La UNESCO está profundamente preocupada por el impacto de las hostilidades en la Franja de Gaza sobre los estudiantes y los profesionales de la educación. La Organización insta a la protección de los establecimientos educativos, que a menudo sirven de refugio a la población, y recuerda que atacarlos o utilizarlos con fines militares constituyen una violación del derecho internacional
Tras los atentados terroristas cometidos contra civiles israelíes por Hamás el 7 de octubre, las operaciones del ejército israelí en la Franja de Gaza han provocado una grave crisis humanitaria que afecta a todos los aspectos de la vida civil, incluida la educación. Actualmente, más de 625.000 alumnos y más de 22.500 profesores de la zona se encuentran en una situación de extrema vulnerabilidad.
Desde el 7 de octubre, según los datos transmitidos por UNICEF, más de 200 escuelas han sufrido daños -alrededor del 40% de todas las escuelas de la Franja de Gaza-, de las cuales unas cuarenta han sufrido daños muy graves.
De conformidad con su mandato, la UNESCO recuerda a todos los actores su obligación de cumplir con el derecho internacional humanitario, y en particular con la Resolución 2601 adoptada en 2021 por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que «condena enérgicamente los ataques y las amenazas de ataques contra las escuelas y la población civil relacionada con las escuelas, incluidos los niños y los maestros, e insta a todas las partes en los conflictos armados a que pongan fin inmediatamente a esos ataques y amenazas de ataques y se abstengan de toda acción que impida el acceso a la educación».
La UNESCO recuerda que esta misma resolución «condena el uso de escuelas con fines militares en contravención del derecho internacional y reconoce que ese uso por parte de fuerzas armadas y grupos armados puede convertir a las escuelas en blancos legítimos de ataques, poniendo en peligro la seguridad de los niños y el personal docente, así como la educación de los niños».
Entre las numerosas víctimas civiles de Gaza figuran 38 empleados de la Agencia de Naciones Unidas para la población refugiada de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), principal agente de la educación en la Franja de Gaza. La mayoría de estos trabajadores eran profesores y educadores. La UNESCO y su personal se unen al duelo de sus familias, seres queridos y colegas.
UNRWA es responsable de 183 escuelas en Gaza, en las que se acogió a cerca de 300.000 alumnos al comienzo del pasado curso escolar. Muchos de estos centros educativos se han convertido ahora en refugios para la población.
Los casi 13.000 empleados de UNRWA se encuentran en primera línea, realizando un trabajo de vital importancia para ayudar a los escolares, a los profesionales de la educación y a todos los afectados por el desastre. Deben poder continuar con su labor y estar protegidos de los enfrentamientos.