La UNESCO acaba de anunciar la adopción de la Declaración de Principios Éticos en relación al Cambio Climático, que tuvo lugar en la 39ª sesión de la Conferencia General de la UNESCO (París, del 30 de octubre al 14 de noviembre). Los 195 Estados Miembros de la Organización han aprobado el texto con un amplio consenso, reconociendo que, en esencia, el cambio climático es una cuestión de ética
La Declaración de la UNESCO tiene como objetivo guiar a los gobiernos, empresas y a la sociedad civil en la movilización de las personas en torno a valores compartidos en relación al cambio climático. Nos advierte de que, sí los principios éticos no son la base de la acción climática, tanto el cambio climático como las respuestas al mismo pueden crear daños inaceptables e injusticias.
Entre otros principios éticos, es fundamental implementar un enfoque con bases científicas en la toma de decisiones relacionadas con el clima. “La toma de decisiones basadas en la ciencia es fundamental para hacer frente a los desafíos de la mitigación y de la adaptación ante un clima rápidamente cambiante. Las decisiones deben basarse en los conocimientos disponibles más avanzados de las ciencias naturales y sociales” apunta el texto.
En todos los niveles, la acción climática requiere un enfoque responsable, ya que de esta forma se podría mejorar la toma de decisiones poniendo los intereses en términos de valores comunes. Además, la Declaración de la UNESCO promueve la sostenibilidad, la solidaridad y la reducción de riesgos.
Con la ayuda de líderes expertos, incluidos negociadores de tratados climáticos multilaterales, científicos del Panel Intergubernamental y expertos en la ética, la UNESCO ha facilitado durante los últimos diez años debates sobre la ética del cambio climático, examinando cómo promover la equidad y abordar el cambio climático al mismo tiempo.
El proceso se inició el 2008, cuando la Comisión Mundial de Ética del Conocimiento Científico y la Tecnología (COMEST, por sus siglas en francés), un organismo internacional experto en asesoramiento, empezó a enmarcar los problemas y a exigir una respuesta política.
En el 2015, la adopción de la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030, seguida por el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático, marcaron un punto de inflexión en la historia de cooperación internacional en relación al cambio climático.
En conjunto, estos acuerdos representan una nueva agenda global para la reducción de la pobreza, los derechos humanos y la dignidad, la inclusión social y diálogo y y más vías sostenibles para el desarrollo. Esta agenda incluye – en el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 13 – la idea de que todos debemos abordar con urgencia el desafío que el cambio climático nos presenta.
Patricia Espinosa, Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), ha sido muy enfática: “La implementación del Acuerdo de París requiere acción sobre terreno y para eso necesitamos una movilización a todos los niveles. Necesitamos movilizar a los gobiernos – no solo nacionales – sino a todos los niveles. Necesitamos movilizar a la sociedad civil, a la comunidad científica, al sector privado – todo el mundo debe movilizarse”.
En una muestra de apoyo a esta Declaración de la UNESCO, los representantes gubernamentales han solicitado a la organización que disemine y promueva la Declaración. La UNESCO seguirá plenamente comprometida con esta tarea.