Aunque hasta el viento pueda a veces silbar una melodía, participar en ella podría haber dado lugar a un grave castigo cuando los extremistas violentos se apoderaron de la ciudad de Mosul, en el Iraq, en 2014
Durante tres años, propagaron el miedo y la devastación prohibiendo expresiones y prácticas culturales como cantar, escuchar música o tocar un instrumento.
La devastación que infligieron impidió que muchas personas tocaran música, pero Jalid Al-Rawi, que toca el oud, no permaneció en silencio ni siquiera en las horas más oscuras.
“La música siempre ha estado conmigo”, dice Jalid, explicando cómo solía tocar música escondido en casa, con las puertas y ventanas cerradas y sin la púa o reesha para suavizar el sonido. «Es parte de mi vida», continúa, explicando cómo a veces, cuando se sentía desafiante, tocaba música en el jardín. Algo arriesgado, pero liberador en medio de una ciudad sitiada.
Los años de guerra que asolaron la Ciudad Vieja hicieron la vida insoportable para los moslawíes, pero no rompieron su voluntad de superar la tragedia. Casi tres años después de la liberación, Mosul todavía tiene un largo camino por delante para recuperarse. La UNESCO está en pie, de la mano del pueblo iraquí y de la comunidad internacional, para restaurar Mosul y devolverle las texturas y los ritmos de vida que la distinguían de otras ciudades de Iraq.
A través de su iniciativa emblemática “Revivir el espíritu de Mosul”, la UNESCO se centra en tres iniciativas principales en este esfuerzo: la restauración y rehabilitación del patrimonio cultural, la revitalización de la vida cultural y la reconstrucción del sistema educativo.
La restauración de las prácticas y tradiciones culturales, así como el suministro a los jóvenes de los instrumentos necesarios para ser miembros activos de la sociedad, son cruciales para la cohesión social y la construcción de un futuro pacífico en Mosul.
Mediante la iniciativa de la UNESCO “Revivir el espíritu de Mosul”. Jalid cree que se hará más para empoderar a los jóvenes, los músicos y los intelectuales.