La oficina de la ONU que monitorea los derechos humanos en el mundo realizó una pesquisa que condujo a esta conclusión. Seis semanas después del asesinato, la titular de esa dependencia expresa profunda preocupación por la falta de una investigación penal por parte de las autoridades de Israel
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU afirmó este viernes que fueron las fuerzas israelíes las que dispararon los tiros que acabaron con la vida de la periodista palestina Shirin Abu Akleh el pasado 11 de mayo.
La dependencia de la ONU llegó a esta conclusión tras llevar a cabo un monitoreo independiente del incidente en el que se produjo el asesinato de la informadora.
“Toda la información que hemos recopilado, incluida la información oficial del ejército israelí y el fiscal general palestino, es consistente con la conclusión de que los disparos que mataron a Abu Akleh e hirieron a su colega Ali Sammoudi procedían de las fuerzas de seguridad israelíes y no de disparos indiscriminados por parte de personas palestinas armadas, como afirmaron inicialmente las autoridades israelíes”, dijo Ravina Shamdasani, portavoz de la Oficina de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Shamdasani subrayó que la Oficina no ha encontrado nada que sugiera que hubo actividad de palestinos armados en las inmediaciones de los periodistas.
La portavoz explicó que el personal encargado de la pesquisa inspeccionó material fotográfico, de video y de audio, visitó la escena, consultó a expertos, revisó comunicaciones oficiales y entrevistó a testigos.
Los hechos
Según los hallazgos de la Oficina de Derechos Humanos, el 11 de mayo de 2022, poco después de las 6 am, siete periodistas, incluida Shireen Abu Akleh, llegaron a la entrada occidental del campo de refugiados de Yenín en el norte de la Cisjordania ocupada para cubrir una operación de arresto en curso por parte de las fuerzas de seguridad israelíes y los enfrentamientos posteriores.
Los periodistas dijeron que eligieron una calle lateral para acercarse con el fin de evitar el campo de acción de palestinos armados dentro del campamento y que procedieron lentamente para hacer visible su presencia a las fuerzas israelíes desplegadas calle abajo.
En ese lugar no se emitieron advertencias y no se estaban disparando en ese momento.
Media hora después, cuando cuatro de los periodistas, que portaban cascos y chalecos antibalas con la leyenda “PRENSA” tomaron la calle que conduce al campamento, fueron disparadas contra ellos varias balas “aparentemente certeras” desde donde se encontraban las fuerzas de seguridad israelíes.
Una bala hirió a Ali Sammoudi en el hombro y otra bala alcanzó a Abu Akleh en la cabeza y la mató instantáneamente.
Hubo varios disparos más cuando un hombre desarmado intentó acercarse al cuerpo de Abu Akleh y a otro periodista ileso que se refugiaba detrás de un árbol. Los tiros continuaron mientras esta persona se llevaba el cuerpo de la periodista.
Israel debe abrir una investigación penal de éste y de todos los asesinatos
La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, instó una vez más a las autoridades israelíes a abrir una investigación penal de este asesinato y de todos los demás asesinatos y lesiones graves cometidos por las fuerzas israelíes en Cisjordania y en el contexto de las operaciones policiales en Gaza.
“Más de seis semanas después del asesinato de Shirin Abu Akleh y la lesión de su colega Ali Sammoudi en Yenín, es profundamente preocupante que las autoridades israelíes no hayan llevado a cabo una investigación penal”, recalcó la portavoz de Bachelet.
Desde principios de año, la Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha verificado que las fuerzas de seguridad israelíes han asesinado a 58 palestinos en Cisjordania, incluidos trece niños.
“Las leyes internacionales de derechos humanos exigen una investigación pronta, exhaustiva, transparente, independiente e imparcial de todo uso de la fuerza con resultado de muerte o lesiones graves. Los perpetradores deben rendir cuentas”, insistió Ravina Shamdasani.