El conflicto entre aves y tendidos eléctricos es una realidad, a pesar de que solamos contemplarlas pertrechadas en ellos como lugares idóneos para el oteo o la nidificación
José Ángel Sánchez-Agudo, del Grupo de Investigación Diversidad Biológica y Diversidad Humana, dirige el trabajo pionero en Castilla y León (España) en el marco de la Cátedra Iberdrola y con la colaboración de la Universidad Complutense de Madrid (UCM).
Journal of Applied Ecology publica el estudio dirigido a identificar los apoyos eléctricos con riesgo de accidentalidad con el fin de aplicar programas de corrección para una mejora en la gestión de la biodiversidad.
El aumento del consumo de energía en las últimas décadas con el fin de avanzar en nuestro bienestar social ha supuesto un despliegue sin precedentes de redes eléctricas, lo que conlleva un mayor riesgo para la viabilidad de las poblaciones de aves rapaces.
Conscientes del impacto y con el objetivo de implementar medidas de conservación para estas especies, la Universidad de Salamanca (USAL) en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid y a instancias de Iberdrola ha desarrollado un innovador estudio que contribuye a optimizar las redes de distribución eléctrica reduciendo su impacto ambiental. El trabajo, orientado a identificar los apoyos que suponen un mayor riesgo de accidentalidad, acaba de ser publicado por la reputada Journal of Applied Ecology.
José Ángel Sánchez-Agudo, del Grupo de Investigación Diversidad Biológica y Diversidad Humana de la USAL, dirige la iniciativa ejecutada de manera pionera en la Comunidad de Castilla y León -susceptible de ser aplicada en otras áreas geográficas- a través de la Cátedra Iberdrola-USAL. El trabajo ha posibilitado desarrollar un “modelo predictivo para clasificar las torres de los tendidos eléctricos según su nivel de riesgo, con el fin de dirigir la aplicación de programas de corrección hacia aquellas instalaciones en las que se hiciera necesario”, según informa el director a Comunicación USAL.
Concretamente, a partir de información ambiental y técnica, los investigadores han diseñado una herramienta digital que ofrece una estimación fiable del riesgo existente para las aves rapaces en los apoyos de la red eléctrica de Castilla y León gestionada por Iberdrola, el área inicial sometida al estudio. Entre los resultados del trabajo figura una base de datos en la que cada apoyo está clasificado según su valor de riesgo estimado en un rango entre 0 y 1, nulo y máximo, respectivamente.
Según Ricardo Hernández-Lambraño, otro de los investigadores del proyecto adscrito al grupo de Investigación Diversidad Biológica y Diversidad Humana de la USAL, los modelos predictivos “cada vez se emplean más en la gestión y conservación de la biodiversidad”. Gracias a ellos se pueden analizar “gran cantidad de datos geoespaciales para obtener resultados que describen relaciones entre eventos del mundo biológico y su ambiente, lo que es de vital importancia para poder plantear medidas correctoras y/o minimizadoras eficaces”, destaca.
Por otra parte, la “aplicabilidad de esta novedosa herramienta es facilitar una mejor identificación de apoyos con potencial riesgo de accidentalidad para la avifauna, ayudando a dirigir los trabajos de corrección hacia aquellos más peligrosos y, de esta manera, optimizar los recursos económicos invertidos en su rectificación”, explica Roberto Carbonell, miembro del grupo de investigación Biología Evolutiva y de la Conservación de la UCM y coautor, también, del estudio.
Castilla y León, área de estudio del proyecto
El proyecto se ha llevado a cabo durante nueve meses, entre 2016 y 2017, depurando y evaluando la información técnica y geográfica de la red de distribución de Iberdrola en Castilla y León, que comprende más de 188.000 apoyos. En cuanto a los datos de la accidentalidad de las aves, estos fueron proporcionados por Iberdrola y por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
Hasta ahora, este tipo de análisis se había abordado siempre a escalas locales por la dificultad que entraña el análisis en detalle de la red eléctrica de un territorio extenso, como puede ser el caso de Castilla y León. La nueva aplicación generada permite evaluar de forma eficiente el riesgo existente en redes completas, considerando tanto las características técnicas de los apoyos como las variables ambientales que influyen en la distribución de las aves.
Asimismo, este diseño metodológico podrá ser “aplicado a otras redes eléctricas y en otros ámbitos geográficos, contribuyendo a optimizar y maximizar la inversión dirigida a corregir el riesgo de accidentalidad de la fauna silvestre”, destaca Carbonell.
Cátedra Iberdrola-USAL
La Cátedra Iberdrola-USAL surge como un marco de actuación que formaliza la colaboración entre ambas organizaciones y promueve la educación, la investigación y la innovación en campos de conocimiento de especial interés para ambas entidades.
El objetivo principal de la Cátedra es el fomento de la transferencia tecnológica Universidad-Empresa, estableciéndose como un marco de colaboración para el lanzamiento de proyectos de I+D+i e iniciativas formativas en áreas de interés comunes. Asimismo, tiene como objetivo favorecer la formación especializada en los campos de conocimiento de mayor interés para Iberdrola, así como la realización de otras actividades sociales y culturales.
Una herramienta útil en la elaboración y desarrollo de proyectos IBERDROLA-USAL es la realización de jornadas de transferencia de tecnología, donde se presentan líneas de investigación de interés común, intentando mostrar casos de éxito de la colaboración previa.
Referencia bibliográfica: Ricardo Enrique Hernández-Lambraño, José Ángel Sánchez-Agudo y Roberto Carbonell. “Where to start? Development of a spatial tool to prioritise retrofitting of power lilne poles that are dangerous to raptors”. Journal of Applied Ecology 2018. DOI: 10.1111/1365-2664.13200.