Desde hace 14 años, la UNESCO y sus asociados celebran el Día Internacional de la Lengua Materna. En todo el mundo se organizan actividades, conferencias, conciertos y seminarios para ayudar a las personas a explorar la importancia de la diversidad lingüística y el plurilingüismo
La protección y la promoción de las lenguas maternas son esenciales para la ciudadanía mundial y para lograr un auténtico entendimiento mutuo. Entender y hablar varias lenguas facilita la comprensión de la riqueza de interacciones culturales de nuestro mundo.
El reconocimiento de las lenguas locales permite a un mayor número de personas hacer oír su voz y participar activamente en el destino colectivo. De ahí que la UNESCO haga todo lo posible por contribuir a la coexistencia armoniosa de las 7.000 lenguas que se hablan en el mundo.
Este año hacemos especial hincapié en “Las lenguas locales para la ciudadanía mundial: la ciencia en primer plano”, a fin de mostrar hasta qué punto las lenguas garantizan el acceso al saber, a su transmisión y a su pluralidad. Contrariamente a la creencia común, las lenguas locales son totalmente capaces de transmitir las materias científicas más modernas, las matemáticas, la física y la tecnología. Reconocer esas lenguas supone también abrir la puerta a múltiples saberes tradicionales científicos a menudo ignorados y enriquecer nuestros conocimientos.
Las lenguas locales constituyen la mayor parte de las lenguas que se hablan en nuestro planeta en el ámbito científico. Son también las más amenazadas. Con la exclusión de las lenguas, sus hablantes se ven privados de su derecho humano fundamental al conocimiento científico.
Sin embargo, el acercamiento de los pueblos en la “aldea mundial” hace mucho más necesario el trabajo de comprensión y de diálogo de las culturas. Hoy en día, la norma mundial es el empleo de tres lenguas como mínimo, a saber: una lengua local, una lengua de gran comunicación y una lengua internacional para comunicarse tanto en el plano local como en el mundial. Esta diversidad lingüística y cultural es quizá nuestra mayor oportunidad de cara al futuro: para la creatividad, la innovación y la inclusión. No la desaprovechemos.
El Día Internacional de la Lengua Materna contribuye desde hace más de una década a poner de relieve las múltiples funciones que tienen las lenguas para la formación del espíritu en el sentido más amplio y para la construcción de una ciudadanía mundial donde cada persona disponga de los medios reales para contribuir a la vida y a los retos de la sociedad.
Invito al conjunto de Estados Miembros de la UNESCO, a la Organización Internacional de la Francofonía asociada a este Día en 2014, a los agentes de la sociedad civil, los educadores, las asociaciones culturales y los medios de comunicación a hacer realidad esta promesa de diversidad lingüística en pro de la paz y el desarrollo sostenible, concluyó, Irina Bokova, directora general de la UNESCO.