En el marco del Año Europeo del Patrimonio Cultural y del Año del Turismo UE-China, el 2º Congreso Internacional sobre Civilizaciones del Mundo y Rutas Históricas, celebrado en Sofia (Bulgaria), explora cómo el turismo a lo largo de rutas históricas puede contribuir a salvaguardar y a promover el patrimonio cultural material e inmaterial
Organizado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Ministerio de Turismo de Bulgaria, el congreso ha reunido a ministros de cuatro continentes, además de a expertos de los sectores público y privado que representaban rutas icónicas del turismo cultural, tales como la Ruta 66, el Camino de Santiago, la Ruta de los Fenicios o la Ruta de la Seda. Así, los participantes han profundizado sobre el papel de los órganos públicos regionales y nacionales a la hora de realzar las rutas históricas, especialmente entre países
«Las rutas históricas pueden desempeñar un papel fundamental para desvelar la historia, cultura y activos naturales únicos de los territorios que se encuentran a su paso, con lo que constituyen una poderosa herramienta promocional y un instrumento sin igual para aumentar la competitividad turística de muchos destinos», ha afirmado, Jaime Cabal, secretario general adjunto de la OMT durante la inauguración del acto.
Nikolina Angelkova, ministra de Turismo de Bulgaria, ha desgranado sus planes para fomentar el turismo cultural en Bulgaria. «El turismo cultural puede representar un papel clave para convertir a Bulgaria en un destino turístico todo el año. Estamos contemplando la creación de una ruta de civilizaciones antiguas, con monumentos de la UNESCO, gracias a lo que se reconocería y promovería mejor la región de los Balcanes como destino turístico».
Los debates se han centrado en identificar mejores prácticas en términos de desarrollo, gestión y promoción turística que puedan contribuir a aprovechar el potencial turístico de las rutas históricas, ensalzar el valor de su patrimonio cultural y preservar su autenticidad. Asimismo, durante el mismo se han presentado ejemplos fructíferos de rutas históricas bien gestionadas y desarrolladas, con especial atención a cómo aumentar la repercusión socioeconómica para las comunidades locales y la contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
En los últimos años, el turismo cultural ha surgido como un importante vector de demanda, en consonancia con el creciente afán de los viajeros de sumergirse en «experiencias» turísticas, tales como rituales y tradiciones locales. Del congreso emanaron una serie de recomendaciones útiles, que pueden servir de orientación para todos aquellos interlocutores turísticos que estén interesados en aprovechar el potencial que ofrecen las rutas de patrimonio cultural para lograr destinos más atractivos y competitivos.