Sólo los sitios de la UNESCO –714 reservas de biosfera, 161 geoparques y 252 sitios del Patrimonio Natural– representan ya el 6% de la superficie del planeta, es decir, el equivalente a la de China
La UNESCO, que convocó el 24 de marzo un Foro sobre la Biodiversidad, hizo un llamamiento a la movilización de los gobiernos, los ciudadanos y la sociedad civil, incluido el sector privado, en favor de la biodiversidad mediante un fondo de múltiples socios de nueva creación: para contrarrestar el actual colapso de la variedad de todas las formas de vida, las Naciones Unidas propondrán a los Estados Miembros un objetivo de protección del 30% de las zonas terrestres y marinas para 2030, en la 15ª reunión del Convenio sobre la Diversidad Biológica (COP 15 CDB) que se celebrará el próximo octubre en Kunming (China).
Más allá de las superficies a preservar, la UNESCO reclama un cambio de paradigma en nuestra relación con los “seres vivos”. Es un cambio cultural en los modos de producción, educación y relación con nuestro entorno.
Pionera en la preservación de la biodiversidad con el programa sobre El Hombre y la Biosfera (MAB) creado hace 50 años, la UNESCO se compromete también hoy a apoyar a los actores de este cambio y lanza un llamamiento a la movilización para alimentar el fondo de múltiples socios que apoya la restauración y la conservación de la biodiversidad y de los ecosistemas frágiles en los sitios designados por la UNESCO. Este fondo incluye la formación para dar a los jóvenes las herramientas para la transición ecológica y solidaria que debe acelerarse antes de 2030. Mientras que Italia ha anunciado una contribución de 3,4 millones de euros a lo largo de tres años (3,9 millones de dólares), los objetivos del fondo están fijados en 20 millones de dólares.
La UNESCO reclama también un salto adelante, para que más allá de la tercera parte de las zonas protegidas, aproximadamente, el 100% de los seres humanos se movilicen para proteger su planeta y reconciliarse con el mundo vivo.
Es una revolución necesaria en nuestra relación con los seres vivos, porque salvaguardar el 30% de la naturaleza no es suficiente si seguimos destruyendo el 70% restante.
Esta relación con la naturaleza y el uso sostenible de los recursos naturales fue el núcleo del discurso de Antoine Arnault, director del Grupo LVMH.
En este sentido, LVMH anunció el despliegue de un amplio programa con la UNESCO para preservar las zonas forestales y los ecosistemas hidrológicos degradados y desarrollar el empleo sostenible en ocho reservas de la biosfera de la Amazonía.
La UNESCO invita a quienes tengan soluciones a enviar un vídeo de 60 segundos a en el que presenten una solución y/o un compromiso para vivir juntos en armonía en la Tierra y conservar y utilizar la biodiversidad de forma sostenible. Estos vídeos se recopilarán y compartirán lo más ampliamente posible dentro del movimiento previo a la COP 15.
La UNESCO lanzó el Programa MAB en 1971, un año antes de la Conferencia de Estocolmo sobre el Medio Ambiente Humano, que sentó las bases del concepto de desarrollo sostenible de las Naciones Unidas. Desde su creación, el objetivo general del Programa MAB era ya “desarrollar la base científica para la utilización racional y la conservación de los recursos de la biosfera con el fin de mejorar la relación global entre el hombre y el medio ambiente”. Por otro lado, pretendía “prever las consecuencias de las acciones de hoy en el mundo del mañana y aumentar así la capacidad humana de gestionar eficazmente los recursos naturales de la biosfera”.