Un plan plurianual para aumentar la estabilidad, la transparencia y la sostenibilidad de la pesca en el Mediterráneo occidental
La Comisión Europea ha propuesto un plan plurianual para las poblaciones de peces del Mediterráneo occidental. La propuesta abarca las especies demersales, es decir, peces que viven o se alimentan en el fondo o cerca del fondo del mar, y que son fuente de importantes ingresos para el sector de la pesca en la región. Según los últimos datos disponibles, se calcula que en 2015 los buques españoles, franceses e italianos desembarcaron unas 100 000 toneladas de peces demersales, por un valor de 675 millones de euros.
Las capturas de estas especies han disminuido significativamente, en torno a un 23 %, desde el año 2000. A este ritmo, más del 90 % de las poblaciones evaluadas estarían sobreexplotadas para 2025. Si no se aúnan esfuerzos como prevé el presente plan, unos 1 500 buques correrían riesgo financiero de aquí a 2025. La propuesta presentada hoy tiene por objeto restablecer estas poblaciones a niveles que permitan garantizar la viabilidad social y económica de los pescadores y los más de 16 000 empleos que dependen de la pesca.
Karmenu Vella, comisario de Medio Ambiente, Asuntos Marítimos y Pesca, ha declarado: «La propuesta de plan plurianual presentada hoy constituye el seguimiento de la Declaración MedFish4Ever de 2017. Se pretende alcanzar un nivel saludable de las poblaciones de peces, necesario para evitar la pérdida de empleos y para prestar apoyo a sectores económicos importantes que dependen de la pesca. Lo que es un paso más en el camino por lograr que la pesca en el Mediterráneo sea sostenible. Tenemos que actuar y tenemos que hacerlo urgentemente. Solo así podremos garantizar nuestro objetivo de una pesca que beneficie a los pescadores y a la economía en los años venideros».
Elementos clave de la propuesta:
Establecer objetivos de pesca para las poblaciones demersales con mayor importancia comercial: merluza, salmonete de roca, gamba de altura, cigala, gamba roja del Mediterráneo y langostino moruno;
Simplificar la gestión de la pesca con arreglo a un único marco regulador; el plan se coordinará a escala de la UE y se aplicará a todos los arrastreros que operen en la región; cada año, basándose en dictámenes científicos, el Consejo decidirá el número máximo de días de pesca —también denominado esfuerzo pesquero admisible— para cada categoría de flota por Estado miembro;
Reducir las actividades pesqueras en el primer año de aplicación del plan de conformidad con los dictámenes científicos, dada la preocupante situación de la mayoría de las especies demersales;
Restringir la actividad de los arrastreros en los fondos marinos hasta 100 m de profundidad, entre el 1 de mayo y el 31 de julio de cada año, a fin de reservar la banda costera para los artes más selectivos; de ese modo se protegerán las zonas de reproducción y los hábitats sensibles y aumentará la sostenibilidad social de la pesca artesanal;
Establecer la cooperación regional entre España, Francia e Italia; los Estados miembros afectados podrían presentar disposiciones relativas a la obligación de desembarque y a las medidas técnicas de conservación, en estrecha colaboración con el sector pesquero.
La propuesta que se presentó, con su visión a largo plazo, genera mayor estabilidad y más transparencia, ya que los tres Estados miembros afectados adaptarían conjuntamente a través del Consejo los actuales objetivos de pesca a niveles sostenibles. También garantiza un enfoque coherente con otros planes plurianuales de la UE, especialmente en relación con el reciente acuerdo alcanzado por el Parlamento Europeo y el Consejo sobre el plan para el mar del Norte.
La propuesta de la Comisión se está debatiendo actualmente en el Parlamento Europeo y en el Consejo de la UE.
Antecedentes
El plan plurianual que se presenta es la cuarta propuesta adoptada en consonancia con la Política Pesquera Común (PPC), tras las del mar Báltico, el mar del Norte y el mar Adriático. Abarca todas las aguas del Mediterráneo occidental, que se extienden al norte del mar de Alborán, el golfo de León y el mar Tirreno, cubriendo el archipiélago balear y las islas de Córcega y Cerdeña, y afecta principalmente a España, Francia e Italia. En 2015, la flota contemplada por este plan plurianual incluía casi 10 900 buques, el 50 % italianos, el 39 % españoles y el 11 % franceses (Informe económico anual de 2017).
En virtud de la PPC, los planes plurianuales deben contribuir a la consecución de una pesca sostenible. También deben contener medidas para la aplicación de la obligación de desembarque y medidas técnicas, así como mecanismos de aplicación de medidas correctoras en caso necesario.
La propuesta ha sido sometida a una exhaustiva evaluación de impacto y se basa en los mejores dictámenes científicos disponibles del Comité Científico, Técnico y Económico de Pesca (CCTEP). Se ha llevado a cabo una amplia consulta con el Consejo Consultivo del Mar Mediterráneo, el cual emitió su dictamen en noviembre de 2017. Además, en 2016, se llevó a cabo una consulta pública durante cuatro meses.