La explotación comercial del pecio del San José, un galeón español que naufragó en aguas panameñas en el siglo XVII, no responde a criterios científicos y causó importantes daños a este sitio arqueológico subacuático, según las conclusiones de un informe de la UNESCO
A petición del gobierno de Panamá, el Consejo Consultivo Científico y Técnico de la Convención de la UNESCO sobre la protección del patrimonio cultural subacuático envió en dos ocasiones, en julio y octubre de 2015, una misión de expertos para evaluar las acciones llevadas a cabo desde 2003 en el marco de la explotación comercial del galeón español.
“La metodología de relevamiento arqueológico no se ha efectuado con los estándares actuales en materia de práctica profesional arqueológica”, dicen los expertos en sus conclusiones, precisando que la explotación del pecio (pedazo o resto de una nave que ha naufragado o porción de lo que ella contiene) ha sido particularmente perjudicial para el sitio arqueológico. Así, el uso de deflectores de hélices, que generan potentes chorros de agua, ha removido sedimentos y excavado el sitio, lo cual impide una futura documentación precisa del mismo.
Estos métodos son contrarios a las reglas internacionalmente reconocidas que figuran en el Anexo de la Convención de la UNESCO, ratificada por Panamá. Los expertos aseguran también que algunas piezas presentadas por la empresa a cargo de la explotación del sitio como procedentes del San José parecen posteriores al naufragio del galeón. De hecho, en julio de 2015, la Dirección Nacional del Patrimonio Histórico de Panamá decomisó objetos procedentes de excavaciones que estaban a punto de ser exportados ilegalmente.
Los expertos condenan también el enfoque puramente mercantil del proyecto, que se focalizó únicamente en la búsqueda de bienes de valor comercial, y recomiendan que cualquier actividad relacionada con el patrimonio subacuático que se emprenda sea conforme a los principios de la Convención de la UNESCO, es decir, que favorezca la protección de los sitios subacuáticos. También alientan a las autoridades panameñas a promover la arqueología subacuática científica y a organizar una exposición sobre los vestigios y los objetos procedentes del San José.
La Convención de la UNESCO sobre la protección del patrimonio cultural subacuático tiene como objetivo garantizar la preservación del patrimonio sumergido y luchar contra la explotación comercial y el pillaje de los pecios.
Así, permite por ejemplo el decomiso de objetos procedentes de saqueos.
El Consejo consultivo científico y técnico de la Convención está compuesto por doce expertos de renombre internacional y tiene por vocación ayudar a la Conferencia de Estados Partes en cuestiones de carácter científico y técnico. Este Consejo ya se ha opuesto en varias oportunidades a las operaciones de cazatesoros y ha aportado su ayuda a países deseosos de proteger su patrimonio sumergido.
El San José, un navío español construido en 1611, zarpó del puerto del Callao rumbo a Panamá. El 17 de junio de 1631, naufragó tras rozar con un bajío ( banco o masa de arena o roca conformado por depósitos, en zonas costeras, sobre el fondo del mar).
Llevaba a bordo un importante cargamento de oro y plata.