Tres años después de la llegada al poder de las autoridades de facto, Afganistán se ha convertido en el único país del mundo donde se prohíbe estrictamente la educación secundaria y superior para niñas y mujeres
Según nuevos datos de la UNESCO publicados 1,4 millones de mujeres afganas han sido deliberadamente excluidas del sistema educativo. El acceso a la educación primaria también ha disminuido drásticamente, con 1,1 millones menos de niñas y niños escolarizados.
«En la actualidad, Afganistán es el único país del mundo que prohíbe el acceso a la educación a las niñas mayores de 12 años y a las mujeres. Una situación que nos debería preocupar a todos«, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. «El derecho a la educación no es negociable ni transigible. La comunidad internacional ha de movilizarse firmemente para obtener la reapertura incondicional de las escuelas y universidades para las niñas y mujeres afganas«, exhortó.
Tres años después de la caída de Kabul, la UNESCO ha revelado nuevos datos que destacan la gravedad de la situación educativa en Afganistán. Debido a las prohibiciones impuestas por las autoridades de facto, al menos 1,4 millones de niñas han sido deliberadamente privadas del acceso a la enseñanza secundaria desde 2021. Esto representa 300 000 niñas más en comparación con el recuento realizado por la UNESCO en abril de 2023, y cada año son más las niñas que alcanzan los 12 años sin poder continuar su educación.
Si a esto sumamos las niñas que ya estaban sin escolarizar antes de que se implementaran las prohibiciones, ahora hay casi 2,5 millones de niñas en Afganistán privadas de su derecho a la educación, lo que representa el 80 % de las mujeres afganas en edad escolar.
En tan solo tres años, las autoridades de facto han prácticamente anulado dos décadas de progresos continuos en la educación en Afganistán, poniendo en peligro el futuro de toda una generación.
Un impacto igualmente significativo en la educación primaria
Aunque la educación para niñas menores de 12 años sigue estando permitida, el número de estudiantes en la educación primaria ha caído drásticamente desde 2021. De acuerdo con los nuevos datos de la UNESCO, en 2022 Afganistán registró solo 5,7 millones de niñas y niños matriculados en primaria, en comparación con los 6,8 millones que se contabilizaban en 2019.
Esta disminución en la tasa de escolarización en la educación primaria se produjo tras la decisión de las autoridades de facto de prohibir a las maestras impartir clases a los niños, lo que ha agravado la escasez de docentes. Además, la falta de incentivos para que los padres inscriban a sus hijos en la escuela, en un contexto socioeconómico cada vez más difícil, también contribuye a esta situación. La UNESCO advierte sobre las graves consecuencias de esta creciente desescolarización, que podría traducirse en un aumento del trabajo infantil y los matrimonios precoces.
Las cifras en la educación superior son igualmente preocupantes, con una disminución del 53 % en el número de estudiantes matriculados en las universidades desde 2021. Esto pone al país en riesgo de enfrentar pronto una escasez de graduados capacitados para desempeñar los empleos más cualificados, lo que no hará más que agravar los problemas de desarrollo.
La UNESCO se moviliza para promover alternativas de aprendizaje
Desde 2021, además de abogar a nivel internacional por el regreso de las mujeres afganas a las escuelas, la UNESCO ha trabajado con sus socios para desarrollar métodos alternativos de aprendizaje. Con el fin de ofrecer oportunidades educativas a niñas y mujeres en Afganistán, la Organización ha implementado programas en 20 provincias del país, centrados en la participación activa de las comunidades locales.
Más de 1000 facilitadores, de los cuales 780 son mujeres, han sido formados para impartir clases de alfabetización. Hasta ahora, estos cursos han beneficiado a más de 55 000 jóvenes, en su mayoría niñas, en cerca de 1900 aldeas. No obstante, la magnitud del desafío sigue siendo enorme, dada la gran cantidad de personas que han quedado fuera del sistema educativo.
La UNESCO también actúa en países vecinos como Pakistán, Tayikistán e Irán, brindando apoyo a las poblaciones afganas refugiadas y desplazadas. Entre sus iniciativas, se incluyen la creación de centros de formación para docentes afganos, entre otras medidas.
Finalmente, la UNESCO también invierte en la educación a distancia a través de la radio y la televisión, brindando apoyo financiero y capacitación a los medios afganos que desean desarrollar y difundir programas educativos. Un ejemplo de ello es la Begum Organization for Women, que fundó una estación de radio en marzo de 2021 y un canal de televisión por cable en marzo de 2024. Los contenidos emitidos por los medios afganos asociados con la UNESCO han alcanzado a una audiencia estimada de 17 millones de afganos
Si bien estos métodos de aprendizaje alternativos contribuyen a la resiliencia de la juventud afgana, la UNESCO subraya que nada puede reemplazar la educación presencial en un aula. Por ello, la Organización, a través de su Directora General, insta a la comunidad internacional a continuar movilizándose para restablecer plenamente el derecho a la educación de niñas y mujeres en Afganistán.
Acerca de la UNESCO
La UNESCO, con sus 194 Estados Miembros, contribuye a la paz y la seguridad al liderar la cooperación multilateral en educación, ciencia, cultura, comunicación e información. Con sede en París, la UNESCO tiene oficinas en 54 países y emplea a más de 2300 personas. Supervisa más de 2000 sitios del Patrimonio Mundial, Reservas de la Biosfera y Geoparques Mundiales; redes de Ciudades Creativas, Educativas, Inclusivas y Sostenibles; y más de 13 000 escuelas asociadas, cátedras universitarias e instituciones de formación e investigación. La Directora General es Audrey Azoulay.
«Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz» – Constitución de la UNESCO, 1945.