En Siria, la UNESCO está especialmente preocupada por la situación de la Ciudad Vieja de Alepo, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro
La UNESCO expresó el lunes su apoyo a Siria y Turquía tras los devastadores terremotos que asolaron ambos países. «Envío mis condolencias a las familias y seres queridos de quienes han perdido la vida. Mis pensamientos también están con los heridos y todos los afectados. Nuestra Organización prestará asistencia en el marco de su mandato», declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO.
La Organización ha emprendido con sus socios un primer estudio de los daños causados al patrimonio.Se han observado daños importantes en la ciudadela. La torre occidental de la antigua muralla se ha derrumbado y varios edificios de los zocos se han debilitado.
Sobre la Ciudad Vieja de Alepo, inscrita en la Lista del Patrimonio Mundial en Peligro
Situada en la encrucijada de varias rutas comerciales desde el segundo milenio antes de nuestra era, Alepo (Siria), estuvo sucesivamente bajo la dominación de hititas, asirios, árabes, mongoles, mamelucos y otomanos. La gran mezquita del siglo XII, la ciudadela del siglo XIII y sus madrazas, palacios, caravasares y baños de vapor (hammam) del siglo XVII forman parte de un tejido urbano armonioso y único en su género, que hoy en día corre peligro a causa de la superpoblación.
En Turquía, la UNESCO lamenta el derrumbamiento de varios edificios del sitio del Patrimonio Mundial «Paisaje cultural de la fortaleza de Diyarbakır y jardines de Hevsel», importante centro de las épocas romana, sasánida, bizantina, islámica y otomana. Otros sitios de la Lista del Patrimonio Mundial no muy alejados del epicentro también podrían haberse visto afectados, como Göbekli Tepe, Nemrut Dağ y el Tell de Arslantepe.
Sobre el Paisaje cultural de la fortaleza de Diyarbakır y jardines de Hevsel
Situada en un escarpe del curso superior del río Tigris, que forma parte del “Creciente Fértil”, la ciudad fortificada de Diyarbakır y su paisaje asociado han conocido numerosas culturas a lo largo de los siglos. El sitio fue un centro importante desde los periodos helenístico, romano, sasánida y bizantino y, más adelante, otomano e islámico hasta la actualidad. El sitio comprende el tell de Amida, llamado İçkale (castillo interior), las murallas de Diyarbakır, de 5.800 metros de longitud, numerosas torres, puertas, contrafuertes y 63 inscripciones que datan de diferentes periodos históricos y, por último, los fértiles jardines de Hevsel, que unen la ciudad al río Tigris, que abastecen a la ciudad de víveres y de agua.
La UNESCO está movilizando a sus expertos, en colaboración con socios como el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS), para hacer un inventario preciso de los daños con el fin de asegurar y estabilizar rápidamente estos sitios.