El 90% de los casos de COVID-19 se concentra en las zonas urbanas del mundo. Más que en ningún otro entorno, la pandemia ha evidenciado en las ciudades las profundas desigualdades que imperan en el mundo de hoy
El titular de la ONU llama a garantizar que todas las fases de la respuesta a la emergencia aborden ese flagelo, dando prioridad a los sectores más vulnerables.
Las ciudades sufren las peores consecuencias de la crisis generada por la pandemia del coronavirus; sin embargo, es en ellas donde se observa más solidaridad y resiliencia, subrayó este martes el Secretario General de las Naciones Unidas al presentar el documento sobre políticas “El COVID-19 en un mundo urbano”.
António Guterres recordó que las zonas urbanas del planeta concentran el 90% de los casos de COVID-19 y que muchas de ellas tiene sobrecargados sus sistemas de salud, además de no contar con servicios adecuados de agua y saneamiento.
No obstante, enfatizó la ayuda que se prestan unos ciudadanos a otros en la emergencia.
“En las ciudades hemos visto lo mejor del espíritu humano”, afirmó Guterres en un mensaje de video para la ocasión en el que también llama a centrar la respuesta a la pandemia en el combate a las enormes desigualdades que se registran en los centros urbanos y protegiendo la cohesión del tejido social.
Recomendaciones
En su documento de políticas, el titular de la ONU incluye tres recomendaciones principales:
Garantizar que en todas las fases de respuesta ante la pandemia se aborden las desigualdades y los déficits de desarrollo a largo plazo y se salvaguarde la cohesión social.
Reforzar la capacidad de los gobiernos locales con medidas decisivas y mayor cooperación entre las autoridades locales y nacionales.
Trabajar por una recuperación económica “verde”, resiliente e inclusiva.
Oportunidad de reflexión
El Secretario General consideró que el momento actual brinda la oportunidad de reflexionar y reajustar el estilo de vida y las relaciones entre personas, así como la forma en que se gestionan y reconstruyen las ciudades.
Enfatizó que se debe dar prioridad a los sectores de población más vulnerables de las urbes, otorgándoles un sitio seguro para albergarse y vivienda de emergencia a quienes no tienen un hogar.
También es vital que todos los habitantes de las ciudades tengan acceso a la salud, al agua y al saneamiento, recalcó recordando que cerca de un cuarto de la humanidad vive en barrios marginales sin los servicios básicos adecuados.
Añadió que los suministros para protegerse del coronavirus como cubrebocas, pruebas y los tratamientos y vacunas cuando los haya, deben estar disponibles para todos y no sólo para un grupo privilegiado.
Medidas de estímulo
En este sentido, Guterres se pronunció a favor de que las medidas de estímulo impulsen la capacidad de los gobiernos locales para que puedan atender con celeridad esas carencias.
Con este propósito instó a apoyar a los negocios y trabajadores locales, diseñando estrategias específicas para cada contexto y a desarrollar planes que mejoren la preparación contra los desastres naturales y otras contingencias.
Agregó que, si esas provisiones se orientan hacia una transformación ecológica, podrán crear empleos, dar lugar a un crecimiento con bajas emisiones de carbono y encaminar al mundo rumbo al alcance de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030.
“Ahora es el momento de repensar y dar nueva forma al mundo urbano. Ahora es el momento de adaptarnos a la realidad de esta pandemia y las pandemias futuras. Ahora tenemos la oportunidad de recuperarnos y mejorar, construyendo ciudades más resilientes, inclusivas y sostenibles”, concluyó el Secretario General.