Si a cualquier aficionado a la lírica le preguntáramos sobre sus preferencias en los grandes títulos de nuestra ópera y zarzuela del siglo XIX, siempre Marina ocuparía un lugar de honor. Y es de justicia que así sea porque la música del compositor navarro, de Emilio Arrieta, es de una inspiración sublime, de una inteligencia narrativa colosal y de una finísima sensibilidad
Ignacio García, director de escena, continúa diciendo: se trata de una obra colosal, por su arquitectura compositiva y su instrumentación, pero sobre todo por su enorme capacidad de descripción de los personajes que habitan en ella y de las situaciones que desarrolla. Es indudable su tendencia melodramática y enredosa en la trama, pero responde a la tendencia de su época y al gusto por esa sensibilidad. No obstante, Marina, es más que una descripción lírica del mundo marinero. El mar de Arrieta, a pesar de ser el apacible Mediterráneo de las costas de Levante y las playas de Lloret, simboliza en sus tempestades, en sus olas y sus vórtices, las pasiones descontroladas de los protagonistas que pueblan la obra. No son marineritos de primera comunión, sino lobos de mar, sudorosos trabajadores de los astilleros o marinos intrépidos quienes se enfrentan en la lucha por la atención, en amor y la compañía de la protagonista, mujer confundida y asustada, que con su aturdimiento ante la llegada del amor marino, genera todo el embrollo de la trama.
Ópera en tres actos
Duración aproximada: 2 horas y 10 minutos (con un intervalo)
Música de EMILIO ARRIETA
Libreto de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión
Edición crítica de María Encina Cortizo
Ediciones Iberautor Promociones Culturales SRL / Instituto Complutense de Ciencias Musicales, 2005 (2ª edición)
Estrenada en el Teatro Real de Madrid, el 16 de marzo de 1871
Producción del Teatro de la Zarzuela (2013)