, donde se hallan algunos afloramientos de rocas sedimentarias más recientes que datan del Mioceno (20 millones de años). En el geoparque tienen lugar diversas actividades educativas, lúdicas y de sensibilización al medio ambiente, que ofrecen a los escolares y visitantes individuales o en grupo la posibilidad de disfrutar del valor natural, cultural y paisajístico de este lugar excepcional.
Geoparque de las Villuercas, Ibores y Jara, Extremadura (España)
El Geoparque de las Villuercas está formado por un macizo montañoso aislado del sur de la provincia de Cáceres, -ciudad declarada patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1986- en Extremadura. Su denominación se debe al nombre de la cumbre más alta de dicho macizo: el Pico de La Villuerca (1.601 metros). Ofrece un magnífico paisaje que comprende el célebre monasterio de Guadalupe. Este sitio, único en su género, se caracteriza por una morfología y un paisaje con plegamientos y fracturas muy acusados. El geoparque abarca un vasto periodo de tiempo geológico y presenta algunas de las rocas más antiguas de Europa, pertenecientes a los periodos Ediacárico, Cámbrico, Ordovícico y Silúrico (entre 650 y 400 millones de años atrás). Su patrimonio natural es también de una gran riqueza, ya que posee especies de aves protegidas, corredores de biodiversidad y árboles monumentales. Además, el sitio cuenta con vestigios de una cultura minera y de pinturas rupestres que datan de las edades del Bronce y del Hierro.
Geoparque de los Bauges (Francia)
Este geoparque forma parte del Parque Natural Regional del Macizo de los Bauges, una zona montañosa de altitud media perteneciente a los Alpes Franceses noroccidentales. Visto desde lejos, el sitio se asemeja a una fortaleza rocosa, que emerge como una isla natural protegida en medio de un mar urbanizado. El macizo cuenta con farallones de caliza resistente y rocas sedimentarias que forman sinclinales suspendidos y le dan un relieve muy particular. Importantes líneas de falla tectónica muestran los potentes procesos de formación del relieve montañoso y el paisaje cárstico lo atraviesan grandes y pequeños desfiladeros, abiertos en la caliza cretácica, que originan humedales, lagos, fuentes y cuevas. El famoso farallón de “La Saboyana” –formado por un impresionante plegamiento de las capas calcáreas en el extremo sur del sitio– debe su nombre a su semejanza con el perfil de una mujer ataviada con el tocado tradicional de las campesinas de la región. Este conocido elemento ilustra el vínculo existente entre la geología y la historia local.
Geoparque de Burren y acantilados de Moher (Irlanda)
Situado en la costa occidental de Irlanda, entre las ciudades de Limerick y Galway, este geoparque abarca un paisaje geológico formado por colinas ondulantes y mesetas calcáreas, acantilados marinos espectaculares y cursos de agua que desaparecen bajo tierra y emergen de una vasta red de cuevas. La zona costera del parque comprende los acantilados de Moher, que se yerguen a 200 metros de altura y son los más célebres de toda Irlanda. La erosión costera ha creado grutas, arcos y riscos marinos, así como playas pedregosas y dunas que confieren a la zona su particular fisionomía. La zona de Burren es mundialmente conocida por la riqueza de sus recursos ecológicos y vestigios arqueológicos. Se encuentran en ella el 70% de las plantas nativas de Irlanda, comprendidas algunas combinaciones insólitas de especies árticas, alpinas y mediterráneas, así como huellas de asentamientos humanos que abarcan un periodo de más 6.000 años.
Geoparque de Katla (Islandia)
La importancia geológica del Geoparque de Katla es evidenciada por la presencia del hoy célebre volcán Eyjafjallajökull, cuya erupción colapsó temporalmente el transporte aéreo europeo en abril de 2010. La región se caracteriza por su morfología volcánica, que comprende cráteres y fisuras de erupción, campos de lava, riscos de hialoclastita y montañas de toba. Su paisaje está dominado por glaciares que cubren las montañas más altas y los volcanes. Cerca de los glaciares se encuentran varios glaciares emisarios, ríos glaciares y otras formaciones de tipo glaciar como morrenas y lagos de contención glaciar. Las inundaciones glaciares súbitas provocadas por las erupciones bajo el hielo han formado planicies aluviales en las tierras bajas. Otros elementos interesantes del sitio son los xenolitos fosilíferos, los pseudocráteres y las capas de tefra, que son especialmente útiles para la datación geológica. En una región donde la vida diaria de la población está muy condicionada por la actividad volcánica, el geoturismo constituye un vector importante del desarrollo sostenible.
Geoparque de los Alpes Apuanos (Italia)
Este geoparque abarca el Parque Natural de los Alpes Apuanos y una serie de zonas adyacentes situadas en este macizo alpino. Se extiende desde el noroeste de la Toscana, esto es desde la parte central de la península italiana, hasta el extremo norte de esta última, donde se halla la zona de transición entre la región biogeográfica de Europa Central y la de Europa Mediterránea. El geoparque alberga numerosas especies endémicas, así como una gran variedad de rocas, minerales, fósiles y estructuras tectónicas. El sitio es célebre por sus mármoles (Carrara), sus profundos desfiladeros y sus grandes cuevas cársticas. La morfología excepcional de los Alpes Apuanos ha atraído a los viajeros desde el siglo XVI. El geoparque ofrece hoy a los visitantes una serie de actividades recreativas, en particular la práctica del alpinismo y del senderismo.
Geoparque de Muroto (Japón)
Situado en la isla de Shikoku, al sudoeste del Japón, el sitio del geoparque de Muroto estuvo sumergido bajo el mar en el pasado. Sus cuevas se formaron en ese entonces y, posteriormente, fueron emergiendo a la superficie debido a la serie de seísmos sucesivos que arrasaban la costa cada 100 o 150 años. Este geoparque es un auténtico laboratorio al aire libre situado en una zona de subducción, esto es, un lugar donde una porción de la corteza terrestre pasa debajo de otra. El sitio constituye un verdadero registro de la dinámica de la Tierra provocada por el desplazamiento de las placas tectónicas. Este proceso tectónico ha dado por resultado una actividad magmática de la que han surgido las rocas gabroicas, toscas y oscuras, que forman la península de Muroto. El ritmo de elevación del cabo Muroto –entre uno y dos metros cada mil años– es uno de los más rápidos de todo el planeta. Además de este notable fenómeno natural, el geoparque permite ilustrar el peligro que representan los seísmos y tsunamis de gran amplitud, proporcionando al mismo tiempo elementos para prever estos fenómenos y precaverse contra ellos mediante el uso de la ciencia y tecnología de vanguardia.
Red Mundial de Geoparques
La Red Mundial de Geoparques Nacionales se creó en 2004, bajo los auspicios de la UNESCO, a fin de fomentar la cooperación entre expertos y profesionales del patrimonio geológico. Los sitios que aspiran a la denominación de geoparques deben poseer un patrimonio geológico de excepcional importancia por su calidad científica, su interés educativo, su rareza y su valor estético. Tienen que contar con una sólida estructura de gestión y, además, su superficie debe estar bien delimitada y ser lo suficientemente extensa como para garantizar un sustancial desarrollo económico sostenible del sitio, en particular gracias al turismo.
La Red Mundial comprende sitios tan diversos como la isla de Langkawi, donde se puede observar la formación rocosa más antigua de Malasia, el bosque petrificado de la isla de Lesbos (Grecia) o los cráteres volcánicos del sitio de Vulkaneifel (Alemania).