Los participantes en la conferencia –miembros del gobierno iraquí y unos 80 expertos internacionales en patrimonio– acordaron crear un Comité de pilotaje UNESCO-Iraq para coordinar y promover las numerosas iniciativas nacionales e internacionales para rehabilitar el patrimonio cultural de Iraq
La Conferencia Internacional de Coordinación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural en las Zonas Liberadas de Iraq concluyó hoy en la Sede de la UNESCO tras dos días de trabajos en los que se fijaron pautas para elaborar un plan de acción urgente y a mediano y largo plazo que contribuya a preservar los ricos, diversos y milenarios sitios arqueológicos del país, sus museos, su patrimonio religioso y sus centros urbanos históricos.
La Directora General de la UNESCO, Irina Bokova, estimó que los daños son aún más graves de lo que se temía y describió la reunión como el principio de un largo proceso de rehabilitación que requerirá decenios de trabajo. «Estamos en un momento decisivo para el pueblo iraquí y para la comprensión mundial del papel que desempeña el patrimonio para las sociedades en situaciones de conflicto». En los últimos tres meses, la UNESCO ha enviado misiones de emergencia a Nínive y Nimrud, así como una misión de evaluación de daños al sitio del patrimonio mundial de Asur: «La UNESCO ya se está movilizando en el terreno para ayudar a Iraq a proteger el patrimonio y los objetos en riesgo y a garantizar la seguridad y la vigilancia de los sitios», añadió.
Según Qais Rasheed, viceministro de cultura, antigüedades y turismo de Iraq, los extremistas violentos han causado importantes daños a sitios arqueológicos de importancia mundial, destruyendo hasta 70% del sitio de Nínive y 80% de Nimrud. En Mosul y otros lugares, cavaron túneles de manera sistemática en busca de antigüedades para venderlas por internet y en el mercado negro. En este sentido, Mohammad Iqbal Omar, ministro de Educación de Iraq, destacó: «Debemos detener el tráfico de antigüedades iraquíes, cumplir con la Resolución 2199 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas [que prohíbe todo tipo de comercio con bienes culturales procedentes de Iraq y Siria] y cortar de raíz los ingresos monetarios de Daesh».
«Mientras recuperamos nuestro país, necesitamos la ayuda de la UNESCO, de Naciones Unidas y de otras instancias para rehabilitar los museos, las ciudades y los sitios y para recuperar las obras robadas», dijo Fyriad Rawanduzi, ministro de Cultura de Iraq. «Precisamos un plan y un cronograma, y también ayuda técnica y financiera», agregó.
La conferencia incluyó también una reunión de información para los representantes de los 195 Estados Miembros de la UNESCO, crucial para recaudar fondos para las acciones prioritarias de salvaguardia identificadas durante la reunión: sitios arqueológicos, museos y sus colecciones, sitios del Patrimonio Mundial y sitios de la Lista Indicativa de Iraq [inventario de bienes susceptibles de convertirse en patrimonio mundial en un futuro], manuscritos antiguos, edificios históricos, patrimonio urbano y patrimonio religioso.
Muchas de las acciones identificadas se consideran urgentes, en particular la necesidad de llevar a cabo una evaluación completa de los daños y de cercar los lugares más expuestos.
«Daesh lo intentó, pero nunca logrará borrar nuestra cultura, identidad e historia ni los pilares de la civilización. Pido al mundo que nos ayude», dijo el ministro de Educación de Iraq.
La reunión, organizada por la UNESCO y el ministerio de Cultura de Iraq, cuenta con el apoyo financiero del gobierno de Japón en el marco del Proyecto «Conservación preventiva de las colecciones museísticas y el patrimonio cultural de Iraq en riesgo inminente», que lleva a cabo la oficina de la UNESCO en Iraq.