En un momento en que la atención se ha centrado en los esfuerzos para detener la propagación de la pandemia de COVID-19, uno de cada dos niños en el mundo sigue padeciendo violencia física, sexual o psicológica
Según un nuevo informe publicado por la UNESCO, la OMS, el UNICEF, la representante especial del Secretario General de las Naciones Unidas sobre la violencia contra los niños y la Alianza para la eliminación de la violencia.
El Informe de la situación en 2020 sobre la prevención de la violencia contra los niños en el mundo – pone de relieve el número creciente de niños que son víctimas de heridas, impedimentos físicos y homicidio porque los países no siguen las estrategias implementadas para protegerlos de estos.
Este informe, el primero de su tipo, proporciona un panorama de los logros alcanzados por los países en lo relativo al marco “INSPIRE”, un conjunto de siete estrategias para combatir la violencia contra los niños.
El informe contiene las primeras estimaciones mundiales de los homicidios entre niños de menos de 18 años. Se estima que, en 2017, 40.150 niños han sido víctimas de homicidio.
Se basa también en los datos del informe de 2019 elaborado por la UNESCO, Detrás de los números: para poner fin a la violencia y el acoso escolares, a la vez que hace hincapié en que el acoso es un problema considerable en todo el mundo, con el 32% de los alumnos entre 11 y 15 años de edad víctimas de acoso escolar por parte de sus compañeros, al menos una vez durante el último mes.
“Con la pandemia de COVID-19 y el cierre de los establecimientos escolares que esto conlleva, hemos constatado un aumento de la violencia y del odio en línea – incluido el acoso. Ahora que los centros escolares comienzan su reapertura, los niños expresan su temor de regresar a la escuela”, declaró Audrey Azoulay, Directora General de la UNESCO. “Todos debemos responsabilizarnos con velar por que todos los niños se sientan seguros en la escuela. Debemos reflexionar y actuar conjuntamente para poner fin a la violencia en el ámbito escolar y en nuestras sociedades en general.”
Avances desiguales en la aplicación de las estrategias de prevención de la violencia
Según el informe, las leyes que prohíben los castigos corporales infligidos a los niños en todos los lugares, incluida la escuela, tienen el potencial necesario para reducir el número de actos violentos perpetrados contra los niños, así como entre niños. No obstante, mientras el 79% de los países han respondido al informe que prohíbe los castigos corporales, solo el 30% de los que lo han hecho, estima que las personas responsables de los actos violentos contra los niños, independientemente del motivo, y entre los que se encuentran los docentes, serán sancionadas.
“Este informe nos recuerda sin ambages que no es suficiente disponer de buenas políticas y que debemos trabajar constantemente para garantizar que estas políticas se apliquen”, declaró Stefania Giannini, Subdirectora General de Educación de la UNESCO. “No podremos lograr una educación inclusiva y equitativa para todos si los niños no pueden aprender en escuelas seguras y libres de violencia, incluida la violencia perpetrada por los alumnos, los decentes y otros miembros del personal escolar, así como los castigos corporales.”
La respuesta ante el COVID-19 y su repercusión en los niños
Las medidas de confinamiento y el cierre de los centros escolares han limitado las fuentes habituales de apoyo a las familias y a las personas (los amigos, la familia ampliada, los profesionales). Las víctimas tienen aún menos posibilidades de gestionar las crisis y de reorganizar su vida cotidiana. Se ha observado un aumento considerable del número de llamadas a los centros de ayuda telefónica a los niños maltratados y a las víctimas de violencia conyugal.
Mientras las comunidades en línea se han vuelto esenciales para que numerosos niños sigan aprendiendo, jugando y beneficiándose de un apoyo, se ha observado un recrudecimiento de los comportamientos nefastos en líneas, entre los que figuran el ciberacoso, las conductas de riesgo y la explotación sexual.