A. Paterson decía que “una de las razones por la que la situación medioambiental es tan mala es, precisamente, por la actitud de las personas. Durante años los hombres han explotado los recursos mundiales sin pensar, demasiado, hacia donde les llevaba esta política. Cuando surge un problema, referente al medio ambiente, nadie quiere asumir la responsabilidad. La gente se lo quita de en medio o hace como que no existe”.
[flagallery gid=17 name=Gallery]
Las Reservas de Biosfera son «zonas de ecosistemas terrestres o costeros marinos, o una combinación de los mismos, reconocidas como tales en un plano internacional en el marco del Programa MaB, es decir, el Programa sobre el Hombre y la Biosfera de la UNESCO«. Sirven para impulsar armónicamente la integración de las poblaciones y la naturaleza, a fin de promover un desarrollo sostenible mediante un diálogo participativo, el intercambio de conocimiento, la reducción de la pobreza, la mejora del bienestar, el respeto a los valores culturales y la capacidad de adaptación de la sociedad ante los cambios.
Las reservas de biosfera deben cumplir tres funciones de manera integrada:
- Conservación de la biodiversidad y la diversidad cultural.
- Desarrollo económico socio-cultural y ambientalmente sostenible.
- Apoyo logístico a la investigación, la educación ambiental y la formación.
Cada reserva de biosfera debe contar con una división en zonas adecuada para cumplir con sus tres funciones:
- Zona Núcleo, dotada de instrumentos legales de protección que garanticen la función de conservación de aquellos componentes más valiosos o representativos y de la preservación de los servicios ambientales que proporcionan.
- Zona Tampón, donde las actuaciones deben ser compatibles con la conservación de la zona núcleo y contribuir al desarrollo, a la investigación, a la educación, a la conservación de modelos tradicionales de uso.
- Zona de Transición, donde tendrán lugar las actuaciones destinadas específicamente a promover el desarrollo de las poblaciones locales dentro de criterios de sostenibilidad, donde se experimentarán estrategias y modelos de desarrollo sostenible y donde tendrán lugar la mayor parte de las acciones de demostración.En su funcionamiento son de especial importancia tanto la participación de las comunidades locales como la de los agentes responsables de la planificación y la gestión del territorio.
La esencia de esta figura es que debe contemplar de forma integrada la conservación y el desarrollo y debe contribuir al funcionamiento en red participando, intercambiando, colaborando y comunicando. La Red supone una forma de trabajar en las reservas de la biosfera, de manera que los aprendizajes y conocimientos fluyan para beneficio de todos sus integrantes.
La Red Mundial de Reservas de Biosfera
La Red Mundial de Reservas de Biosfera está formada por territorios repartidos por todo el mundo.
La incorporación de nuevas reservas de la biosfera a la Red Mundial por parte de la UNESCO se hace a petición de los países, de forma voluntaria. Las propuestas deben incluir ciertos requisitos y ciertos compromisos que aseguren el cumplimiento de las funciones de las Reservas de la Biosfera.
La coordinación entre las reservas que integran la Red se realiza mediante redes regionales o subregionales y redes temáticas, en el ámbito internacional, sin perjuicio de otras redes en el ámbito nacional. Algunos ejemplos de ellas son ArabMaB (países árabes), AfriMaB (países de África), EABRN (Este asiático), EuroMaB (Europa, Canadá y Estados Unidos), IberoMaB (Comités Nacionales MaB y reservas de la biosfera de Iberoamérica, Portugal y España), así como REDBIOS (red temática integrada por las reservas de biosfera de los países del Atlántico Este y la Micronesia).
Las orientaciones que rigen las reservas de biosfera y la Red se generan en encuentros de la Red Mundial de Reservas de Biosfera, que luego son aprobadas por los órganos de gobierno del Programa MaB, en primera instancia, y, finalmente, por la Conferencia General de la UNESCO.
En marzo 1995, en el segundo encuentro mundial de reservas de biosfera, celebrado en Sevilla- España, fue precisado y reforzado el concepto de reserva de biosfera, quedando los resultados recogidos en la Estrategia de Sevilla y el Marco Estatutario de la Red Mundial de Reservas de Biosfera, que hoy permanecen vigentes.
En febrero del 2008, durante el III Congreso Mundial de Reservas de Biosfera celebrado en Madrid, se aprobó el Plan de Acción de Madrid (PAM) para el periodo comprendido entre 2008 y 2013. Consiste en una serie de objetivos y acciones que subrayan la necesidad de utilizar las reservas de biosfera como lugares de demostración que ofrecen respuestas eficaces a los nuevos retos, como la pérdida de los conocimientos tradicionales y la diversidad cultural, la demografía, la pérdida de tierras cultivables, el cambio climático, la biodiversidad y desarrollo sostenible. Se cuenta con que las reservas de biosfera sean lugares capaces de mitigar y adaptarse al cambio climático, promover un mayor uso de las energías renovables, aprovechar los servicios y los productos de los ecosistemas para mejorar el desarrollo y el bienestar humano.
Las Reservas de Biosfera son incluidas en la Red Mundial mediante decisión del Consejo Internacional de Coordinación del MaB (Artículo 5 del Marco Estatutario) con base a las propuestas presentadas. Cada diez años cada Reserva de Biosfera de la Red Mundial es evaluada de acuerdo con la disposición del Artículo 9 – Revisión Periódica – del Marco Estatutario.
Se denominan recursos naturales a aquellos bienes materiales y servicios que proporciona la naturaleza sin alteración por parte del ser humano; y que son valiosos para las sociedades humanas por contribuir a su bienestar y desarrollo de manera directa (materias primas, minerales, alimentos) o indirecta (servicios ecológicos).
Tipos de recursos naturales
De acuerdo a la disponibilidad en tiempo, tasa de generación (o regeneración) y ritmo de uso o consumo los recursos naturales se clasifican en renovables y no renovables. Los recursos naturales renovables hacen referencia a recursos bióticos, recursos con ciclos de regeneración por encima de su extracción, el uso excesivo de los mismos los puede convertir en recursos extintos (bosques, explotaciones pesqueras, etc) o no limitados (luz solar, mareas, vientos, etc); mientras que los recursos naturales no renovables son generalmente depósitos limitados o con ciclos de regeneración muy por debajo de los ritmos de extracción o explotación (minería, petróleo, etc).
En ocasiones es el uso abusivo y sin control lo que los convierte en agotados, como por ejemplo en el caso de la extinción de especies. Otro fenómeno puede ser que el recurso exista, pero que no pueda utilizarse, como sucede con el agua contaminada etc.
El consumo de recursos está asociado a la producción de residuos: cuantos más recursos se consumen más residuos se generan.
Recursos renovables
Los recursos renovables son aquellos recursos que no se agotan con su utilización, debido a que vuelven a su estado original o se regeneran a una tasa mayor a la tasa con que los recursos disminuyen mediante su utilización. Esto significa que ciertos recursos renovables pueden dejar de serlo si su tasa de utilización es tan alta que evite su renovación, en tal sentido debe realizarse el uso racional e inteligente que permita la sostenibilidad de dichos recursos. Dentro de esta categoría de recursos renovables encontramos el agua y la biomasa (todo ser viviente).
Algunos de los recursos renovables son: Los bosques, agua, viento, bancos pesqueros, radiación solar, energía hidráulica, energía geotérmica, madera, y productos de agricultura como cereales, frutales, tubérculos, hortalizas, entre otros.
Recursos no renovables
Los recursos no renovables son recursos naturales que no pueden ser producidos, cultivados, regenerados o reutilizados a una escala tal que pueda sostener su tasa de consumo. Estos recursos frecuentemente existen en cantidades fijas ya que la naturaleza no puede recrearlos en periodos geológicos cortos.
Se denomina reservas a los contingentes de recursos que pueden ser extraídos con provecho. El valor económico (monetario) depende de su escasez y demanda y es el tema que preocupa a la economía. Su utilidad como recursos depende de su aplicabilidad, pero también del costo económico y del costo energético de su localización y explotación.
Algunos de los recursos no renovables son: el carbón, los minerales, los metales, el gas natural y los depósitos de agua subterránea, en el caso de acuíferos confinados sin recarga.
La contabilidad de las reservas produce muchas disputas, con las estimaciones más optimistas por parte de las empresas, y las más pesimistas por parte de los grupos ecologistas y los científicos académicos. Donde la confrontación es más visible es en el campo de las reservas de hidrocarburos. Aquí los primeros tienden a presentar como reservas todos los yacimientos conocidos más los que prevén encontrar. Los segundos ponen el acento en el costo monetario creciente de la exploración y de la extracción, con sólo un nuevo barril hallado por cada cuatro consumidos, y en el costo termodinámico (energético) creciente, que disminuye el valor de uso medio de los nuevos hallazgos.
Cumbre de la Tierra
La Cumbre de la Tierra celebrada por Naciones Unidas en Río de Janeiro en 1992 reconoció la necesidad mundial de conciliar la preservación futura de la biodiversidad con el progreso humano según criterios de sostenibilidad o sustentabilidad promulgados en el Convenio internacional sobre la Diversidad Biológica que fue aprobado en Nairobi el 22 de mayo de 1992, fecha posteriormente declarada por la Asamblea General de la ONU como Día Internacional de la Biodiversidad. Con esta misma intención, el año 2010 fue declarado Año Internacional de la Diversidad Biológica por la 61ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2006, coincidiendo con la fecha del Objetivo Biodiversidad 2010.[]
Los hábitats responden a ciertas características climatológicas, ambientales y geográficas. De esta manera se han formado diferentes tipos de hábitats como los siguientes: pradera, bosque, desierto, montaña, marisma, sabana, región Polar, río, pantano, arrecife de coral, océano, playa, quebrada, lago, altiplano.
En muchos países existe un peligro, cada vez mayor, entre los intereses de la naturaleza, por un lado, y el aumento de la prosperidad y la población, por otro. El movimiento internacional de conservación de la naturaleza empieza a darse cuenta de que quizá sólo quede un espacio reducido de trozos de naturaleza. Por muy necesario que sea este empeño de la conservación, está condenado al fracaso en una situación combativa que cada día se irá agudizando con el aumento de la población y el hambre.
La conservación de la naturaleza debe ser el principal objetivo, pero debemos admitir que este mantenimiento sólo podrá alcanzarse, a la larga, si somos capaces de integrarla en las auténticas necesidades de la población mundial. Si una colectividad está hambrienta y no hay alternativa, tomará ricas zonas de naturaleza para sembrar y cazar especies de animales salvajes. La única forma de conservación de la naturaleza, que puede dar buenos resultados, será la que no prive a la población de ingresos y alimentos.
Es básico que los conservacionistas tengan esto presente cuando quieran apartar bosques y estuarios de las manos de la explotación y la agricultura. En ocasiones tendrán que hacer concesiones a otros intereses aparentemente incompatibles. Pero en una programación detallada se verá que estos extremos pueden a veces ser compatibles.
Es incuestionable que cuanto más estable y rico sea el entorno, más saludable serán el ganado, la agricultura y la población humana. Consecuentemente, en todo sistema natural debe mantenerse la máxima estabilidad y abundancia, representada por la diversidad de especies animales y vegetales. En la búsqueda de una relación directa permanente y responsable entre hombres y animales, lo más importante es que los individuos comprendan claramente que la estabilidad de la naturaleza redunda en su propio beneficio.