Con la reciente crisis entre Estados Unidos e Irán como telón de fondo, el Secretario General de la ONU hizo una encendida defensa del documento fundacional de la Organización como herramienta fundamental para la resolución de conflictos
António Guterres intervino en un debate de alto nivel en el máximo órgano de seguridad, donde se debatió la importancia de la defensa de la Carta de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. El evento coincide con el próximo 75º aniversario de la ONU.
“Las tensiones geopolíticas [de inicios de año] alcanzaron niveles peligrosos recientemente en el Golfo, además de las habituales amenazas militares a la economía y al ciberespacio. Conflictos que nadie está ganando y que se repiten una y otra vez, desde Libia y Siria hasta Afganistán y el Sahel”, destacó.
Guterres indicó que este aumento de la inestabilidad mina la confianza dentro y entre las naciones, extendiéndose a la población “en las calles de todo el mundo, a medida que la gente desahoga sus frustraciones y expresa su sentimiento de que las instituciones políticas no están al tanto, son incapaces o no están dispuestas a cumplir”.
Esta perturbación llega incluso al Consejo de Seguridad donde sus Estados miembros tienen dificultades o no encuentran puntos en común, señaló, añadiendo a esta encrucijada la presencia de la actual crisis climática que se cierne sobre todos “con una furia creciente”.
“Todo esto representa una grave prueba para el multilateralismo. Plantea un desafío para el Consejo de Seguridad que, en virtud de la Carta, tiene la responsabilidad primordial de mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Consideró que el actual escenario mundial evidencia, más que nunca la necesidad de defender la Carta de las Naciones Unidas.
“En estos momentos de divisiones y agitación mundiales, la Carta sigue siendo nuestro marco conjunto de cooperación internacional para el bien común.
En una era de propagación del odio y la impunidad, la Carta nos recuerda la primacía del estado de derecho y la dignidad humana”, enfatizó.
Pero no solo eso, Guterres indicó que los valores y objetivos de la Carta perduran, pese a encontrarnos en una época en la que predominan los cambios tecnológicos y las rápidas transformaciones.
“El arreglo pacífico de las controversias. La igualdad de derechos de hombres y mujeres. La no intervención, la libre determinación y la igualdad soberana de los Estados miembros”, enumeró entre esos valores.
La Carta sigue vigente, pero necesita adaptarse
Pese a la vigencia de la Carta, el Secretario General reconoció que sus objetivos y principios necesitan adaptarse a nuevas realidades y pugnó por apegarse a ella “con mayor determinación y creatividad”.
“Una de las maneras más eficaces de demostrar nuestra repercusión es invertir en la prevención [de conflictos]. Invertimos mucho más tiempo y recursos en la gestión y la respuesta a las crisis que en su prevención. Es necesario reequilibrar nuestro enfoque”, recalcó.
En este apartado, Guterres se remontó a los fundadores de la ONU cuando, en su redacción de la Carta, dedicaron un capítulo entero al “arreglo pacífico de controversias”, con herramientas como la negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje y el arreglo judicial, todas ellas incluidas en el Capítulo VII.
Añadió que los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU también han de incluirse como instrumento de prevención.
Aparte de la prevención, resaltó la capacidad “visionaria” de la Carta, ya que visualiza un mundo en el que la ONU traba “de forma dinámica con las organizaciones regionales para mantener la paz y la seguridad internacionales”.
Mensaje especial por el 75º Aniversario
Aprovechando la tribuna que otorga el Consejo, Guterres quiso mandar un mensaje especial a los asistentes al encuentro al afirmar que “el privilegio” que comporta ser miembro de la Organización “conlleva responsabilidades fundamentales en la defensa de los principios y valores de la Carta”, concretamente en la prevención y el manejo de los conflictos.
“Los desacuerdos presentes y pasados no deben ser un obstáculo para actuar ante las amenazas actuales. Debemos evitar los dobles raseros. Sin embargo, la percepción de los dobles estándares no debe ser una excusa para no aplicar ningún valor.
La guerra nunca es inevitable; es una cuestión de elección y a menudo es el producto de sencillos errores de cálculo. La paz tampoco es nunca inevitable; es el producto de un duro trabajo y nunca debemos darla por sentada”, sentenció Guterres.
La sesión fue presidida por el ministro de Asuntos Exteriores de Vietnam, Pham Binh Minh, país que ostenta la presidencia del Consejo el mes de enero, y también contó con la presencia de la presidenta del grupo The Elders, la agrupación de líderes mundiales independientes fundado por Nelson Mandela y que trabaja por la paz, la justicia y los derechos humanos , Mary Robinson. Durante el evento se espera la participación de 111 delegaciones.