Actualmente, la Real Fábrica de Tapices (RFT) es la única manufactura en activo que trabaja esta técnica para confeccionar sus alfombras
Esta decisión viene motivada porque el nudo español representa un saber hacer que reúne valores históricos, inmateriales, tecnológicos y artísticos del Patrimonio Cultural Inmaterial de España.
El nudo sencillo constituye una variante minoritaria de las técnicas del anudado que arraigó casi exclusivamente en los territorios de la Península Ibérica, de modo que la historiografía moderna pasó a denominarlo “nudo español”.
Numerosos talleres en España cultivaban esta técnica hasta que, la aparición del nudo turco a mediados del siglo XVII, supuso el inicio de un proceso histórico de retracción de los obradores del español. Tras una breve etapa de recuperación de la técnica hacia mediados del siglo XX, se produce una crisis en la demanda de este tipo de alfombra que lleva al cierre en cadena de la mayoría de los centros productores. Desde este momento, tan solo persiste una manufactura en la producción del nudo español: la Real Fábrica de Tapices, fundada en 1721 por Felipe V.
La declaración de esta técnica como manifestación del Patrimonio Cultural Inmaterial contribuiría decisivamente a su salvaguarda y a la difusión internacional de este saber.
El nudo español se caracteriza porque en su realización la lazada abraza un único hilo de urdimbre de manera alterna, a diferencia de otras técnicas. De esta manera, la estructura del anudado presenta la típica disposición “al tresbolillo”. Lo que produce un pixelado en el dibujo que se ha convertido en imagen característica del mismo.